sábado, 6 de diciembre de 2025

Dimensjonsløs Svarthet



«Es un mundo que parece respirar con dificultad, donde la paz se asemeja a una anorexia y las manipulaciones, los odios y las guerras exhiben una obesidad mórbida, los vientos soplan con un hedor rancio.

 

Los mares, como tiburones hambrientos, ya perciben el olor de la sangre. Los mares de vidrio se sacuden en sus cimientos, como las ramas de los viejos robles gigantes en épocas pretéritas.

 

La gleba, expectante, aguarda, mientras la madre naturaleza ruge con furia, manifestándose a través de sismos, inundaciones y desastres que nos recuerdan nuestra fragilidad.

 

Este es el retrato de un mundo sumido en una parálisis constante, asfixiado por el mal, conducido por las élites y aprisionado por la tecnología.

 

Las campanas, antaño símbolos de esperanza y guía, han sido silenciadas, ocultando la presencia de entidades con escamas, seres que se mueven en las sombras, tejiendo sus redes de control y dominación.

 

Cuando las hienas, carroñeras y oportunistas, lo dominan todo, es porque el león yace en silencio, herido o postrado.

 

Hemos sido despojados de lo mejor que poseíamos, de la esencia misma de nuestra humanidad. Las viejas construcciones, testigos mudos de un pasado tartárico glorioso, nos recuerdan lo que fuimos y lo que perdimos.

 

En un tiempo no muy lejano, lo teníamos todo: energía libre, la capacidad de acceder al éter, esa fuente inagotable de conocimiento y poder que se extendía por toda la extensa, fija e inamovible Tierra. Pero la maldad, con su astucia y crueldad, se apoderó de este mundo, transformándolo en una mega prisión, un escenario donde los monstruos, en sus múltiples formas, reinan y dictan las reglas.

 

Este mundo, que una vez fue un paraíso, se ha convertido en un reflejo de nuestras propias tinieblas.

Las sombras sepultaron todo y la muerte de otro mundo hoy lleva el nombre de historia.

 

La verdad se diluye, el odio crece, la manipulación y las mentiras siguen floreciendo en esta gran necrópolis de almas pedidas.

 

En este escenario desolador y lúgubre, la esperanza sigue siendo una quimera. Pero, ¿es realmente así?

 

¿Estamos condenados a vivir en este mundo siniestro, o existe una posibilidad de redención? La respuesta, como siempre, reside en nosotros mismos, en nuestra capacidad de lucha.

 

¿Esta opaca y pálida humanidad podrá despertar de este letargo mortal, romper las cadenas de la manipulación y la opresión? Al parecer no.

 

¿Recuperarán —los humanos— la capacidad de pensar por ellos mismos, de cuestionar las verdades establecidas, de buscar la verdad y la justicia?

 

¿Podrán reconstruir los lazos de solidaridad y cooperación, de amor y compasión, entre tanta inmundicia y dolor?

 

Es un mundo que muere lentamente, en medio de brillantes luces que ciegan las mentes. Execrados en esta burbuja, solos, sin compañía divina.

 

La maldad es dueña de este mundo peligroso y cruel, de esta eterna cárcel donde debemos convivir con monstruos, hienas, demonios y sombras.

… es una sempiterna oscuridad sin dimensiones».




 

Escrito por: Jarl Asathørn.

Portada creada con AI.