miércoles, 8 de noviembre de 2017

Pensamientos en la Colina del Silencio II (amarga entropía)



LA TIERRA DE HELA, EL PRINCIPIO DE RAGNARÖK




«Tyr mastica la vida y la escupe en un cofre.

 

Perder una mano por nada.

 

La llama de Balder no ha servido para los cambios.

 

La humanidad solo es una mutación de laboratorio.

 

 

¿Dónde está el alma del sapiens?

 

 

¿Escondida, tal vez, en el abismo del genoma?

 

 

¿Perdida en los intrincados caminos de la mente?

 

 

Humanidad… solo un pequeño paso.

Apenas gatea sobre las piedras nebulares.

Apenas balbucea una letra en el Bifrost que lleva al Libro Existencial.

 

 

¿Dónde están esas cualidades que nos hacen semidioses de la creación?

 

 

¿En el alma sanguínea?

 

 

¿Sepultadas en el no-tiempo?

 

 

¡¿Dónde!?

 

 

Forseti yace herido sobre las borrascas que cubren las ciudades.

 

 

Sapiens…

 

… más allá de las esferas del tiempo… Bragi ríe… mientras bebe el dulce néctar.

 

 

¿Qué pasa con esta seudo tierra que cada día se parece más a Helheim?

 

¡Hela reina en este lugar!

 

 

… pronto una playa de cadáveres bajo el signo rojo. Cielos pintados con saetas, una nueva-vieja tierra en llamas.

 

Cabalgarán los infames y fecundos hijos lunares.

 

Nada pueden hacer Eir o Sjöfn.

 

 

¿Por qué no vuelven viejos dioses vikingos a limpiar el desastre que domina este mundo servil y esclavo?

 

 

Es entropía…

 

Se oyen truenos al este de Walhalla

 

y el hijo de Wodenaz permanece en silencio,

 

en lo alto del cielo vikingo divino,

 

absorto entre susurros, pensativo entre sombras.

 

 

Se oyen voces y el viento llora,

 

se escucha el gemir de los dioses mayores,

 

una rebelión se escribe en las esferas,

 

Son las sombras, los cantos,

 

los ojos del contrario, son los hijos de Fenriz,

 

los monstruos de la paranoia, las lenguas del deseo y de la muerte,

 

los ojos de la blasfemia.

 

 

 

Se oyen relámpagos al oeste de Walhalla,

 

cerca del manzano donde el olvido se volvería condena,

 

allí donde los bosques se moverían entre piernas,

 

donde la ofidia que murmura en las noches gime,

 

no una, sino muchas veces,

 

donde la llama de tormento te consume

 

y donde afloran las tristezas,

 

¡Cuántas serpientes!

 

puedo oírlas hablar entre ellas,

 

se cuentan las viejas historias que son de hoy,

 

hablan de los imperios que derrumbaron

 

y del tártaro sexual que cuelga del cuello de Hela.

 

 

 

Se oye el atronador silbido de lujuria

 

brotando del pantano inframundano

 

que se dibujaba en los sueños de Loki.

 

 

Y comenzó a crearse un templo,

 

lejos del primero, en lo último del espacio.

Para los hijos de Miðgarðsormr.

Para los hijos de la locura.

 

 

Puedo sentir el latir de la angustia,

 

el hambre de los pobres.

 

Puedo ahogarme con tus lágrimas mientras

 

la entropía se transforma en Ragnarök».



 "Pronto vendrá Asathor a cumplir el designio." 

( Cuadro de Johann Heinrich)