martes, 24 de octubre de 2023

Tales of a zombie apocalypse (Part 1 - Part 2)



RELATOS DE UN APOCALIPSIS ZOMBIE

Autor: Vantriani

 

Antes de que se iniciara esto que todos llaman “el fin de los tiempos” existían muchas teorías sobre como sucedería, se hablaba del final bíblico con ángeles y demonios por todos lados, de una invasión extraterrestre, de un revolución de las maquinas e incluso del cambio climático y créeme que este último era el que más me convencía a mí, pero al final de cuentas todo fue a lo grande, algo que muchas películas y videojuegos nos había enseñado pero que en realidad nadie estaba preparado para vivirlo, creo que ya sabes a qué me refiero, el apocalipsis zombi, así es, pero no fue nada fantástico lo que lo ocasionó, ni alguna enfermedad o al menos eso creemos, más bien fue toda la basura que se tiraba en los océanos, algunos desechos eran químicos los cuales incrementaron la reproducción de un virus desconocido hasta ese momento por el hombre, todo fue muy rápido, los peces se contaminaron del virus, algunas personas los comieron y sin darse cuenta se estaban infectando y después teníamos la crisis mundial, los primeros infectados llegaban a los hospitales, cada vez se documentaban más casos alrededor del mundo, no pudieron controlarlo y de un día para otro miles de personas murieron por el virus o al menos eso creían, no tardaron mucho en regresar y atacar a todo aquel que encontraran en su camino, nadie sabe en realidad donde fueron las primeras apariciones de aquellos cadáveres andantes, pero lo que sé es que aquí muchas personas se enfrentaron a ellos logrando salir con vida y algunas más no volvieron a ver el amanecer.

 

PRIMER ENCUENTRO

Avancemos unos días después de los primeros casos de infección vírica, era un jueves cualquiera en la vida del oficial García, todo iba como de costumbre en su jornada de trabajo, ese día le tocaba el turno de noche y se encontraba en el centro de la ciudad en una cafetería cercana a una plaza muy transitada, tomaba un café frío y una rebanada de pastel, esperaba que iniciara su turno para subir a la patrulla e iniciar su recorrido habitual, pasaban las horas y seguía transitando las calles de la ciudad, no había reportes de actividad criminal, se estacionó al lado de una tienda y sacó su celular, respondía los mensajes que tenía y fue ahí cuando su radio emitió un sonido y una voz desde la central le daba aviso que cerca del puerto de la ciudad se había reportado una pelea, encendió el motor y se puso en camino.

Al llegar al lugar habían varias personas amontonadas, tenían a un hombre sometido en el suelo y otro más tenía una gran herida en uno de sus brazos, el hombre que estaba en el suelo parecía estar en un tipo de trance, tenía la boca llena de sangre y no paraba de forcejear, el oficial García lo esposó y con ayuda los vecinos del lugar lo metieron en la parte trasera de la patrulla, una vez ahí escuchó la radio, habían más reportes de peleas y de personas que decían estar siendo acosadas en su casa, el oficial pidió una ambulancia para el hombre con la mordida pero ningún hospital respondió su llamado, de pronto el hombre de la mordida cayó al suelo y empezó a estirar su cuerpo, se agitaba violentamente y abría y cerraba su boca rápidamente, poco a poco fue poniéndose totalmente rígido, las venas en su cuello se marcaron y su rostro se tornó de color rojo, luego de unos segundos su cuerpo se fue aflojando y quedó totalmente inmóvil, todos lo miraban sin decir nada, el oficial se acercó para ver que sucedía y de pronto aquel sujeto abrió los ojos, estaban llenos de sangre, se puso de pie y corrió hacia la persona que tenía más cerca, todos empezaron a huir del lugar, el oficial trataba de pasar entre las personas hasta que llegó a donde se encontraba aquel hombre, estaba sobre un joven de unos dieciséis años, el hombre de la mordida subía y bajaba la cabeza rápidamente arrancando pedazos del cuello de aquel joven, el oficial García desenfundó su pistola, nunca había tenido la necesidad de usarla, sus manos temblaban, estaba muy nervioso, la sujetó firmemente, apuntó al hombre y le pidió que se detuviera, pero aquella escena de canibalismo continuaba, el oficial disparó hacia el hombre pero parecía que no sentía dolor alguno, solo ocasionó que se pusiera de pie y empezara a caminar hacia él, el oficial disparó tres veces más en el torso del sujeto pero este no se detenía, apuntó a la cabeza y luego de dos disparos fallidos logró acertar un tiro justo en la frente del sujeto, el hombre cayó al suelo justo a un costado de los pies del oficial, no sabía lo que acababa de suceder, caminó lentamente hasta su patrulla y trató de ponerse en contacto con la central, pero no había respuesta, sacó su celular, trato de hacer una llamada, pero no había señal alguna, de pronto escuchó más disparos a lo lejos, varios gritos se dejaron escuchar llenando la atmósfera del puerto, tomó su arma y empezó a recargarla, una mano lo sujetó del hombro girándolo bruscamente, era el joven que apenas uno minutos atrás se encontraba muerto, ahora lo tenía encima, trataba de morderlo, el oficial forcejeó y estaba a punto de lograr que lo soltara hasta que sintió una mano más en la pierna, volteó a ver y se dio cuenta que era el hombre al que había derribado antes, aún tenía sangre en la frente, ambos sujetos lograron derribar al oficial y poco a poco empezaron a devorarlo.

 

2

Así fue como sucedió uno de los primeros encuentros con el virus, todo se fue rápido a la mierda, en realidad uno piensa estar preparado para este tipo de cosas, pero una vez que estás en la situación el panorama cambia drásticamente, pero mientras el oficial estaba siendo devorado y poco a poco terminaba su vida, al otro lado de la ciudad empezaban los estragos que ocasionaban los muertos vivientes.

 

SOLO OTRA NOCHE

Jorge era un típico joven de esta época, casi no salía de su casa, prefería pasar las noches en su casa viendo su serie favorita o jugando videojuegos en línea con sus amigos, esa noche hizo lo mismo que hacía todos los fines de semana, encendió su computadora, se colocó los audífonos y empezó a jugar uno de los juegos de moda, habían pasado cerca de dos horas cuando uno de sus amigos les dijo a todos que visitaran su transmisión en vivo, el joven estaba parado frente a su ventana con el celular en mano y grababa su calle principal, habían varios autos que pasaban a toda velocidad, se dirigían afuera de la ciudad, varias personas más corrían por las calles y al fondo se dejaban ver una gran multitud de personas agachadas en la calle - ¿Lo ven? - preguntó el joven que transmitía en vivo, varios de los espectadores le pedían que enfocará mejor la escena, se acomodó en otro ángulo de la ventana e incrementó el enfoque de su celular, casi se pixealeaba todo y de pronto todo quedó claro, esas personas que estaban en la calle se encontraban devorando a una de sus vecinas, el joven se impactó tanto que dejó de transmitir inmediatamente.

 

Jorge no podía creer lo que acababa de ver, se retiró los audífonos y se levantó de su escritorio, caminó hasta su ventana y al abrirla se percató de un panorama que no podía creer, la ciudad tenía varios incendios que la consumían poco a poco, en la casa de enfrente se escuchaban varios gritos y golpes, la puerta estaba derribada y varios de esos seres ensangrentados entraban desesperadamente, de pronto alguien empezó a golpear su puerta, Jorge se alejó de su ventana, los golpes continuaban, tomó lo primero que tuvo a la mano y bajó las escaleras, se detuvo frente a su puerta, los golpes continuaban incesantemente, un fuerte gruñido tras la puerta lo hizo retroceder y subió de nuevo a su habitación, cerró la puerta y se colocó de nuevo frente a su monitor, trataba de buscar algo que le diera una explicación a lo que estaba sucediendo, pero los medios de comunicación tenían tanta información como él, en ese momento, entró a su perfil de Facebook y ya habían varios reportes de ataques en diferentes partes de su ciudad, los videos se empezaban a viralizar y en tan solo unos minutos toda la internet estaba saturada de imágenes de cadáveres andantes devorando a los vivos.

 

Un fuerte estruendo en la parte inferior de la casa le hizo saber que ya habían logrado entrar, no sabía cuántos eran, pero sabía que ya no estaba solo en esa casa, y que era solo cuestión de tiempo para que tuviera que salir a enfrentarlos. Jorge se colocó los tenis más cómodos que tenía, un pantalón de mezclilla y una playera, estaba decidido a salir, tomó la silla de su escritorio y abrió la puerta lentamente, avanzó por el pasillo con todo el sigilo que pudo, el segundo piso estaba despejado, llegó al umbral de las escaleras, entraba la luz de la calle principal, ya no había más puerta, unos quejidos lo pusieron en alerta y levantó la silla, esa sería su única defensa contra lo que sea que estuviera ahí abajo, se encontraba a mitad de la escalera cuando varios disparos se dejaron oír, se encontraban muy cerca, los cadáveres vivientes salieron corriendo de la casa con dirección a donde provenían los disparos, los disparos continuaron por unos segundos más y Jorge contempló que varios muertos vivientes corrían por las calles, de pronto se dio cuenta que aún sujetaba fuertemente la silla delante de él, la soltó y la colocó a un costado de la entrada, sacó su teléfono celular y trató de comunicarse con alguno de sus familiares, pero la señal estaba muerta, guardó el celular y se dio cuenta que en la calle aún se encontraba una criatura más, le faltaba uno de los brazos, estaba llena de sangre y su rostro estaba carcomido, Jorge se ocultó rápidamente detrás de la puerta pero en un descuido golpeó la silla haciendo un fuerte ruido, la criatura empezó avanzar hacia la entrada de la casa con su único brazo por delante, Jorge salió rápidamente tomando la silla y golpeando a la criatura directamente en la cabeza, la criatura se balanceó perdiendo el equilibrio y Jorge aprovechó para derribarla con otro golpe más, y una vez en el suelo continuó golpeándola, llenándose los zapatos de sangre y manchando su playera de varias manchas de sangre que volaban por los aires con el ir y venir de la silla, una vez que vio que aquella criatura ya no se movía se detuvo, se quedó observando la imagen por unos instantes y de pronto escuchó un motor de auto que se acercaba, era un vehículo del ejército, Jorge levantó ambas manos: Estoy bien - gritó con alegría, al mismo tiempo que las luces del vehículo lo enfocaban, Jorge encandilado agachó la mirada y colocó sus manos frente a su rostro para tapar un poco la luz, trató de avanzar hacia el vehículo pero una lluvia de balas lo recibió a mitad del camino, Jorge cayó al suelo, tenía el torso lleno de balas, varios soldados empezaron avanzar por las calles, uno de ellos se paró a un costado de Jorge el cual aún podía mover sus manos, trataba de sujetarle la bota militar, el soldado desenfundó su arma y dio el tiro de gracia, logrando ver como se iba el último rastro de vida en los ojos de Jorge.

 

Continuará…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:

Booknet.com

Edición final: V.D.M.