viernes, 3 de noviembre de 2017

Algo de la Windireich magazín (En su memoria)


El planeta, la realidad y la vida están en un proceso mutativo.

Todo cambia y pocos se dan cuenta de lo que vivimos, muy pocos entienden la trascendencia existencial por la que pasamos. Y no hay que asombrarse de la visión miope de la humanidad.

El laberinto de hoy oculta la verdad entre zarzas ardientes, suelos cuadriculados, dagas oscuras, máscaras de aparente justicia, y estupidez.




Desaparecen las instituciones apostólicas lentamente, desintegrándose por la culpa, la persecución y el olvido. Desaparecen los miedos, y en ese parto obligado nacen niños en anarquía, sin conciencia de nada, nublados por el odio, y la mano que meció su cuna, esa mano negra con garras que lo controla todo, es su amo.

Se fortalecen las pirámides, y retorna entre caos y el silencio el antiguo Egipto. La nueva era acuariana trae la miseria de este nuevo siglo, el siglo uno de las hecatombes, de las muertes en masa, del agobio exasperante, de la ruina. Es la era del Enemigo, los días de la nueva luz cegadora. Todos caen en el foso de la oscuridad.




Navegamos en aguas negras y profundas. El gran monstruo - Leviatán - retorna a la vida, se mueve en aguas mortales japonesas, matando en silencio los mares. El ajenjo ya cubre los océanos. Cientos, tal vez miles de especies agonizan confundidas y lloran al tocar arenas. La tristeza es huésped en los ojos de las bellas criaturas de las aguas.



Los bosques son arrasados por las corporaciones sin alma, buscando la muerte negra, aquella que nos condena al fracaso… sí, hemos fracasado en detener a los multimillonarios que se arrodillan ante el dios dinero. En busca de esa peste negra, que huele a nicotina, matando los pulmones del planeta-- y nadie hace nada.

 

¿Cuándo llegará la verdadera luz para arrebatarnos hacia el infinito?

¿Cuándo llegará la reflexión para detener el movimiento del mundo?

¿Cuándo llegará la justa razón encadenada a la conciencia?

 

El corazón humano permanece frío y en llamas, inmóvil como las piedras. Se estremece como fantasma entre rincones empolvados al ritmo de los danzantes del diablo.

 

Los relojes del mundo marcan las 3:33. Las mentes duermen.

Estamos en el limbo-- y nadie lo sabe.

Viajamos dentro de una gran cúpula de energía.

Estamos en la caja negra de pandora.

 

La evolución-- es un proceso violento, nos cambia la brújula interna de golpe, sin permisos, sin misericordia… pero así debe ser, la creación es brutal, el caos y el orden sus hijos.

La existencia se abre al ritmo de un terremoto, todo nuestro mundo cae a pedazos y vemos asombrados la indiscutible realidad, la que nadie desea ver, esa que te dice que eres un peón más en un juego de otros.

 

La mutación está en proceso, y veremos en el camino destrucción, muerte, desolación, hambruna, desesperanza, manipulación, oscuridad y todo aquello que arrastran los cambios violentos y repentinos.

Serán tiempos donde los adoradores de las sombras harán y desharán las sociedades y guerras a su antojo, sabiendo que les queda poco tiempo. La Nueva Era “dorada” es una ilusión más en este entretejido existencialismo abstracto que nos han creado.

 

Hordas y hordas de orcos corriendo en Wall Street, aplanando el trasero en los grandes sillones de los bancos, cerca del cielo al que aspiran, mirando hacia abajo, embobados en la inconciencia.

Redes saurónicas de poder en los gobiernos y las finanzas.

¿Estamos en la tierra media, en un sueño más de Tolkien y no lo sabemos?

¿Nos escapamos de las páginas del Señor de los Anillos?... estamos enredados en esta malla vibracional de tinieblas reptiloides… se puede sentir el vibrar del bajo real, y del bajo astral.

 

Es un sueño.

Es una pesadilla.

 

Raudas pasan las nubes grises mientras los homo-plebs caminan como zombis admirando los juegos de artificio.

 

Nadie sabe nada.

 

Es la Era del fracaso-- y hay que asumirlo.

Es la Era no tan Nueva, es la Era del ciclo. Monocorde y vieja, como el polvo estelar.

No hay nada nuevo en lo repetitivo… el de ayer es el mismo de hoy… el que sueña con la caída del hombre, con la sublevación de una especie repugnante y cobarde.

El proceso inframutativo que vive esta especie es hacia atrás. Son solo sombras.

La humanidad no existe, la humanidad es una palabra que no representa lo que son. Humanidad es no tener pobreza, significa que quienes tienen más comparten sus riquezas con los menos afortunados.

Humanidad es darle a cada cual lo que se merece.

La humanidad no carga en su espalda con millones de muertos, no es culpable de la destrucción progresiva de su propio planeta, no explota sexualmente a nadie, no oculta cadáveres en lugares secretos, no saca provecho de su prójimo.

Todo es culpa de una plaga llamada: hombre.

La mutación será violenta. Recibirán lo que se merecen.

Los cambios no saben de buenos o malos.

Las grandes catedrales de la hipocresía reciben a sus fieles… los grandes monasterios celebran ceremonias donde los ciegos-esclavos - genuflectos - escuchan el al-azif… ¡Aleluya, débiles, Aleluya! La marcha comenzó hace tiempo, con el tic-tac de un klokke siniestro.