«Rosa de la
mañana cabalgas y traes la luz,
te levantas
de las tierras del trono en las profundidades
del océano.
Desde el este
vuela sobre el joven fuego brillante y
día brillante.
¿Por qué tus
ojos parecen tan poco acogedores?
Estas
tierras están malditas y yo estoy sumido en el
miedo.
¿Por qué
este miserable camino me ha traído hasta
aquí?
El fuego y
la oscuridad luchan sin piedad.
En la guerra
santa no hay lugar para el descanso.
Amanecer,
¿Qué ves?
¿Con quién
hablas?
No lo dejes
ir, no lo dejes huir.
Necesito
saber por qué ha venido, a quién ha visto.
Ahora se
yergue un titán alto y sus ojos me miran
fijamente,
siento su ardiente ira,
su luz es
abrumadora.
Corro hacia
una sombra fugaz.
Mientras la
oscuridad protege valientemente,
los hijos
del amanecer atienden su llamada,
vientos
abrasadores soplan con ira.
Mortal, ¿Qué
has visto?
¿Con quién
has hablado?
¿Lo has
dejado ir
o has
ayudado a liberarlo?
Necesitas
saber.
Cómo llegó.
Quién era.
Aquí se
yergue el titán y sus ojos me miran fijamente.
Siento su
ira creciente su luz es intensa y cegadora.
No hay
sombra que se arrastre mientras la oscuridad
desciende
cobardemente.
Helios se
eleva al norte y yo caigo de rodillas.
Estas
tierras están malditas y yo estoy sumido en el miedo.
¿Por qué
este miserable camino me ha llevado hasta aquí?
El fuego y
la oscuridad luchan sin piedad.
En la guerra
santa no hay lugar para el descanso.
Me inclino
ante él, el Orbe Dorado, con yelmo dorado
y túnicas
deslumbrantes.
Sus corceles
cabalgan con llamaradas de fuego.
Su aureola
brilla mientras habla».
Fuente:
Letra: Dis Pater.
Logos creados
con AI.
Edición final: Jarl Asathørn.