«Tiempos oscuros, frágiles… así podemos resumir
las últimas semanas.
Hoy me levanté sin energía, estoy varios días
así, como nadando o ahogándome en un pantano lleno de languidez vacua... de esa
pesadumbre que nace en las tardes de invierno.
Llega noviembre... aleteando como buitre
perdido sobre nubes grises. Y este mundo está caminando sobre cimientos
marcados y molidos por guerras, y por rumores de guerras. Y los que sufren esta
decadencia son los inocentes.
Y los que ganan son los de siempre, los que
mueven esta vieja maquinaria de guerra.
Las serpientes no han aprendido nada.
Se fue octubre... entre máscaras, dulces y
travesuras...
Por cierto, ¿Alguien pudo escuchar algún
susurro desde las sombras?
¿Nadie oyó alguna melodía desde el subsuelo?
Solo algunos tienen la dicha de contemplar
viejas almas, yo no las veo, ya no soy ese viejo teúrgo de las peores épocas
de espadas, cardos y espinas.
Hoy los días ya no significan nada.
Desde el amanecer los muertos viajan como olas
a los sepulcros de los olvidados y de los ausentes.
Yo no puedo, no quiero... son lugares de
desdichas, de malos recuerdos, de almas penitentes, de niños emborrachados por
espíritus negros...
Que los muertos visiten a los muertos.
No hay que recordar nada en este día.
¿Alguien pudo escuchar algún llanto desde los
rincones?
¿Nadie oyó alguna ópera gehénica desde los
espacios rotos del pensamiento?
Ya todo está muerto.
Casi todo está siendo sepultado.
Las atávicas tradiciones ya no existen, se
perdieron en los actos, los viejos hombres hoy se postran ante las penumbras de lo estacionario y al tiempo-no tiempo.
Es el mundo de los agonizantes, de las gárgolas
y de los esclavos.
Todo está muriendo... algunos lo saben, otros
lo sienten.
Estamos solos, navegando sobre una marea silenciosa,
que nos acalla. Sembrando cadáveres sobre necrópolis de cristal.
Que los vivos guarden en su memoria a los que
partieron.
Porque no hay que recordar nada en este día».
Cover creado por Simon Heath.
Editado por: V.D.M.