EL OVNI QUE PERSIGUIÓ A UN COMERCIANTE EN SEVILLA
(Se considera el primer gran incidente ovni de Andalucía)
Uno de los casos más famosos en España sobre el fenómeno OVNI es, sin duda, el caso de Adrián Sánchez. Su experiencia, traumática, se convirtió en noticia nacional y escribió una de las páginas más inquietantes de la historia de la Ufología a nivel internacional.
Un impactante caso que llegó a la prensa mundial
Los hechos se remontan al 14 de abril
de 1974, la agencia EFE lo recogía mediante el siguiente titular:
«Un viajante de comercio sevillano fue
perseguido por un objeto durante más de quince kilómetros» -y seguía- «Dos
discos se introdujeron en una gran nave nodriza y el tercero se encaminó hacia
él, obligándole a huir».
Según la noticia publicada, un viajante
sevillano, Adrián Sánchez, de 31 años y casado, se presentó en el cuartel de la
Guardia Civil de la localidad sevillana de El Castillo de las Guardas para
denunciar que había sido perseguido por un OVNI por la carretera que conduce
desde Aznalcázar a dicha población, denuncia que ratificó posteriormente en la
Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla.
El testigo aseguraba que, cuando se
dirigía desde Aznalcázar a Nerva en su automóvil, observó cómo un objeto caía
en picado. Le dio la impresión de que era un avión, por lo que detuvo el
automóvil y se dirigió al sitio donde pensó que había caído el objeto. Una vez
allí, halló una especie de nave de color aluminio y de grandes proporciones,
como de unos doscientos metros de longitud, que flotaba en el aire antes de
posarse en el suelo.
Según el relato recogido por la agencia
EFE, Sánchez aseguró que vio aparecer otras tres naves más pequeñas que se
asemejaban a una especie de hongo. Las puertas del aparato mayor se abrieron y dos
de ellas se introdujeron en el interior mientras que la tercera advirtió la
presencia de Adrián a unos veinticinco o treinta metros, fue cuando esta
tercera nave comenzó a hacer maniobras para perseguirle.
El comerciante sevillano regresó a su auto lleno de horror y partió rápidamente hacia El Castillo de las Guardas. La persecución siguió. Adrián se percató de que uno de los objetos aparecía y desaparecía cerca de los costados del automóvil. El OVNI carecía de ventanas y volaba silenciosamente, mostrando unas torretas arriba y abajo.
Así lo recogió ABC de Sevilla
Manuel Ramírez en las páginas del
diario ABC escribía:
«Antes de entrar en el pueblo de El
Castillo de las Guardas, Adrián paró el coche en una finca y le dijo al dueño
de la misma lo que había visto, solicitando que alguien le acompañara hasta la
Guardia Civil, pues de lo contrario no continuaba. Una vez en el pueblo, Adrián
Sánchez contó su relato, e incluso hizo unos dibujos de lo que había visto. Era
tal su terror que se negó a viajar a Sevilla sino le acompañaba alguien, por lo
que el sargento comandante de puesto se ofreció a viajar con él hasta la ciudad».
«Una vez en Sevilla, Adrián Sánchez, volvió a manifestar el mismo relato en la Comandancia de la Guardia Civil. Se sabe igualmente –según información de la agencia EFE- que técnicos de aviación e ingenieros se personaron posteriormente en el lugar donde Adrián Sánchez había visto los extraños objetos para cerciorarse de posibles pruebas que adjuntar a las declaraciones del asustado viajante sevillano», finalizaba.
Fue uno de los grandes casos que dio la
provincia de Sevilla en materia ufológica y que pasó a la historia de los
OVNIs, por méritos propios, como el primer gran incidente de este tipo en
Andalucía.
LA MACABRA LEYENDA DE ROBERT, EL «MUÑECO MALDITO» QUE INSPIRÓ A
CHUCKY
Muchos recordarán la terrorífica
historia de Chucky, el muñeco maldito creado por Don Mancini en 1988. Con el
film Child’s Play, el director inauguró un relato que llenó de miedo a millones
de personas, muchas de las cuales desconocían que la historia estaba basada en
un verdadero «juguete diabólico».
Según la leyenda, en 1904, un niño
llamado Robert Eugene «Gene» Otto que vivía con sus padres en Key West,
Florida, en Estados Unidos, recibió un particular regalo por parte de una
criada: un muñeco vestido de marinero de 90 centímetros de altura, relleno de
paja, que abrazaba a un león de peluche.
El juguete fue bautizado con el mismo
nombre que su dueño, Robert. Pero la familia desconocía que el personal
doméstico, originario de Bahamas, practicaba magia negra y vudú y que el muñeco
había sido «hechizado».
En los primeros días de convivencia con
el marinero, los padres de Gene lo escuchaban hablar solo en su habitación. El
niño les dijo que dialogaba con el muñeco durante gran parte del día, lo que
los empezó a preocupar.
Asimismo, empezaron a suceder extraños
acontecimientos en la casa. Cuando la familia Otto salía del hogar, los vecinos
atestiguaban que Robert se asomaba por las ventanas de la vivienda.
Pero esto no era todo. Al corto tiempo,
Gene empezó a tener aterradoras pesadillas que tenían como protagonista al
juguete que se movía solo, se reía de forma macabra y deambulaba por la noche.
Hasta que una noche, mientras la
familia dormía, se escuchó un estruendo en la habitación de Gene. Los padres,
alarmados, corrieron hasta el cuarto y se encontraron una espantosa escena. Los
grandes y pesados muebles estaban tirados en el suelo y el muñeco yacía en los
pies de la cama del niño mirando a la puerta con una sonrisa macabra en su
rostro.
- «¿Qué hiciste?», le preguntaron al
niño.
- «Yo no fui, fue Robert», respondió.
Aterrorizados, los Otto tomaron al
marinero y lo arrojaron al ático.
El niño jamás reveló qué había ocurrido
realmente esa noche. Los años pasaron y Gene se fue olvidando de su juguete,
que empezó a juntar polvo en la recóndita habitación.
La resurrección
Gene creció y viajó a Nueva York y
París, donde estudió arte. En mayo de 1930 se casó en la capital francesa con
una joven llamada Annette Parker. Al tiempo, sus padres fallecieron y heredó la
residencia Otto. La pareja volvió a Key West y emprendió la remodelación del
lugar. En particular, Gene quería despejar el ático, el ambiente de la casa que
había elegido para desarrollar su arte.
Ni bien comenzó la limpieza, Gene se
reencontró a su antiguo compañero. Como si el tiempo no hubiese transcurrido,
se encendió la chispa del vínculo forjado durante la niñez. Y, con esto,
volvieron los sucesos sobrenaturales.
Su esposa afirmó que el clima de la
casa se tornó extraño y ominoso y describió que el muñeco cambiaba las
expresiones de su rostro.
La historia se repetía. A las pocas
semanas, Gene y su esposa dejaron de recibir visitas porque ya nadie se animaba
a ingresar a la vivienda por temor a encontrarse con el muñeco. Cansado de los
extraños acontecimientos y del miedo con el que vivía su amada, Robert decidió enviar
nuevamente al ático al muñeco. No obstante, las personas que visitaron la casa,
aseguraron oír pasos y movimientos en lo alto de la edificación.
Robert Otto falleció en el año 1974 y su esposa se deshizo de la casa en la que vivió durante tres décadas, con el muñeco dentro.
Una nueva familia
Tras el fallecimiento de Gene, la
vivienda de Eaton Street fue vendida a Myrtle Reuter, que fue su propietaria
por 20 años.
El matrimonio llegó al hogar con una
hija de 10 años que, a los pocos días, inspeccionando el nuevo sitio, encontró
al extraño juguete abandonado en el ático. Sin dudarlo se lo apropió y lo
guardó junto a sus otros muñecos.
Según los dichos de sus padres, a la
chica no le agradaba del todo Robert, que parecía extrañar a su antiguo dueño.
Al igual que sucedió con Gene, la niña
empezó a tener pesadillas pero, a diferencia de su antecesor, ella se
despertaba desesperada acusando al muñeco de tratar de asesinarla. Myrtle sabía
que tenía que deshacerse de Robert, así que decidió donarlo al museo Martello
Gallery-Key West Art and Historical en 1994, que es donde se encuentra
actualmente.
Los escritos y testimonios sobre su
leyenda se sitúan ese museo, donde perduró con los años entre los trabajadores
de la galería. Estos, aseguran que durante el mes de octubre -cuando se celebra
Halloween- ocurren insólitos acontecimientos. Algunos aseguran incluso que, por
las noches, se escuchan golpes contra su vitrina.
Hasta la fecha, el muñeco inspiró la
saga cinematográfica de Chucky -que consta de ocho películas- y otros cuatro
filmes bajo su propio nombre -Robert, La maldición del muñeco Robert, El
juguetero y La venganza del muñeco Robert-. Y probablemente vendrán otras,
porque ni sus cuidadores ni los fanáticos de lo oculto desconocen que la
terrible leyenda de Robert es demasiado grande para su pequeña jaula de
cristal.
Fuentes:
abc.es
lanacion.com.ar
Dibujos de Adrián Sánchez:
elblogdemoisesyclaudia.blogspot.com
Edición final: V.D.M.