“EL VENENO DE LA SERPIENTE”
A veces, o la mayoría de las veces es mejor hacerse el estúpido ciego…
y así actúan todos ante la verdad.
Estamos en el patíbulo - por donde miremos este “todo” causal que nos rodea - estamos
condenados.
No se puede
huir de lo obvio.
Hay tanto
secreto rodeándonos, tanta verdad oculta por la Iglesia - cualquiera de ellas -
o por los poderes invisibles que manejan y controlan este mundo.
No hay nada
real… todo ha sido impuesto, voluntaria o involuntariamente… emociones y
sentimientos. Te dicen como debes pensar, que debes comer o que debes comprar:
David Icke:
Manipulando la manera en que piensa y siente la humanidad. El cómo pensamos y
sentimos, crea nuestra experiencia física y si permitimos que una fuerza
externa manipule nuestra mente y nuestras emociones, le permitiremos controlar
nuestra experiencia física, nuestro destino.
Pero podemos
cambiar eso en un instante si retomamos el control de nuestro pensamiento y
nuestras emociones.
Crear
nuestra propia realidad y decidir nuestro propio destino es, en el fondo, un
proceso muy sencillo. Puede ser resumido en: "Lo que damos es lo que se
regresa”.
Por esa
razón, decidí en un momento de mi vida no cerrar más los ojos ante esta verdad…
y comencé a compartir todo lo que sabía, aunque me costara algo más que burlas.
Muchas veces quise rendirme ¡Nadie reconoce la verdad aunque esta sea tan obvia
como respirar!... el hombre solo acepta la verdad cuando ésta es muy compleja
para entenderla y te la muestre alguien de dudosa reputación pero que tiene
algún título que lo avale, como si la verdad dependiera de cosas que no la
parieron Los hombres solo pueden transmitirla no hacerse dueños de ella. Cuando
la verdad es simple es más fácil desecharla porque si es tan simple ¿Cómo sería
posible que nadie la viera?
"Hemos sido
manipulados por la Hermandad conduciéndonos a nuestras prisiones personales, y
los prisioneros fueron manipulados más todavía para vigilarse unos a otros. La
humanidad es ambos: el rebaño y el perro pastor. La Hermandad establece las
"normas" religiosas, políticas, médicas y científicas controlando
esas profesiones y, por tanto, las normas promovidas por los hipnotizados
medios de comunicación. La mayoría de la gente vive entonces su vida dentro de
esas normas y les permiten programar su sentido de posibilidad, potencial y qué
o quiénes son. Esta es la cáscara de huevo y si la gente quiere conceder su
singularidad y poder infinito de esta manera, bien, que lo haga. No me podría
importar menos. Pero lo que pasa es que aquellos que viven en estas prisiones
no están satisfechos con eso. Insisten en que todos los demás hagan lo mismo.
No es
suficiente para ellos creer en una religión, también buscan imponer esa
creencia en todos los demás o condenarlos, si no aceptan la visión de la vida
de esa religión. No habría guerras religiosas si respetáramos el derecho del
otro a creer en lo que quiera, en tanto no lo impongamos. No tengo problema con
que la gente realice rituales satánicos, si todos los involucrados participan por
su propia elección mientras están en control de sus propios procesos de
pensamiento."
La humanidad
está confundida,… y perdida.
El
conocimiento ayuda a algunos, pero la verdad seguirá doliendo.
¿Dónde está
la capacidad de discernir bien entre tanto saber, entre tanta ignorancia y
tanta nebulosa?
¿Qué es verdad y qué es mentira lo determinará la ausencia de
ruido en nuestro interior? Es paradójico que quienes buscan terminen más
confundidos que iluminados, luego se jactan de entenderlo todo, y siguen esclavizados
a viejos criterios.
Llega desde
las profundidades del espacio una cantidad masiva de información, pero todos
siguen el juego del hermano mayor, de la serpiente ancestral… bajo el dominio
perverso de Ahriman, el “confusor” primario.
Avanza el
tiempo y el veneno recorre las almas de los perdidos.
Cada día se alimentan del
manjar verde, y aceptan la realidad como algo cierto.
Todo es un espejismo…
todo.
Y así
funciona el mundo… es un organigrama bien creado por los siniestros, por
aquellos que quieren mantenernos en penumbras.
Nada es
real.
Todas las
sociedades bañándose en los ríos de veneno, y creyendo en la libertad. Ilusos.
¿Qué queda
para los despiertos o a aquellos que están despertando a la verdadera realidad?
... estar
atentos y creer en nada, solo en su Dios, tenga el nombre que tenga, porque no
hay nada más que la muerte... y la peor muerte de todas es… la muerte
espiritual.
Vean el
gráfico… las palabras sobran.