LOS BOSQUES DE MIS OSCURAS PESADILLAS
«Perdido en un viaje inquietante»
[Y la doble campana de la nave]
El siguiente sueño lo tuve en la madrugada de
hoy.
«Estaba de pie frente al mar. Era una tarde,
con cielos grises y el océano agitado (escala de 1 al 10=4). Tomo algo cuadrado
o redondo; no recuerdo bien; y me tiro al mar para navegar un rato. Mis
pensamientos estaban en pausa, solo quería estar flotando un rato para luego
volver.
El sueño cambia y me despierto, me había
quedado durmiendo sobre esa balsa improvisada y ahora la tierra se veía lejos,
estaba flotando a la deriva en el mar, el agua sacudía mi «bote» y ahí tomé
conciencia de que tenía que encontrar tierra, o alguna orilla... mientras
buscaba en el plano horizonte... miro hacia arriba y se escucha un ruido como
campanas profundas sobre las nubes grises, era un sonido poderoso mezclado con
el ruido UMMM que se ha grabado
en algunas ciudades del mundo. Pasan las horas y aún no oscurece, todo
permanece igual. Un ruido me alerta, miro y ya estaba cerca de unas rocas, era
una orilla y estaba llena de morsas que estaban asentadas sobre todos los
montículos, algunas peleaban y mi «embarcación» se acercaba peligrosamente a
esa orilla plagada de esas criaturas y pienso en el peligro, obvio, y comienzo
a usar mis brazos como remos para alejarme lo más posible... llego a una parte
donde había arena y me bajo. Me encamino a unos cerros altísimos, con mucho
pasto y árboles, y me interno a unas montañas altas, quiero saber dónde estoy,
necesito orientarme para saber qué tan lejos de mi ciudad me encuentro y qué
tan lejos me había arrastrado el mar.
Nada reconocible.
Sigo subiendo la montaña, ahora ya hay menos
luz, llego a un borde y miro hacia abajo... hay un sendero, de pronto me
percato que hay alguien de pie, cerca de un árbol y me saluda, es un hombre
vestido formalmente de negro... le cuento mi dilema y me dice que lo acompañe.
Más allá hay una especie de campamento donde hay muchas familias, hay
camionetas oscuras y muchos niños jugando, madres haciendo asados, son decenas.
Les digo si me pueden traer a la ciudad y me contestan que sí, pero no
inmediatamente porque se dirigían a una especie de mitin o reunión en lo alto
de la montaña.
Voy en una micro con muchas personas y seguimos
una ruta que serpentea las laderas. Todos los vehículos se detienen y nos
bajamos... en la montaña hay una gran entrada de metal y madera semicircular
que se abre y todos ingresan... dentro hay una especie de pasillos amplios y
varios caminos pavimentados con mármol o algo parecido, hay luces no muy
fuertes alumbrando todo, el ambiente es de tono madera... se abre una puerta
grande y aparece ante mi asombro otro lugar, en la parte de abajo hay como un hemiciclo…
y hay muchos personajes vestidos de tonos negros y colores azules oscuros
hablando... es algo político... y cuando alguien comienza a hablar me doy
cuenta de que es una asamblea de gente de ultraderecha y hablan de cambios
importantes que vienen pronto. La verdad es que… era una mezcla entre lo
religioso y lo político.
Pasa un tiempo y rápidamente comienzan a salir
del lugar, algo pasaba fuera... el tiempo seguía en status quo, seguía el mismo
atardecer infinito... un ruido de campanas se escucha fuerte sobre las montañas
y los bosques, todos corren para ver lo que es... al salir a un claro aparece
de las nubes una nave gigante en forma de campana doble y pasa volando rauda
sobre todos, gira y vuelve de forma violenta, algunos escapan y esta «nave»
lanza una especie de luz muy transparente y hace desaparecer a algunas
personas. Los hombres vestidos de negro no se impacientan, permanecen inmóviles
y dicen que lo peor es escapar, que se mantengan firmes, que no teman. Cuando
esto termina subimos a los buses y autos y comienza la marcha... oscurece... de
la nada llegamos a un camino de piedra, hay casas que me recuerdan a lugares de
Italia, que he visto en reportajes y revistas... estoy confundido, y me doy
cuenta que no estamos en Chile, estamos en Italia, en alguna ciudad pequeña o
pueblo... el camino es de bajada y el andar es lento, las calles o callejones
son estrechos... llegamos a un lugar, bajamos. Hay una catedral y todos
ingresan a ese lugar, todo lo que sucede es similar a lo vivido en la montaña.
Me quiero ir, pero no me dejan, comienzo a preocuparme en serio de la
situación. Mis custodios usan lentes oscuros y me vigilan. Yo empiezo a
calcular la forma de escapar. Sentía que algo no andaba bien, todo era muy
siniestro y poco humano».
Abro los ojos, me despierta mi gatito.
A esta hora me quedan muy pocos recuerdos de
esta aventura onírica.
Fue un sueño inquietante porque sentí que había
un elemento extra o intraterreno.
Ahora solo me queda analizar lo que significa.
Gracias por leerme.
Nos vemos.
Fuente:
Artwork by Aghy Purakusuma (For Firienholt)