Estamos
percibiendo cambios profundos y violentos en este tormentoso mundo; que al
parecer; desea llegar a su fin.
Y no
necesariamente los cambios son para el bien de una especie repugnante y
primitiva como la humana.
Los cambios que se buscan huelen, la mayoría de las
veces, a estupideces que quieren unos pocos… pocos que son millones, y que no
representan a todos.
Quieren,
algunos, que se cambien las leyes y cuanta cosa “atente” contra esta nueva
especie que se viste de cordero, pero que son hienas y chacales hambrientos.
(No quise usar la palabra lobo porque los lobos son demasiados hermosos y no
merecen calificativos-descalificativos)
Chile
pasa por un proceso anárquico y violento que es el resultado de una maquinación
izquierdista que está llevando a este país al desorden, y lo está transformando
en otra nación más que viven las cadenas de políticas ya pasadas de moda y que
no contribuyeron a engrandecer a sus pueblos.
Chile
avanzaba (hace 5 meses) 3 pasos, y hoy, ha retrocedido 20 por cada 2 que da.
¿Quiénes
son los culpables de este desastre?...
Los
neo-izquierdista ultra liberales y descerebrados como Giorgio Jackson, Carol
Cariola, Boric, Camila Vallejos y otros imbéciles que hoy ocupan y que quieren
ocupar puestos que dejaron viejas glorias del comunismo chileno. Seres que hoy
danzan en el infierno.
Culpables
son aquellos que se dejan morder el oído con palabrerías sin contenido y llenas
de engaños.
El
planeta colapsa con las lluvias torrenciales, terremotos, sequías, nevazones y fríos
extremos, luchas políticas, guerras sin balas, genocidios que no paran,
marchas…muchas de ellas carente de todo valor y que no propugnan nada ético o
moral… que solo llaman al caos y a la destrucción.
La
humanidad cae y no siente todavía la furia total de la madre Tierra… se mueren,
mientras tanto, los principios básicos de una convivencia sana… por otro lado
se intentan imponer ideas oscuras, políticas llenas de sombras y líderes de
opinión que no valen más que el excremento de las ratas.
Hay
un susurro cansino y lleno de ira en las nubes, en los colores… hay inquietud
de los bosques y sus ánimas.
Vuelven
viejos fantasmas que creíamos desaparecidos… han retornado, caminando de
puntillas, como ladrones nocturnos.
Nos
observan desde lejos y también de cerca. Son ellos, los titiriteros cósmicos,
de ojos grandes y objetivos siniestros.
Nos
observan de cerca… los reinos oscuros, de los hombres sin sombra y se masturban
con el dinero sangriento de las clases obreras, que usan vomitorios para
comenzar nuevamente los festines a costa de los hambrientos de naciones grandes
y pequeñas.
Llegan
cantos del inframundo a través de la música “alegre” y festivalera, bajo los
ritmos que expelen basura disfrazada de sueños románticos… y sudan todo tipo de
drogas mientras los homo-plebs bailan masticando deseos carnales y seudos
libertades propias de una especie condenada a su extinción.
Muchos
no son parte de la evolución. Casi todos lo son de la involución macabra
dictada por viejos dioses del caos.
Los
cambios no son buenos, y tampoco malos… es la raíz de lo que se busca lo que
destruye cualquier resultado.
La
Tierra está enferma.
Las
sociedades están enfermas.
Los
pueblos agonizan… por el hambre de todas las cosas positivas.
La
Tierra está harta de tanto ser rastrero que abusa de ella.
… que llegue el fin de todo.
… que llegue el fin de los principados.
… que mueran los dioses falsos.
… que se diluyan en el tiempo las políticas del hombre… que traen en su núcleo ambiciones, envidias, perezas, guerras y dolor.
Todo
sería mejor si las ciudades estuvieran en perpetuo silencio.
Todo
sería mejor si la naturaleza y sus hijos hablaran cada día.
Escuchemos
el sonido del agua. ¿Recuerdan esto?... fue hace tanto tiempo… y nadie quiso
escuchar.
Un
virus monárquico reina en el Este… y se lleva a su reino y a su lecho de muerte
a quienes llevan el sello de su fin.
Así
avanza este mundo tenebroso hambriento de cadáveres… algún día…
…
¿La Tierra será una necrópolis llena de huesos empolvados y recuerdos en su
extensión?