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martes, 6 de mayo de 2025

Rezyklon presenta: «Poemas de Otoño y Lluvias»

 


Ha llovido a cántaros y por horas, es como si el otoño austral llorara por algo… llueve y no hay descanso, y aprovechando este día quejumbroso, lento y nostálgico les dejo poemas que se deleitan en la lluvia.

Llueve furiosamente sobre Magallanes.

 

LLUVIA DE OTOÑO

(Llueve, llueve dulcemente...)

 

«...El agua lava la yedra;

rompe el agua verdinegra;

el agua lava la piedra...

Y en mi corazón ardiente,

llueve, llueve dulcemente.

 

Esté el horizonte triste;

¿el paisaje ya no existe?;

un día rosa persiste

en el pálido poniente...

Llueve, llueve dulcemente.

 

Mi frente cae en mi mano

¡Ni una mujer, ni un hermano!

¡Mi juventud pasa en vano!

—Mi mano deja mi frente... —

¡Llueve, llueve dulcemente!

 

¡Tarde, llueve; tarde, llora;

que, aunque hubiera un sol de aurora

no llegará mi hora

luminosa y floreciente!

¡Llueve, llora dulcemente!»

 

(Autor: Juan Ramón Jiménez)

 

 

(POEMA SIN NOMBRE)

«Y aquí estamos otra vez juntos

Con las miradas acechándose cautas

Por estar en distantes puntos

En celdas y sin ninguna pauta.

 

Y hoy que estamos en otoño

En un momento mágico y casual

Por primera vez en años

Veo de la lluvia el delantal.

 

Como las hojas secas que caen

La lluvia hoy las ha reemplazado

Y son esas gotas que atraen

El verso que hoy se ha alzado.

 

Pues te digo hoy que vengo

Como la lluvia en el otoño seco

Pues es rara la situación que me abstengo

Para llenar del corazón el hueco.

 

Con suave rocío te hago entrega

Del sentimiento que nace mojado

Aquel sentimiento que navega

Y en puerto ha naufragado.

 

Disfrútalo que hoy puedes ver

El milagro de lluvia en otoño

Viene como yo, espontáneo al parecer

Regalando un poco de cariño.

 

Tómalo ahora que llueve cántaros

Que en dos horas se extingue

Y sólo oirás el cantar de pájaros

Y mi sentir hace lo mejor, finge.

 

Soy la lluvia triste del otoño

Que con suave pesar te encanta

Soy ahora la más dulce ponzoña

Que sospechas no levanta.

 

Soy la lluvia que no volverás a ver

Soy el otoño que en verano morirá

Soy quien te ama sin querer

Soy el velo de nubes que no volverá».

 

(Autor: Medio Rostro)

 

 

(POEMA SIN NOMBRE)

«Que la lluvia descienda

y el viento sople todo lo que estorba y hace tropezar.

Se lleve el viento los espinos y los cardos

para que no hagan más heridas.

Que la lluvia descienda

y llene de vida la tierra nuevamente,

para que lo muerto vuelva a revivir

y florecer lo que alguna vez fue...

Que la lluvia descienda

y dé vida a este desierto que tiene sed...

que tiene sed de ti...

de tu presencia...»

 

 

Fuentes:

poemas.yavendras.com

poemas-del-alma.com

Edición final: Jarl Asathørn.

viernes, 17 de enero de 2025

Rezyklon 2025



«Atardeceres dorados susurran, cielos pintados de colores pastel.

Las luces que se apagan abrazan colinas de pinos interminables.

 

¿Puedes oír su llamada?

Atardeceres eternos como mantas caen.

 

La oscuridad rodando en silencio sobre las altas montañas.

Cicuta sangrante como savia caliente.

Las hojas bailan en el cielo de otoño.

 

Las sombras se mueven suavemente.

La oscuridad se arrastra.

Espíritus antiguos susurran hechizos de luna y tierra.

 

Siete pinos sagrados, siempre en lo alto.

Un camino a las estrellas pintado cruzando el cielo.

 

El viento de otoño viene suave, besa mi pecho desnudo.

La fuerza ancestral me consume.

Renazco.

 

Hacia el cielo nos elevamos sobre cicutas incrustadas de musgo, para despertar los corazones de dioses olvidados hace tiempo.

Los espíritus del bosque fluyen por mi cuerpo otorgando gran fuerza y la voluntad de seguir adelante.

 

El paso del tiempo se ralentiza hasta convertirse en un suave susurro, como el viento en los pinos mientras el arroyo fluye suavemente.

Un espíritu de lobo ennegrecido con ojos feroces de fuego observa desde las orillas del río de mi mente.

 

Despertado por la visión de mil vidas ante mí.

Mi espíritu vuela libre por los vientos sagrados del tiempo y cuando el sueño se desvanece y mi forma mortal se convierte en mí, la mirada del lobo se posa en mí y nuestros espíritus se entrelazan.

 

Un vientre celestial de ceniza arde más allá de sus ojos de fuego.

Un vientre celestial de ceniza detrás de los ojos de su espíritu».

 

 


 

Letra de Sgah'gahsowáh.

Edición final: Jarl Asathørn.