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miércoles, 25 de septiembre de 2024

Die walder meiner dunklen albträume [Las criaturas del bosque oscuro y las nubes vivas]



Los bosques de mis oscuras pesadillas

Hace dos días tuve 2 sueños extraños… he aquí lo que recuerdo, debo decir que voy a unir ambos para que sean como un solo relato.

 

Die Wesen des dunklen Waldes

(Las criaturas del bosque oscuro )

«Estaba en una casa grande, como en un tercer piso, y yo no sabía, o al menos sentía... que no debía estar en ese lugar… no quería que se interpretara que era un ladrón o un delincuente por lo que busqué imperiosamente la salida. 

Era un lugar luminoso, con muebles lindos, pero no había nadie. Abro una puerta y llego a un largo pasillo, a la derecha los ventanales eran amplios y muchos, avanzo rápido… abro otra puerta y subo una escalera, en la parte alta había otro pasillo y 3 o 4 puertas, elijo una, era una pieza, como si ahí durmiera un niño, salgo… abro otra puerta y esta tenía una salida hacia una terraza… afuera había árboles y un patio con cerca de madera… al lado izquierdo hay una escalera y comienzo a bajar, de pronto de la pieza aparece una mujer que grita: «hay alguien en la casa, se dirige al patio»… intento correr y aparecen unos hombres maduros, con aspecto de enojados, me doy vuelta para buscar otra salida… hay ramas y arbustos que tapan la cerca… al fondo veo un portón de rejas gruesas y corro y lo empujo… no se abre… lo intento nuevamente y esta vez se abre, salgo a una especie de callejón semi oscuro, debido al follaje espeso de los árboles y de las múltiples especie de arbustos del lugar, el camino es pedregoso, no puedo salir de él… miro hacia atrás y 2 hombres vienen con faroles y uno viene con un hacha… mientras avanzo todo se pone más oscuro y al final del camino hay una entrada a un bosque muy espeso de árboles, uno al lado del otro, lo que me impide avanzar rápido… me interno en él y me tengo que agachar… hay tierra negra espesa… saco un encendedor… y alcanzo a ver que ese lugar era cada vez más siniestro y oscuro, árboles torcidos hacia el suelo,… de pronto escucho gruñidos como de bestias… me detengo… intento oír de donde provienen los ruidos para saber qué era esa  bestia o lo que fuera… enciendo de nuevo el zippo… y frente a mí, a unos 4 metros hay una especie de hombre agazapado, como un mutante, de piel café, muy sucio, con dientes horribles, orejas raras y con una mirada de bestia salvaje… los gruñidos siguen, mientras, la gente que me seguía ya no lo hacía… me pareció escuchar que la mujer les advertía a los tipos que no entraran en ese lugar donde yo me encontraba… no tengo miedo, estoy ansioso por salir sano y salvo de ese mortuorio lugar… enciendo una vez más el zippo… ahora ya no era uno… eran 4 o 5 los entes que estaban en 4 patas mirando… esperando…»


Der lebendigen wolken 

(Las nubes vivas)

«El sueño cambia… estoy de pie frente al estrecho de Magallanes, con la mirada perdida… viendo las nubes de un atardecer… se acerca un hombre y me pregunta qué miraba tanto, yo le contesto que había algo extraño en las nubes… a lo lejos unos cúmulos negros mostraba que una tormenta furiosa se acercaba… me voy del lugar, voy con la mirada baja, solo caminando… despreocupado de adónde voy, inconsciente del camino… me detengo… llego a un bosque, es tarde, frente a mí el suelo está quemado, como si hubieran hecho una fogata gigantesca, mide 10 metros en círculo, todo el suelo está quemado… hay alguien conmigo, me pregunta qué me pasa, no sé quién es… al parecer me conoce… levanto la mirada y le digo que vea las nubes… «Esas nubes se mueve de forma anormal, como si tuvieran vida propia» - le digo al tipo que está conmigo… «Es verdad» - me responde asustado.

Las nubes comienzan a descender sobre el bosque, son espesas, de un gris muy claro y se mueven como si tuvieran vida… quiero salir, pero cada vez que nos movemos las nubes se agitan como siguiéndonos y bajan cada vez más… me detengo… una gran nube se posa sobre mí, a unos 5 metros y de ella comienzan a salir unas formas tubulares de vapor, de nube, pero con formas… son dos e intentan acercarse, estoy un poco asustado… a nuestro alrededor todo está nublado… los «tubos blancos» se acercan… y yo pienso: «Si me tocan ¿Qué me puede pasar? ¿Voy a morir?» … respiro profundo, me relajo… y espero…»

 

Me despierto… estos dos sueños, tan diferentes uno del otro… me inquietan… necesito saber qué significan.

Pasó mucho tiempo desde mi último relato extraño... y es posible que esta manifestación onírica sea el resultado de mi frágil salud... he estado un poco enfermo.

Gracias por leerme.

Nos vemos. 

 


   

 

jueves, 1 de febrero de 2024

Die Walder meiner dunklen Albträume: [Trompetas y luces extrañas sobre la ciudad]

 


«Era una tarde noche típica de otoño, más bien cerca del invierno... estaba en el centro de la ciudad; en el puente Bories; conversaba con alguien, no recuerdo con quien... miro hacia arriba y noto unas nubes oscuras, y por un momento pensé que se venía una lluvia, comento esto con la persona a mi lado y ambos miramos los cielos cuando de pronto… algunas nubes comienzan moverse de forma extraña, como si se envolvieran en sí mismas, haciendo ruidos profundos que de inmediato llamaron la atención de todos los que paseaban a esa hora... yo comento que eso era demasiado singular, y algo dentro mío me puso de sobre aviso... lo que pasaba era antinatural, de la nada todas las nubes se vuelven marrón oscuro y se mueven de un lado a otro, la gente comienza a asustarse y a escapar... casi de inmediato suenan unas trompetas, era un ruido ensordecedor y todos nos tapamos los oídos... el ruido venía de más allá de los nubarrones... comienzan a separarse las nubes y dejan una especie de círculo gigante en el cielo y varias imágenes muestran todo lo malo que pasa en el mundo de hoy: guerras, protestas, hambruna, etc. Todos estaban asustados y miraban este espectáculo extraño proyectado en el cielo nocturno.... la gente corre, algunos se suben a sus autos y se van, yo salgo rápido e intento volver a mi casa.



El sueño avanza y ahora estoy en mi hogar, entro y le digo a mi madre lo que acababa de suceder y ella me mira y no cree nada de lo que cuento. Otra vez se escuchan esas trompetas que sacuden las paredes, abro la ventana y apunto hacia el gran círculo sobre el centro de la ciudad, mi madre mira asustada y comprueba que mi relato era verdad... luego de esto aparecen muchas luces blancas sobre el cielo, eran como círculos alargados, casi como cigarros pero redondeados y aparecen iluminando la noche negra.

¿Era una invasión?

¿Era real todo eso?

Eran algunas de las inquietudes que pasaban velozmente por mi cabeza.

Suenan las trompetas nuevamente... me tapo los oídos...

Abro los ojos y me despierto».

[Sueño del día 27/01/2024]



 

 

 

 

Cover creado por Simon Heath.

Cover editado por: V.D.M.

 

viernes, 3 de noviembre de 2023

Die Walder meiner dunklen Albträume: [Die Summe meiner Träume]



Lo que van a leer es un compilado de 3 sueños que tienen una lógica en común, y los uní en este relato al que he llamado: «La suma de mis sueños»

Muchos de mis sueños-pesadillas son la continuación de otros que he tenido, algo que también debo decir es que, a veces, puedo despertarme y luego volver a retomar uno de ellos, esto, por supuesto, concentrándome profundamente, me ha pasado en raras ocasiones, pero sí es posible hacerlo. Todos estos S-P son como películas y tienen una especie de hilo conductor.

 

«Siento que mi cuerpo tiembla... ¿Estoy en mi cama? - me pregunto:

¿Por qué tengo tanto frío?

Estoy vestido y muy arropado, levanto lo que me cubre y mi sorpresa es mayúscula, cae nieve, miro, haciendo un barrido con la vista y no hay lugar que no esté bajo la nieve... y estoy sobre un carretón... alguien me lleva, todo es blanco, apenas se distingue el paisaje... le grito a quien me lleva, se da vuelta y es mi camarada Odhinn.

- ¡Por fin despertaste! ¿Estás bien?

- ¿Dónde estamos? - le pregunto.

- Buscamos algún lugar donde pasar la noche... ¿No te acuerdas de nada?

Le contesto que no, me bajo del carretón y le ayudo a tirar de él.

- “No recuerdo nada” - le digo.

- “Después te cuento, apuremos la marcha” - me responde.

Entre tanta nieve el camino desaparecía, no se podía ver a 5 metros... veo algunos cerros y nada más.

 

Todo se diluye... ahora estamos sobre una montaña, caminando por un sendero muy estrecho, congelado... sigue cayendo nieve.

- Ahí hay una caverna, mira - le digo a Odhinn.

- ¿Dónde?

Le apunto que a unos 4 metros debajo se encuentra un posible refugio, pero acceder a él no va a ser nada de fácil. Sacamos unas sogas y las amarramos a un árbol y calculamos los riesgos... “Yo voy primero” - le digo.

Comienzo a descender, todo está frágil y resbaloso, sigo bajando y llego a una entrada oscura... le grito que baje... ahora ambos estamos a punto de ingresar a un lugar desconocido.

¿Qué encontraremos?

Caminamos con lentitud, no tenemos linternas, y no se ve nada. Antes de entrar nos propusimos no emitir sonido alguno, para evitar alertar a lo que fuera que estuviera habitando esos rincones llenos de tinieblas.

No sé cuánto tiempo pasó... y logro salir... miro, y a unos 3 metros hay una carretera, no hay nada de nieve, pero sí hace muchísimo frío. Miro hacia atrás y mi camarada Odhinn no aparece, lo llamo varias veces y nada. Decido salir al camino para ver dónde me encuentro... es un camino pavimentado que sube hacia algún lugar, y hacia abajo lleva a una ciudad lejana que está casi a oscuras. 

Decido bajar, y a medida que avanzo van apareciendo casas, todo está en silencio, no hay nadie, los autos estacionados son pocos, y los que quedan están sucios, abandonados desde hace tiempo.

A unas 5 cuadras distingo movimiento, es gente... tengo dudas y me escondo... a los minutos pasan a mi lado, es gente que lleva cosas: maletas, carritos con sus pertenencias, caminan en silencio, no se miran, tienen frío, algunas mujeres van desabrigadas, otros llevan ropa sucia y maltrecha. Salgo y me uno para preguntarle a alguien lo que pasa y hacia donde se dirigen. Aparece una mujer que comienza a entregarle una especie de saco de dormir a 2 señoras que van con las manos vacías, que no llevan nada, ese saco es como un tubo que ellas se colocan y las envuelve, abrigándolas. Todo es muy extraño.

Esas personas marchan, como dormidos.

Me detengo, no quiero ir con ellos.

Vuelvo y me interno de nuevo en la caverna, “Debo encontrar otro camino en medio de esta oscuridad” - me repito en la mente.

 

Todo se disuelve... y de pronto salgo a un lugar con luz, es de día... me refriego los ojos, me duelen, y pestañeo varias veces para que mi vista se acostumbre... estoy en otra montaña, todo está seco, comienzo a subir, buscando la cumbre, deseo ver qué hay más allá para tomar una decisión.

Llego al final del camino de tierra... mucho más abajo, fuera de esta montaña en la que estoy, hay cerros de piedra y se ven caminos y acantilados, en uno de ellos puedo distinguir otra entrada al interior de un cerro. Sigo buscando con la mirada algo a lo lejos que me impulse a descender... hay otra carretera y hay gente que está con sus autos, están estacionados, se divierten, se ven alegres... algunos están mirando al cielo, como buscando algo, yo hago lo mismo, como intentando entender que buscan. Sin aviso alguno el suelo tiembla, muy suave... miro hacia el sur de donde estoy y veo que algo enorme comienza descender, es un meteoro enorme que se abre paso entre las nubes, cae lento... abajo la gente corre... yo ya no puedo esconderme en ninguna parte, no hay un lugar que esta vez me proteja... y respiro profundo, como siempre lo hago para enfrentar algo que no se puede cambiar, y acepto con valentía mi destino... esa roca cae, en un lugar muy lejano, luego de 3 o 4 minutos llega el viento y el polvo... me agacho y me sostengo fuertemente de unas rocas. Me levanto, la gente sigue corriendo... pero ya es tarde, vienen unas olas gigantes de tierra, fuego y muerte... abro los brazos... y cada molécula de mi cuerpo siente como el ardor y la materia me traspasan, me consumen... “Estoy muerto” - me digo.

¿Qué habrá más allá de mis sentidos?

Caigo de rodillas... no veo nada, solo flota en el aire mucho polvo, hace calor... observo mis manos y no estoy quemado, no me ha quemado el fuego, no estoy muerto.

Poco a poco decanta todo ese material, sale un leve viento que comienza a disipar esta niebla de polvo.

Todo es un desierto gris.

Ya no hay nada, no queda nada».

 

Abro los ojos y me despierto.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cover creado por Simon Heath.

Cover editado por: V.D.M.

  

viernes, 20 de octubre de 2023

Die walder meiner dunklen albträume IV [Die Pfade - Los Senderos]




«Estoy frente al Estrecho de Magallanes... la noche es muy oscura, apenas se ve el mar, me doy vuelta y a mis espaldas no hay nada, solo oscuridad. Vuelvo la mirada al océano... esta vez se distinguen luces, verdes, amarillas y rojas, unas más cercanas, otras más lejanas. A unos 30 metros veo algo como una serpiente gigante debajo del mar e ilumina de color verdoso las aguas calmas, permanece quieta, es escalofriante. Muy a lo lejos hay varias "cosas" que no distingo, que también iluminan las aguas, veo algo como un dragón colosal... es hermoso, los colores son lo único que ilumina esa oscuridad.

Cierro los ojos... y ahora estoy en un bosque, es inmenso... y hay varios senderos de piedrillas que llevan a varias partes, avanzo y bajando un pequeño montículo llego a la primera senda... emprendo la marcha, siempre atento a cualquier cosa.

Llego a un punto donde hay una vereda terrosa frente a mí que sube un cerro no muy alto, todo es un verde desaturado, hermoso, y hay 2 senderos, uno a cada lado... el de la izquierda lleva a un camino sinuoso, el de la derecha a un camino recto. Respiro y tomo la decisión de ir al de la izquierda, algo en mi interior me dice que vaya al sendero derecho, pero prefiero ver primero que me aguarda el sendero con curvas.



Salgo del bosque y hay una colina y arriba hay un castillo negro, y en el fondo hay montañas... y el camino que lleva a ese lugar está custodiado por hombres de torso desnudo, pantalones negros, anchos, están descalzos y con capuchas como de verdugo... permanecen de pie, inertes... tengo dudas... no sé si seguir... avanzo despacio... son alrededor de 10 hombres... y detrás de ellos distingo un puente de madera... y más lejos aún hay lanzas de 4 metros adornando el camino... no hay árboles... y tomo el camino de regreso, es tarde y no quiero estar en ese lugar cuando caiga la noche, apresuro mi andar, quiero ir al sendero de la derecha.

Salgo del bosque y veo que el camino termina en un precipicio, y la distancia entre los bordes es de alrededor de 3 cuadras, y hay un pequeño puente colgante, muy delgado, corroído. Sobre el espacio abierto hay árboles talados, oscuros, chuecos... muy ramificados flotando en el aire, son enormes... estoy asombrado de la belleza del lugar a pesar de lo tenebroso, ya cae la noche y me apuro para llegar al otro lado.

Ahora es de noche, no sé cuánto caminé… veo una enorme casa de piedra, es rectangular... sin ventanas. Ingreso, cauteloso... por dentro es muy enorme, más de lo que imaginaba, es amplia a ambos lados, hay pilares y antorchas en las paredes que alumbran el lugar... se escuchan murmullos...

Hay un pasillo largo... al llegar al final ingreso en otro cuarto muy grande... hay mucha gente, vestidas con harapos, es como si estuviera en una villa de algún siglo muy viejo en el tiempo, algunos hombres usan capuchas, otros llevan máscaras, todos son horribles, comercian, se mueven de un lado a otro, pero nadie me mira, siguen balbuceando palabras que no entiendo.

De pronto todos se detienen... se dan vuelta y me observan».

 

Abro los ojos y me despierto. Otro sueño extraño, lleno de símbolos.

Este sueño oscuro lo tuve el día martes del mes en curso.

 

Si tengo otro sueño negro se los cuento. Gracias por leerme.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Portada:

Creada por: Simon Heath.

Editada por: V.D.M. 

viernes, 13 de octubre de 2023

Die walder meiner dunklen albträume III: «Punta Arenas: La ciudad de los muertos vivientes»



Los sueños oscuros (pesadillas) que relato son parte de mi vida, los he tenido de siempre y me llevan a deambular por distintos «mundos» distópicos de horror, misterio y suspenso. Me acostumbré tanto a esto que con los años dejé de sentir incomodidad o miedo; y hablo de cuando era muy niño; eran algo intrigante para mí, por esa razón me dediqué a estudiar y a investigar todo lo relacionado al tema.

Para la mayoría son pesadillas, hoy para mí son aventuras excitantes que me exigen al máximo mi capacidad de soportar cuanta bestia o monstruo aparecen en ellas.

He aquí otro de mis sueños que comparto con ustedes.

 

«Abro los ojos, estoy en otro lugar... siempre comienzan así estos sueños oscuros, como si me hubieran puesto ahí. Es mi ciudad, por ubicuidad me daba la impresión de que estaba más allá de Zona Franca, calle Bulnes.

Había muchos edificios de habitaciones, se notaba que eran de gama alta, sector muy acomodado... era tarde-noche, las calles estaban vacías. Camino despacio, viendo hacia todos lados, siempre cauto y tratando de escuchar algo que me diera indicios de lo que pasaba.

Nadie en las avenidas.

Todo en absoluta quietud.

Avanzo hacia unas calles que subían... de pronto veo a lo lejos 2 figuras que caminaban a unos 20 metros, no se distinguen bien... me escondo detrás de un auto. Siento un pequeño gruñido... lo que me temía, son muertos vivientes. Desde una casa veo movimientos de cortinas, les hago señas. Nada. Se esconden.

Ahora lo único que pienso es: encontrar armas para defenderme.

Ruidos a mis espaldas, vienen de una calle aledaña... varios muertos me ven y vienen por mí. Corro, intentando no hacer mucho ruido. Los muertos no corren, caminan lento... salto una cerca e intento ingresar a una casa, pero primero me cercioro de que no haya nadie dentro que me pueda disparar.

No hay nadie.

Empujo fuertemente la puerta... todo está oscuro... voy al comedor. Nadie.

Entro a una sala de estar, todo ordenado... no hay nada, ni armas, ni almas.

Subo al segundo piso... lo hago casi a gatas. Nada.

Ingreso a una habitación... registro todo.

Me voy.

Cruzo la cerca y me voy calles abajo y me detengo de golpe... en una calle hay cientos de muertos de pie, quietos... como esperando.

Uno me mira, gruñe y todos comienzan a cazarme y acelero mi paso a toda velocidad, ya no era tan necesario correr, debía mantener energías.

Camino y camino, desesperanzado... porque no tenía nada para defenderme y lo único que deseaba era una arma.

Todo se diluye y estoy en otra parte... y ahí están mis camaradas de la vida, me acerco, los abrazo y los saludo, me preguntan si estaba bien, les contesto que sí. Con ellos habían otras personas que no conocía, y ellos me cuentan que eran algunos sobrevivientes que se habían encontrado en el camino. Su meta era llegar al ferry para salir de la ciudad e ir a Tierra del Fuego.



Avanzamos zigzagueando por pasajes y calles para evitar a los muertos y entonces vimos algunos autos militares en llamas, y nos acercamos y para nuestra felicidad había armas, escopetas, fusiles de asalto y otras cosas, yo tomé una mochila militar y la llené de municiones mientras mi camarada Christian hacía lo mismo, Víctor, su hermano recogía todo lo que pudiera servir, chaquetas, etc. Una vez que terminamos seguimos caminando hacia nuestro objetivo, y en eso aparecen varios zombis y nos atacan, yo comencé a disparar tratando de utilizar las municiones lo mejor posible, las cabezas explotaban, y uno a uno los muertos van cayendo... y comenzamos una carrera a toda prisa porque era obvio que con tanto disparo esto ya habría alertado a otras hordas de hambrientos zombis.

Estábamos exhaustos... y a la vista estaba el lugar donde se suponía habría ferris rescatando gente... pero allí no había nada.

Miramos al estrecho y todo era desolación, ningún barco o barcaza en el horizonte. El sueño de la gente que andaba con nosotros se desmorona y muchos se ponen a llorar y a enloquecer. Las mujeres de más edad se derrumban en el suelo como dando todo por perdido. Yo los insto a seguir y a dirigirnos por la orilla del mar hacia la ciudad nuevamente para encontrar el puerto. Ir al aeropuerto era un viaje demasiado largo y cansador.

Mientras cargábamos las armas alguien nos alerta de lo inevitable... miles y miles de zombis se acercan, adonde mirabas habían muertos vivientes, y en grupos se desplazaban más rápido... se acercaban, y las mujeres que nos acompañaban eran lentas y estaban agotadas.

Miro a mis camaradas y les digo:

- Víctor, Christian... sigan ustedes, yo los cubro, yo me quedo. Voy a intentar retrasarlos lo más que pueda... ¡Váyanse!

Christian, mi hermano y camarada se pone a llorar y grita de rabia negándose a que  yo me quedara solo a morir. Su hermano lo instaba a cumplir mis deseos.

Ellos - los zombis - están a 12 metros y vienen hambrientos y furiosos...

Apunto y disparo, caen decenas... mi arma escupe metralla a nivel de las cabezas y muchos disparos dan en el blanco, los zombis que caen hacen tropezar al resto y esto comienza a retrasar a las hordas.

- ¡Váyanse! ¡Rápido! - les grito.

Christian escupe el suelo y le grita a su hermano y le dice que se vaya y que cuide al grupo de supervivientes...

- Yo me quedo con él - le dice.

Víctor se enoja y lo agarra del brazo intentando obligar a su hermano de sangre a desistir de su decisión.

- ¡Lárgate mierda! ¡Lárgate mierda! – le grita llorando.

El grupo se aleja corriendo.

Ambos sacamos todas las armas que nos quedaban y nos preparamos para la pelea final, era nuestra muerte segura, pero queríamos irnos peleando.

Lanzamos granadas, los cuerpos volaban en pedazos por los aires, tripas, sesos, brazos y sangre por doquier.

- ¡Vengan hijos de puta! ¡Vengan! - gritaba Christian mientras se fumaba un cigarrillo. Sus lágrimas ensuciaban su empolvada cara, pero su sonrisa era la de un hombre que estaba decido a morir.

- Fue un gusto haberte conocido hermano - le digo.

- Para mí también hermano - me responde.

Una lluvia de balas cayó sobre las hordas... a 3 metros... a 2 metros... a 1 metro».

 

Me despierto de golpe, cansado y sollozando, como si hubiera llorado. Y días después le cuento este sueño a mi camarada Christian y él me dijo que no tendría ninguna duda de hacer lo que él hizo en mi sueño.




 

 

 

 

Extraído de mis múltiples sueños oscuros. Muchos de ellos los tengo escritos.

Logo creado por: Aghy Purakusuma para la banda Firienholt.

Logo fue editado para este artículo.

 

 

 


jueves, 12 de octubre de 2023

Die walder meiner dunklen albträume II [Los bosques de mis oscuras pesadillas]

 



«Estoy en una calle que no conozco, es de noche y quiero volver a mi casa. Miro hacia ambos lados, como buscando la ruta correcta. Me inquieto. En mi interior me pregunto cómo llegué a ese lugar.

De la nada comienza a temblar, es un terremoto muy fuerte… la gente comienza a salir de sus casas… todos corren, hay gritos, decenas, miles de voces que llenan la noche de caos y miedo… las calles se abren, se rompen violentamente, me quedo quieto, hurgando en mi mente, buscando una salida, intentando encontrar una ruta... y comienzo mi búsqueda, quiero volver a casa...

Llego a una avenida, la noche se comienza a iluminar, los cielos negros se tornan rojos, naranjas... hay incendios... a lo lejos veo que de la tierra sale lava... la gleba se sacude... la gente se atropella, hay mucho miedo y caos galopante por las calles. De pronto reflexiono que no es conveniente ir a mi casa, primero debo buscar tierras altas para sobrevivir.

Comienzo a subir a la parte más alta de la ciudad, donde hay una catedral grande (similar a las iglesias góticas de Europa)... no hay autos en movimiento, solo se escuchan los gritos en la ciudad, giro mi cabeza para ver lo que sucede, y desde esta altura en la que me encuentro puedo ver con claridad lo que sucede... incendios gigantes consumen todo, es escalofriante... sigue temblando.

Ahora estoy en las puertas de la catedral, pero está cerrada... la pateo, la empujo y no se abre. Rodeo el lugar y veo una pequeña ventana, la rompo e ingreso. Todo es oscuridad, camino con cuidado tanteando las paredes y encuentro una puerta, la abro.

El lugar es muy grande, todo el lugar se ve gris, hay cenizas... ventanales rotos... todo es silencio… no hay nadie.

Un ruido fuerte viene de la gran puerta principal, me giro y veo un tipo parado en la entrada, en su mano derecha lleva un gran cuchillo carnicero, no puedo verle el rostro... usa una chaqueta estilo militar verde oliva, jeans sucios y zapatos de trabajo... avanza hacia mí... retrocedo... él apura el paso y levanta el brazo para acuchillarme, lo esquivo, caigo sobre algunas bancas... se abalanza sobre mí violentamente y por poco me hiere, me levanto y corro buscando una salida, hay una puerta, la abro... hay un largo pasillo con puertas interminables al lado izquierdo, a la derecha hay ventanas que están a una altura de 4 metros que dejan entrar algo de luz roja de los fuegos de la ciudad. Inicio mi carrera para salir del lugar, detrás mío viene el desconocido... pruebo puerta por puerta y todas están cerradas o bloqueadas. Mientras corro el pasillo se hace más largo... y al final hay otra puerta... le doy una patada y se abre... y aparezco al principio de la catedral, en el salón grande, donde comenzó todo... me doy vuelta y el tipo que quiere matarme está de pie en la entrada, es como si hubiera corrido en círculos, o como si estuviera en un bucle horrible sin fin... y todo comienza de nuevo, la misma situación... caigo de espaldas entre las bancas, pero esta vez enfrento al asesino, me concentro, lo miro fijamente... se acerca e intenta clavar el cuchillo en mi torso y yo detengo el cuchillo con mi mano, el filoso instrumento me atraviesa entera la mano, el dolor es intenso... y ahí puedo ver el rostro de ese hombre... pálido, con ojos de odio mirándome... es mi padre.

Me despierto, me siento en mi cama... pero siento un dolor terrible en mi mano, la miro y tengo una herida grande como si alguien me hubiera acuchillado... estoy perplejo por lo que estoy viendo, ¿Cómo es posible que tenga una herida que traje de mi pesadilla?... no puedo creer lo que veo... y de repente y muy lentamente esa herida comienza a desaparecer, frente a mis ojos... muevo la mano, la cierro y la abro y el dolor se va.

Luego de esto mi mente se aclara y recuerdo haber leído que algunas personas al despertarse pueden estar todavía entre estar dormido y despierto a la vez, es una frontera bastante peculiar pero que sucede... y en mi caso era obvio, desde niño sufro de trastornos del sueño».




 

 

 

Extraído de mis múltiples sueños oscuros.

Logo creado por: Aghy Purakusuma para la banda Firienholt.

Logo fue editado para este artículo.

Imagen de la catedral creada por mí.