Lo que
van a leer es un compilado de 3 sueños que tienen una lógica en común, y los uní en
este relato al que he llamado: «La suma de mis sueños»
Muchos
de mis sueños-pesadillas son la continuación de otros que he tenido, algo que también debo
decir es que, a veces, puedo despertarme y luego volver a retomar uno de ellos, esto,
por supuesto, concentrándome profundamente, me ha pasado en raras ocasiones,
pero sí es posible hacerlo. Todos estos S-P son como películas y
tienen una especie de hilo conductor.
«Siento que mi cuerpo tiembla... ¿Estoy en mi
cama? - me pregunto:
¿Por qué tengo tanto frío?
Estoy vestido y muy arropado, levanto lo que me
cubre y mi sorpresa es mayúscula, cae nieve, miro, haciendo un barrido con la
vista y no hay lugar que no esté bajo la nieve... y estoy sobre un carretón...
alguien me lleva, todo es blanco, apenas se distingue el paisaje... le grito a
quien me lleva, se da vuelta y es mi camarada Odhinn.
- ¡Por fin despertaste! ¿Estás bien?
- ¿Dónde estamos? - le pregunto.
- Buscamos algún lugar donde pasar la noche...
¿No te acuerdas de nada?
Le contesto que no, me bajo del carretón y le
ayudo a tirar de él.
- “No recuerdo nada” - le digo.
- “Después te cuento, apuremos la marcha” - me
responde.
Entre tanta nieve el camino desaparecía, no se
podía ver a 5 metros... veo algunos cerros y nada más.
Todo se diluye... ahora estamos sobre una
montaña, caminando por un sendero muy estrecho, congelado... sigue cayendo
nieve.
- Ahí hay una caverna, mira - le digo a Odhinn.
- ¿Dónde?
Le apunto que a unos 4 metros debajo se
encuentra un posible refugio, pero acceder a él no va a ser nada de fácil.
Sacamos unas sogas y las amarramos a un árbol y calculamos los riesgos... “Yo
voy primero” - le digo.
Comienzo a descender, todo está frágil y
resbaloso, sigo bajando y llego a una entrada oscura... le grito que baje...
ahora ambos estamos a punto de ingresar a un lugar desconocido.
¿Qué encontraremos?
Caminamos con lentitud, no tenemos linternas, y
no se ve nada. Antes de entrar nos propusimos no emitir sonido alguno, para
evitar alertar a lo que fuera que estuviera habitando esos rincones llenos de
tinieblas.
No sé cuánto tiempo pasó... y logro salir... miro, y a unos 3 metros hay una carretera, no hay nada de nieve, pero sí hace muchísimo frío. Miro hacia atrás y mi camarada Odhinn no aparece, lo llamo varias veces y nada. Decido salir al camino para ver dónde me encuentro... es un camino pavimentado que sube hacia algún lugar, y hacia abajo lleva a una ciudad lejana que está casi a oscuras.
Decido bajar, y a medida que avanzo van
apareciendo casas, todo está en silencio, no hay nadie, los autos estacionados
son pocos, y los que quedan están sucios, abandonados desde hace tiempo.
A unas 5 cuadras distingo movimiento, es
gente... tengo dudas y me escondo... a los minutos pasan a mi lado, es gente
que lleva cosas: maletas, carritos con sus pertenencias, caminan en silencio,
no se miran, tienen frío, algunas mujeres van desabrigadas, otros llevan ropa
sucia y maltrecha. Salgo y me uno para preguntarle a alguien lo que pasa y
hacia donde se dirigen. Aparece una mujer que comienza a entregarle una especie
de saco de dormir a 2 señoras que van con las manos vacías, que no llevan nada,
ese saco es como un tubo que ellas se colocan y las envuelve, abrigándolas. Todo
es muy extraño.
Esas personas marchan, como dormidos.
Me detengo, no quiero ir con ellos.
Vuelvo y me interno de nuevo en la caverna,
“Debo encontrar otro camino en medio de esta oscuridad” - me repito en la
mente.
Todo se disuelve... y de pronto salgo a un
lugar con luz, es de día... me refriego los ojos, me duelen, y pestañeo varias
veces para que mi vista se acostumbre... estoy en otra montaña, todo está seco,
comienzo a subir, buscando la cumbre, deseo ver qué hay más allá para tomar una
decisión.
Llego al final del camino de tierra... mucho
más abajo, fuera de esta montaña en la que estoy, hay cerros de piedra y se ven
caminos y acantilados, en uno de ellos puedo distinguir otra entrada al
interior de un cerro. Sigo buscando con la mirada algo a lo lejos que me
impulse a descender... hay otra carretera y hay gente que está con sus autos,
están estacionados, se divierten, se ven alegres... algunos están mirando al
cielo, como buscando algo, yo hago lo mismo, como intentando entender que
buscan. Sin aviso alguno el suelo tiembla, muy suave... miro hacia el sur de
donde estoy y veo que algo enorme comienza descender, es un meteoro enorme que se
abre paso entre las nubes, cae lento... abajo la gente corre... yo ya no puedo
esconderme en ninguna parte, no hay un lugar que esta vez me proteja... y
respiro profundo, como siempre lo hago para enfrentar algo que no se puede
cambiar, y acepto con valentía mi destino... esa roca cae, en un lugar muy
lejano, luego de 3 o 4 minutos llega el viento y el polvo... me agacho y me
sostengo fuertemente de unas rocas. Me levanto, la gente sigue corriendo...
pero ya es tarde, vienen unas olas gigantes de tierra, fuego y muerte... abro
los brazos... y cada molécula de mi cuerpo siente como el ardor y la materia me
traspasan, me consumen... “Estoy muerto” - me digo.
¿Qué habrá más allá de mis sentidos?
Caigo de rodillas... no veo nada, solo flota en
el aire mucho polvo, hace calor... observo mis manos y no estoy quemado, no me
ha quemado el fuego, no estoy muerto.
Poco a poco decanta todo ese material, sale un
leve viento que comienza a disipar esta niebla de polvo.
Todo es un desierto gris.
Ya no hay nada, no queda nada».
Abro los ojos y me despierto.
Cover creado por Simon Heath.
Cover editado por: V.D.M.