viernes, 17 de octubre de 2025

Rezyklon presenta: «Árboles Gigantes en la Antigüedad»




Te quiero presentar a Devil's Tower. Al verla, seguramente sentirás que estás presenciando el escenario final de uno de tus videojuegos favoritos. Es un paisaje maravilloso.

Esta colina de roca ígnea, ubicada en el condado de Crook, al noroeste de Wyoming, mide 386 metros por encima del terreno circundante y su cumbre se encuentra a 1.558 metros por encima del nivel del mar, es tan magnífica como su misma existencia e historia.

Es la conspiración mundial de la que es protagonista:

 

¿Existieron alguna vez árboles gigantes?

 

La colina fue nombrada ‘Devil's Tower’ o ‘Torre del Diablo’ en 1875. El coronel Richard Irving Dodge realizaba una expedición en la zona y al preguntar a su intérprete por el nombre de la colosal colina, se malinterpretó el nombre nativo que significaba ‘Torre del Dios Malo’. Además, fue el primer monumento nacional de los Estados Unidos.

Pero lejos de todo lo maravilloso que podemos compartirte sobre Devil's Tower, lo que nos atrae esta ocasión a hablar de ella es una extraña y oscura teoría conspirativa, una surgida de las entrañas del terraplanismo.

 


¿Qué pensarías si en este momento te dijera que los bosques no existen?

Ahora, ¿Qué me dirías si además te dijera que los árboles que conoces son solo una imitación a escala de lo que alguna vez fueron?



 

En 2016 se popularizó un video llamado «No hay bosques en la Tierra. Despierta». Este video era creación de un hombre originario de Crimea que se hace llamar Lyudyn (O Lyudin) Rusy.

Lyudyn dice que los bosques son un montaje, que se han empecinado en hacernos pensar que lo que muestra la imagen de arriba es un bosque, pero en realidad solo son arbustos, una imitación disminuida de lo que existió hace miles de años. Lyudyn continúa explicando que, en algún punto de nuestra historia, un evento cataclísmico destruyó el 99% de nuestra biosfera. Al hacerlo desaparecieron nuestros árboles reales.

Estos árboles reales habrían sido enormes organismos verdaderamente vastos, de cientos de kilómetros de altura.

«Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver», y Lyudyn lo advierte, las pruebas están en nuestras narices. 

Pero, ¿Cuáles son esas pruebas? te preguntarás. 




Los tocones, esa pequeña porción restante del tronco con las raíces aún en el suelo. Y es que aquí es cuando entra en escena Devil's Tower. Aceptémoslo, parece el tocón de un árbol colosal.

 


Lyudyn nos pide poner mucho detalle y atención a las enmarañadas columnas hexagonales de la supuesta colina, observa cómo se curvan de forma perfectamente orgánica, todo para terminar con una forma plana, como si algo hubiera continuado antes, pero ya no está.





En el famoso video, Lyudyn además afirma que las cadenas montañosas alguna vez fueron bosques tremendos que llegaban hasta el dosel estelar, vinculando a la humanidad con las esferas celestiales, por un momento olvidemos nuestros prejuicios hacia el terraplanismo y todo lo que tenga que ver con y todo lo que tenga que ver con ello. La idea de árboles gigantescos nos encanta. 




Y aunque mínimas, podemos encontrar pruebas o referencia sobre su existencia en antiguos escritos, como la Biblia, donde el profeta Daniel habla sobre un árbol fuerte cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la Tierra:

 


«(Daniel 4:10-12) Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande. Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la tierra. Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne».

 

«(Daniel 4:13-17) Vi en las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo. Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto; váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas. Más la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la tierra. Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos. La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres».

 

Apenas meses después de haber sido compartido el video de Lyudyn, surgieron rumores sobre el supuesto hallazgo de raíces gigantes de 150 metros de diámetro, justo debajo de Devil's Tower.

Con base a esta referencia, el árbol real que antes fue Devil's Tower, pudo haber tenido una circunferencia de no menos 500 metros, con una altura incalculable de varios kilómetros. En cuanto a su edad, esta se estima en 25 mil años. 

Aparte del cataclismo que propone Lyudyn, otra posible teoría de lo ocurrido con estos árboles reales, involucra a los ángeles caídos y a su descendencia con los Nephilim.

Los Nephilim fueron los hijos de los ángeles caídos y las mujeres humanas, gigantes que caminaron entre los hombres, una aberración que provocó el enojo de Dios y una guerra atroz.


 

(Génesis 6:4) «Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre».

(Números 13:33) «También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos».

 


Su papel dentro de la historia que hoy te cuento habría sido la de talar los árboles reales, todo bajo las órdenes de sus padres: Los ángeles caídos, con la intención de extraer minerales del suelo.

Cual sea que haya sido la causa de su desaparición, el solo pensar en la existencia de estos árboles colosales, que nos conectaban con las divinidades, puede estremecernos.

 


A lo largo de la historia pensadores, filósofos y escritores, nos han dicho que seguramente en el pasado, nuestra tierra fue el hogar de un mundo extraordinario, lleno de maravillas que hoy nos parecerían imposibles, y que hoy, vivimos en el cementerio de aquello que existió:

 

«Este mundo una vez estuvo vivo, todo estuvo una vez bellamente conectado, pero ya no, esta Tierra ha estado muerta por milenios, lo que consideramos progreso es solo la podredumbre que se esparce por el cadáver del mundo».

 

 

Fuente:

Youtube - Rene Baldo «Atrapados en el tiempo».

Biblia Cristiana.

home.nps.gov

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Adaptación e información agregada: Jarl Asathørn.

Edición final: Jarl Asathørn.