LA
TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL
«La
transformación espiritual no es el resultado de la combinación de distintos
factores, sino que aparece de pronto, mágicamente, y produce la alquimia de
convertir en oro la opaca realidad de la vida cotidiana que tiene como centro
de referencia al ego.
Esta
transformación hace surgir del espíritu: claridad de conciencia, sabiduría,
veneración por la vida, ausencia de violencia, pérdida del miedo y conciencia
de la unidad entre nosotros y el mundo.
La
claridad significa estar en todo momento consciente de nosotros mismos, tanto
estando despiertos como dormidos y hasta soñando; y en lugar de tener la
conciencia bloqueada por el entorno, ésta permanece siempre abierta a sí misma
en forma atenta y despreocupada.
La
sabiduría surge al estar conectados con el nivel de conciencia que todo lo sabe
y que nos brinda seguridad y firmeza.
La
veneración por la vida se siente cuando estamos en contacto con la fuerza vital
y podemos sentir su poder en nosotros mismos y en el mundo que nos rodea. Por
un lado, gozamos de nuestro libre albedrío y podemos tomar decisiones y por
otro comienzan a suceder una serie inexorable de acontecimientos externos que
se ocupan de los detalles.
La
mayoría de las personas son prisioneras de la dualidad, viven aislados creyendo
que todo lo que ocurre afuera es caótico e independiente de lo que le ocurre
internamente. Sin embargo, una inteligencia oculta mantiene el increíble orden
de la vida y permite a su vez el cambio.
Nuestra
existencia no transcurre a merced de los avatares del azar, porque está
protegida por esa inteligencia; y para poder comprobarlo, hay que estar alineado
a ella. De esta forma quedará revelado que no importan los cambios porque la
totalidad permanece.
La
totalidad es real, factible, confiable y comprobable.
En
el mundo de la dualidad, tenemos miedo y estamos siempre preocupados, porque
pensamos que nos puede pasar cualquier cosa; y la amenaza externa es perder el
control de las cosas.
Si
pensamos desde la totalidad o desde la realidad única, sabemos que esa
situación la ha creado nuestro Ser más profundo por alguna razón que no
entendemos.
Los
cambios no nos pueden afectar lo que realmente somos y todo lo que sucede
siempre es lo mejor para nosotros.
No
podemos perder lo que es real en nosotros mismos ni es posible sufrir ningún
daño; y en cuanto a lo externo, se estabilizará con el tiempo.
La
totalidad es segura, la dualidad no y la seguridad contra las amenazas externas
se obtiene cuando lo interno y externo se unen a la perfección.
Somos
los creadores de la realidad y la realidad cambia cuando nosotros cambiamos.
Los
que no lo notan es porque viven centrados en el ego, esclavos de sus exigencias
y presiones.
Viviendo
en la realidad total comenzamos a percibir los fenómenos que ocurren como
necesarios para nuestro conocimiento personal y para nuestro desarrollo.
De
este modo, el cambio de percepción se extenderá a toda la existencia y el
universo estará pendiente de nosotros para brindarnos su apoyo».
Fuente:
«El libro de
los secretos» de Deepak Chopra.
Edición final: V.D.M.