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martes, 6 de septiembre de 2022

Rezyklon - ¿Sabías que...? y otras curiosidades

 


Hullo a todos, esta vez traigo este espacio de reciclaje llamado ¿Sabías que…? Y otras curiosidades.

Espero que lo disfruten cabr@s.

 

¿Sabías que…?



El arcoíris albino (color blanco) aparece solo cuando hay niebla. Se trata de un reflejo de la luz del sol que, debido a la composición más pequeña de las gotas de agua en el aire, impide que los colores se separen como en el arcoíris tradicional.

 

¿Por qué un banco de esperma en la luna?



Los científicos creen que es necesario en caso de catástrofe en la Tierra.

El arca que se enviará al satélite contiene las células reproductoras de 6,7 millones de especies de organismos vivos, incluidos los humanos.

El «almacén» en la Luna se construirá en tubos de lava lunar. Se trata de túneles de este tipo, de hasta 100 metros de profundidad, que protegerán las muestras de las fluctuaciones de temperatura, los meteoritos y la radiación.

Pero hay un problema: se necesitan 250 lanzamientos de cohetes para el transportarlos. O sea, el acopio es más lento que tortuga con muletas.

 

¿Sabías que…?



En la película «Bichos», se ve que la reina tiene una mascota llamada «Aphie». En la vida real, este bichito es un áfido (también conocido como pulgones) y viven en armonía con las hormigas, pero no como mascotas, sino como «ganado».

Los áfidos consumen la savia de las plantas (que contienen altas cantidades de azúcares) y una vez metabolizado, excretan melaza. Las hormigas aman esta melaza y «ordeñan» a los áfidos para poder conseguirla.

A cambio de esto las hormigas al «ordeñarlas» ayudan a limpiar los cuerpos de los áfidos y más importante que eso, protegen a los pulgones de otros depredadores y hasta les construyen «establos».

La naturaleza es muy interesante y son detalles de la película de Disney que quizás no muchos sabían.

 

¿Sabías que...?



Para una sola consulta, Google utiliza 1.000 ordenadores en 0,2 segundos para ofrecer un resultado.

 

¿Sabías que…?



En cautiverio nunca encontrarás un gran tiburón blanco a pesar de ser una de las especies más famosas de tiburones. Esto no es porque lo zoológicos no lo han intentado una y otra vez. ... los tiburones mueren rápidamente una vez fuera del océano sin importar lo que hagan los cuidados.

 

¿Sabías que...?



El disparo mortal más lejano en la historia militar le pertenece a un soldado canadiense anónimo de las fuerzas especiales, que alcanzó el objetivo desde 3.450 metros. A esta distancia incluso los latidos de su corazón podrían haberlo hecho fallar el tiro.

 

¿Sabías que...?



Si tienes comezón en la garganta ráscate el oído, ya que al tocar los nervios del oído, se produce un reflejo en la garganta que causa que los músculos sufran un espasmo, así aliviando la comezón...

 

¿Sabías que...?



Una investigación confirmó que las personas que duermen poco son las más egoístas y antisociales.

Unos científicos estadounidenses aseguran que aquellos que no durmieron lo necesario están menos dispuestos a ayudarse mutuamente. Y no importa si se trata de un extraño o de alguien bien cercano. Al parecer el resultado es siempre el mismo.

Para esto estudiaron los datos de las organizaciones benéficas y descubrieron que el mes de la transición al horario de verano, cuando las personas pierden 1 hora de sueño, el aporte de las donaciones baja un 10%.

Bueno tampoco parece que se necesitaba un estudio tan complejo para entender que odiamos a todo el mundo cuando no dormimos bien. Yo, cuando duermo mal o no he dormido bien soy más odioso que

 

Curiosidad paranormal: El Bosque de los Espíritus de Cayo Jutía



Cuentan los pobladores de Caibarién que, en Cayo Jutía, un islote de gran belleza aledaño al poblado, se halla una arboleda muy útil para quienes hacen carbón vegetal, pero que se mantiene intacta por una leyenda referida a la existencia de espíritus que la protegen. Se dice que, en los años 40 del siglo XX, llegó hasta allí una familia que pretendía cortar la madera con ese mismo fin. Al picar los primeros troncos sintieron el lamento de una mujer y el llanto de niños. Los leñadores siguieron el sentido de los gemidos y en la punta del cayo encontraron cinco cruces en la tierra, lo que provocó que regresaran a Caibarién. Al llegar, contaron a los vecinos lo sucedido, quienes les narraron que hacía varios años, en aquel islote se había ahogado una madre junto a sus cuatro hijos y desde entonces sus quejidos servían de resguardo contra aquellos que intentaran derribar árboles de ese bosque.

 

¿Sabías que...?



Leyes absurdas en algunos países.

- En el Reino Unido, es ilegal no contarle al cobrador de impuestos lo que no quieres que sepa. Sin embargo, puedes ocultarle lo que no te importaría que supiese. 

 

- En Francia, es ilegal poner de nombre a un cerdo Napoleón.

 

- Resulta que es ilegal morir en el Parlamento británico. Por tanto a cualquier persona que muera ahí se le asignará un abogado de oficio el cual deberá evitar a todo costo que se le imponga la pena de muerte a su defendido.

 

- Desde 1992, está prohibido mascar chicle en Singapur.

 

- En 2016, el gobierno de Malasia prohibió la ropa amarilla después de que miles de manifestantes con camisetas amarillas inundaron las calles de Kuala Lumpur y exigieron la renuncia del primer ministro.

 

- En Bahrein, un doctor puede examinar los genitales de una mujer, pero tiene terminantemente prohibido mirar a ellos directamente durante el examen, y sólo puede ver su reflejo en un espejo.

 

- En el Reino Unido, un hombre que se siente obligado a orinar en público puede hacerlo siempre y cuando apunte hacia la rueda de su vehículo y mantenga su mano derecha apoyada en él.

Y...




 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:

puntpaparte

Mundo de curiosidades

Floxernow.com

Depositphotos.com

Ecuador.inaturalist.org

Clinicaqueralto.com

Elespanol.com

jueves, 18 de agosto de 2022

Rezyklon - Enigmatikoid Dark Zone: El OVNI que volcó una casa en el sur de Chile

 


Hoy reciclo esta extraña y sorprendente historia de un hecho ocurrido en nuestro hermoso Chile y está relacionado con OVNIS.

 



Este 2022 se cumplieron 32 años de este suceso ocurrido en el sur de Chile. Por sus características, los investigadores del fenómeno OVNI señalan que se trató de un Encuentro Cercano del Segundo Tipo, es decir; se registra la presencia de un Objeto Volador No Identificado y además, existe evidencia física en el entorno.

 

El hecho ocurrió a las 01:30 de la madrugada del día 16 de abril de 1990. El protagonista de este suceso fue don Octavio del Tránsito Balboa Altamirano y toda su familia. En la vivienda habitaban sus hijos, nueras y nietos.

La noche estaba oscura y lluviosa, muy habitual en esa zona. De pronto un ruido ensordecedor los despertó. En cuestión de segundos, la casa estaba completamente volcada y ellos trataban de escapar entre los muebles, camas, electrodomésticos y otros elementos.

 

La vivienda estaba construida de madera y montada sobre pollos de cemento de unos 35 centímetros. En el techo de la casa tenía tejas, lo que la hacía bastante pesada. Pese a ello se volcó completamente hacia un costado.

 

Este suceso ocurrió en María Dolores, un sector agrícola ubicado a unos 10 kilómetros al norponiente de la ciudad de Los Ángeles, en la Región del Bio Bio.

Este acontecimiento fue ampliamente difundido, tanto por la prensa hablada y escrita. El caso se le conoció como “Las Casas Voladoras”.




El hecho más relevante de esa noche es que, unos minutos antes del suceso en la propiedad de los Balboa, a sólo 80 metros, la señora Marta Pino Rodríguez, observó como “una luz de todos colores se acercaba en forma amenazante sobre el lugar”.

 

Cristian Riffo, director de Ovnivisión Chile, fue uno de los investigadores que viajó a la zona para conocer más detalles de este suceso.

«Viajamos con la finalidad de ver los verdaderos efectos producidos en el lugar. Pese a que llegamos a la zona un mes después, aún se podían ver algunos de esos efectos. En un radio de más de 50 metros, aún permanecían esparcidos gran cantidad de objetos - de todo tipo - pertenecientes a la casa de la familia Balboa. Buscando entre los matorrales pude hallar, para mi sorpresa, una cuchara totalmente doblada como en forma de acordeón; pedazos de tejas, entre otras cosas que eran de la casa», recordó durante el Primer Encuentro Nacional de Ufología realizado el pasado 15 y 16 de agosto en honor al investigador Luis Altamirano.

 

OBJETOS METÁLICOS

Un hecho que llamó la atención de los investigadores fue la pérdida de una serie de objetos metálicos.

«Luego de entrevistar a la familia, me enteré de que se habían extraviado un sin número de objetos metálicos, entre ellos, ollas, cucharas y lo que más nos llamó la atención, parte de una salamandra que estaba en la casa, específicamente un tubo de grandes dimensiones por donde sale el humo al exterior. Otro hecho que nos contaron los testigos y que nos llamó la atención fue lo que ocurrió con una torre de agua. Sus estanques metálicos, para unos 300 litros, estaban exprimidos como simples latas de bebida», dijo el investigador.




Otro sector que fue afectado por el paso del OVNI fue el huerto que la familia tenía en el lugar.

«Cuando nosotros llegamos en ese huerto no había nada. Sin embargo, la familia nos contaba que ellos tenían una serie de vegetales, lo que se vieron afectados. Estaban como deshidratados decían. Pudimos ver algunas fotografías donde se veían unas sandías quemadas y otras deshidratadas. También había árboles arrancados de cuajo», indicó Riffo.

Otro suceso extraño, contado por los mismos testigos, es el paso de objetos de gran tamaño desde una habitación a otra. Ellos aseguran que era imposible que estos pudieran caber por las puertas o ventanas de la casa, y que, justamente por ello, habían sido armados dentro de las piezas. También algunos de los testigos sufrieron extrañas quemaduras en las plantas de sus pies.

 

TESTIGOS

La señora Marta Pino, fue una de las testigos que entregó un testimonio clave: «Esa noche del domingo, yo me encontraba despierta, pues el viento era muy fuerte. Me asomé por aquella ventana -indica una ubicada en el frontis de la vivienda - y fue cuando pude ver una estrella pequeña y que luego comenzó a crecer. La luz era de todos colores y todo quedó claro como día».

 

En tanto, Edith Parra, esposa de Octavio Balbo también recordó el hecho: «Era una bola como de fuego que se acercaba; mientras miraba esto, fue cuando la casa se vino abajo».

Otro testimonio lo entregó Octavio Balboa: «Yo no creo que un simple viento, aunque sea fuerte, pueda quemar cosas y volcar casas, yo pienso que aquí hay algo raro. Tengo 53 años y no me voy a asustar por un simple viento, es algo extraño, una fuerza superior».

Todos los testigos concuerdan en un detalle muy importante; el ruido escuchado momentos antes del suceso: «Era similar al motor de un tractor», dijeron.

Muchas teorías se han presentado para poder explicar este fenómeno. Una tromba o un rayo globular fueron las que más se plantearon.

 

OTRO SUCESO

Lo más increíble, es que casi dos años después, en la misma ciudad de Los Ángeles, el miércoles 8 de abril de 1992, ocurre otro fenómeno muy similar. «Una extraña fuerza transformada en bola de fuego provocó pánico en una familia. Todos creen que se trata de la acción de seres de otros mundos», decían los diarios de la época.

 

Esta vez el hecho afectó a miembros de una modesta familia que vive a la altura del kilómetro 505, en la ruta cinco sur en el sector denominado San Guillermo.

«Un extraño aparato que volaba y que tenía forma de bola de fuego sacó de cuajo el zinc el pizarreño y las tablas del techo de su casa, arrojándolos con furia a unos doscientos metros del lugar, cerca del retén de Carabineros de Bio Bio», recordaron.

«Mire, creo que fue cosa del otro mundo. No podíamos creerlo. Salimos disparados de la cama y vimos como una gran bola de fuego se dirigía de oriente poniente a gran velocidad, arrastrando curiosamente, sólo el techo de mi casa…Por el zumbido que metió esa cosa y el sacudón que nos dio, además de las llamas que lanzaba a su paso, me indicaba que debe ser un aparato que la gente llamaba OVNI y que yo creo que existen», aseguró Sergio Méndez, protagonista de este suceso.

En 2005 los integrantes de Ovnivisión Chile regresaron a esa zona de Los Ángeles: «Allí pudimos encontrar otros testimonios de vecinos de la familia Balboa que han tenido otras experiencias increíbles con ovnis. Es una zona muy interesante y que seguiremos investigando», finalizó Cristian Riffo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:

lavozdelnorte.cl

martes, 27 de octubre de 2020

Hoy reciklo: "La Invasión Invisible" de Claudio Díaz

 


LA INVASIÓN INVISIBLE

 

Autor: Claudio Díaz

Ilustraciones: Quique Alcatena

 

El carnaval alienígena había copado la noche de Capilla del Monte. Miles de turistas se habían acercado a la ciudad para disfrutar, por una vez, de encuentros cercanos de todo tipo con extraterrestres ficticios de todas clases. Los disfraces de los participantes eran de confección casera, pero el aspecto final de los mismos resultaba cada año más sofisticado.

No iba a ser fácil elegir el mejor de la temporada.


El estudioso y divulgador del fenómeno ovni Emilio Santos observaba a la muchedumbre desfilar por la diagonal Buenos Aires, la peatonal céntrica, disimulado entre el gentío.

Acariciaba a intervalos las puntas de su bigote y jugueteaba con su pipa como parte de la pose enciclopédica que gustaba de adoptar. Era uno de los pocos asistentes vestido de forma elegante; tenía un nombre y una fama que mantener.

Se sentía satisfecho, aunque fatigado, después de haber concedido reportajes durante todo el día. Su libro sobre civilizaciones galácticas había tenido un éxito importante.

Encantaban y abrumaban a la vez las trescientas páginas sobre la variedad que la vida en general y la inteligencia en particular podía alcanzar en el cosmos. En su tratado hablaba de los alienígenas verdes y pequeños que destellaban en la oscuridad, de los grises de rasgos simples provenientes de Orión, de los pleyadianos tan similares al ser humano, de los reptilianos tan descalificados por los medios y de sus mascotas los chupacabras, vueltos al estado salvaje tras ser abandonados por sus amos. Todos tenían un lugar importante entre sus páginas. Para algunos podían ser mentiras y suposiciones vanas, mientras para otros constituían la verdad revelada por los hermanos celestiales.

Era cierto que había jugado una baza importante con la historia de su propia abducción y posterior regreso a la Tierra en posesión de un mensaje importante que entregar a la humanidad y ninguna prueba para respaldarlo. Aquellos destinados a oírlo no necesitaban pruebas, les bastaban la fe y el deseo de salvación cósmica. Y los que no creían… bueno, de todos modos, no comprarían su libro, por lo cual no le interesaban. Y sin embargo había una verdad oculta detrás de todo el asunto, en un sentido que ni siquiera sus detractores podían adivinar.

Estaba a punto de abandonar la celebración anual y regresar a su casa cuando un joven desconocido se acercó y, con gesto severo, sentenció:

– El doctor Santos, supongo.

Ni él era el afamado Livingstone, ni el recién llegado se parecía a Stanley, pero la frase y la situación le arrancaron una sonrisa al ufólogo y lo pusieron de suficiente buen humor como para no mandarlo a pasear.

– Así es, estimado joven. Espero que no sea usted otro periodista, estoy cansado de conceder reportajes. Hace una semana que no hago más que repetir a los medios lo que ya redacté mucho mejor en mi propio libro.

– No soy un periodista, señor Santos. Mi nombre es Marrone, Frederico Marrone. Soy más bien un investigador aficionado que disiente con el acercamiento optimista al asunto ovni que este festival en general y los divulgadores en particular acostumbran a impulsar.

– Ajá – afirmó Santos, sin afirmar nada en absoluto –. ¿Y en qué puedo serle de ayuda, ahora que ha dejado clara su posición?

– No tengo la posibilidad de publicar mis pensamientos como usted, pero tampoco deseo callármelos, y quisiera confrontarlo cara a cara para que intente desmentirme, si puede.

Estoy absolutamente convencido de que, en el caso de encontrarse con otra especie inteligente del cosmos, la humanidad resultaría aniquilada por completo. Y me molesta que usted y sus colegas confundan a las personas con esos cuentos de buena voluntad universal.

Pasando por alto la soberbia del recién llegado, y encontrando una oportunidad de divertirse a costa del joven, accedió con la mejor de sus sonrisas.

– No ha elegido el mejor momento, ya que, como le dije, estoy algo fatigado. Pero acompáñeme a mi casa, son apenas unas cuadras y en el camino procuraré responder a sus inquietudes.

– De acuerdo – asintió el joven tras un instante de duda.

 

A medida que se alejaban del corazón de las festividades, las calles de Capilla iban recuperando su tranquilidad acostumbrada. Un cielo repleto de estrellas claras y hermosas, gracias a la total ausencia de esmog, cubría las casas bajas y los cerros cercanos. No muy lejos, el Uritorco descansaba como un gigante dormido.

– Dígame, joven, ¿por qué piensa que deberíamos preocuparnos si nos encontramos con una civilización extraterrestre? – preguntó el ufólogo mientras encendía su pipa –. ¿Qué interés tendrían en conquistarnos?

– Lo harían para apoderarse de los recursos naturales de nuestro planeta.

– ¿Por los minerales, quiere decir usted? Es gracioso. Sólo tienen que capturar uno o más asteroides. Los hay de todas clases, desde los metálicos a los carbonáceos pasando por los rocosos, ricos en las mismas materias primas que formaron nuestro planeta hace miles de millones de años. Y de ese modo se evitarían el costo energético que implica luchar contra la gravedad al elevar cargas desde la superficie terrestre.

– Por el agua, entonces. Suponga usted que vienen de mundos contaminados y necesitan agua pura – prosiguió el muchacho.

– Querido amigo, hay mucha más agua en el resto del sistema solar, pura y de fácil acceso.

En Europa, la luna de Júpiter; en Encelado, el satélite de Saturno; o en la nube cometaria que rodea nuestro sistema solar, por ponerle unos ejemplos sencillos. No, conquistar la Tierra por una mísera cantidad de fluido sucio y contaminado no tendría sentido.

– Pueden necesitar tierras cultivables para ellos, o para su ganado. O espacio para colonizar, para extender su civilización.

– Pues tienen un planeta más accesible a apenas 80 millones de kilómetros de distancia. Lo llamamos Marte. Su superficie es tan grande como la de todos nuestros continentes sumados y, desde luego, no tendrían que competir contra nadie para terraformarlo, o extraterraformarlo, si me permite la expresión, a su propio gusto y necesidad. Y no podríamos hacer nada al respecto.

– Por nuestros genes, entonces. ¿Cuánta gente ha sido abducida, testeada y operada dentro de sus platillos? Usted mismo, si he de creerle. Quizás necesiten nuestros órganos como repuestos.

– ¿De verdad? ¿Órganos utilizados por seres que disfrutan de tóxicos como el alcohol o el tabaco, por mencionar los más comunes? – Santos notó que su pipa se había apagado y procedió a encenderla de nuevo –. Nuestra propia ciencia está muy cerca de cultivar órganos y células especializadas como reemplazo para nuestras partes dañadas, imagine entonces lo que podría hacer al respecto una civilización capaz del viaje interestelar. Dudo mucho que necesiten donantes.

El joven pensó unos momentos, buscando en su cerebro otras causas que justificasen la invasión inevitable. Tras unos segundos declaró:

– Pueden querer destruirnos a causa de nuestras armas nucleares. Ahí tiene usted una buena razón. Tenemos un arsenal enorme, y deberían sentirse inquietos al respecto.

– Amigo mío, usted me divierte… ¿Cómo, en el nombre de Adamski, haríamos para enviar un misil nuclear a, pongamos por caso, Próxima Centauri? Es la estrella más cercana, y, aun así, tardaría decenas de miles de años en alcanzarla.

– Eso es lo que me molesta de ustedes, los divulgadores –el joven hablaba ahora con furia contenida –. Dan por sentado que los alienígenas tendrán hacia nosotros una actitud pacífica, la cual aprovechan para arrogarse el papel de nexo entre la humanidad y la civilización cósmica. ¡Es absurdo! ¡Deberíamos comenzar a prepararnos para la invasión!

¡Llegará un momento en el cual necesitaremos defendernos, y su actitud de paz y hermandad cósmica no nos ayudará!

– Usted parece ser una persona inteligente, Frederico. Permítame que le cuente otra versión de la historia, una que deliberadamente he dejado fuera del libro… y que, a diferencia de mis lectores, usted encontrará más de su gusto. Más… inquietante.

El joven lo observó. Como no encontró sombra de burla en el rostro de Santos, finalmente aceptó:

– Hable. Lo escucho.

– Suponga que abordamos el problema basándonos en los datos ciertos que tenemos sobre la vida y sus manifestaciones y, en lugar de utilizar la imaginación, recurrimos al sentido común. Una cultura extraterrestre se encuentra de improviso con nuestro planeta. No sabemos nada de esta cultura, pero para que nos haya descubierto debemos dar por sentado que poseen el secreto del viaje interestelar. Eso les da una ventaja enorme sobre

nosotros, y la posibilidad de tener a su disposición todos los recursos del cosmos.

Supongamos entonces que nos ven como una amenaza a futuro. ¿Qué deberían hacer?

– Destruirnos, o conquistarnos por lo menos –sentenció el joven.

– ¿Y quién le dice que no lo han hecho ya? ¿Piensa usted que la humanidad es dueña de su destino? ¿Ve usted que trabajemos juntos en la conquista del espacio? Tenemos la tecnología y el conocimiento para establecer bases en la Luna o en Marte y, ¿acaso lo hacemos? Sobrepoblamos el planeta y lo sabemos, ¿hacemos algo para evitarlo? –Santos acompañaba sus palabras con grandes ademanes –. Tomemos otro ejemplo más cercano, el calentamiento global. ¿Ve usted que actuemos para frenarlo? ¿Que actuemos de verdad, además de firmar tratados que luego son ignorados? Otro tema, ¿por qué piensa que las guerras son constantes entre nosotros? Peleamos por el territorio, por la religión, por la riqueza, por las ideas políticas… dicen que el conflicto hace avanzar a la ciencia, pero, ¿en qué dirección? ¿Hacia el espacio… o creando mayores y mejores entretenimientos que nos distraigan de nuestras miserias como especie y nos anclen a este pequeño orbe común y corriente?

– ¿Está usted insinuando que los alienígenas fomentan estas diferencias? ¿Que evitan que colaboremos entre nosotros? ¿Por qué tomarse esa molestia, por qué no nos destruyen directamente?

– Podrían conquistar la tierra al instante mediante un ejército invisible, utilizando un virus letal que acabe con la especie dominante y deje en pie al resto de los seres vivos. Pero, ¿vale la pena el esfuerzo? ¿No es mejor dejarnos medrar en esta especia de reserva natural y disfrutar de nuestra cultura y nuestras obras artísticas, de la misma manera que nosotros disfrutamos de un documental sobre la vida salvaje desde la comodidad de nuestra sala? ¿Quién le dice que no somos una diversión constante para los ojos galácticos, una especie de carrera de galgos, de riña de gallos, de plaza de toros, de rodeo, todo ello junto y combinado a escala planetaria?

El joven parecía asombrado ante el pensamiento. Pero no podía aceptarlo, su ego como humano se lo impedía. Por ello contestó:

– Si es como usted dice, necesitarían controlarnos, estar siempre un paso adelante para guiar nuestro desarrollo en dirección a ese punto muerto que usted insinúa.

– Por supuesto, eso es muy fácil. Basta con apostar a algunos de sus miembros, camuflados, para que digan lo que la gente quiere escuchar sobre el cosmos. Para que escriban libros en los cuales se afirme que nuestros hermanos están allí afuera, esperando para salvarnos cuando estemos al borde de la destrucción, para educarnos, para elevarnos. O que ya están aquí entre nosotros, para ayudarnos, para guiarnos cuando sea el momento propicio.

Santos hizo un alto en su discurso para observar el efecto que sus palabras estaban causando en el joven. Satisfecho, continuó:

– Y eso puede ser muy cierto… nos guían, pero hacia un callejón evolutivo. Disfrutan nuestra música, nuestra pintura, nuestra escritura y, por qué no, nuestras obras

cinematográficas… pero nos mantienen atados a deseos mezquinos, anclados en este planeta, alejados del jubiloso concierto galáctico, del cual no escuchamos ni un acorde siquiera.

Sacando su llavero del bolsillo, el doctor Santos se detuvo ante la verja de una casona de cuidado jardín. Con una sonrisa condescendiente se despidió de su interlocutor.

– Aquí lo dejo, Frederico. Que tenga usted una buena noche.

El joven alcanzó a decir buenas noches de forma un tanto mecánica y partió de regreso al festival, que aún estaba en su apogeo. A la mañana siguiente habría olvidado todo y regresaría a su pensamiento alarmista de costumbre. Pero hoy, en este instante preciso, se sentía inquieto.

Santos se detuvo en medio de su jardín bajo la luz centelleante de las estrellas. Las observó con algo de nostalgia y concluyó que, a fin y al cabo, él sí era una especie de doctor Livingstone cósmico, un extraño entre salvajes. Aunque, a diferencia del médico inglés, su tarea no tenía nada de humanitaria.

 

 

 

 

 

Fuente:

gcomics.online