A estas alturas uno ya
no sabe que decir respecto al caso «fundaciones»... y tampoco sobre el
care'rajismo de Camila Polizzi, que ha estado en la mira de los medios y ya se
le ha visto más seguido y menos tapada... y en este ping-pong de dimes y
diretes, de acusaciones que van y otras que vuelven, en medio de tanta
«victima» que tienen, hasta el momento, unas conductas bastante reprochables,
se hace parte la PDI, la fiscalía, etc.
Hoy, al menos, o ayer,
creo, fueron allanados los domicilios de la Polizzi, en busca de computadores o
laptops, papeles y otras cosas para la investigación que se está llevando a
cabo. A mi parecer, todo esto se hizo un poquitín tarde, porque, con toda el
agua sucia y maloliente que ha pasado bajo este puente de corrupción, deben
quedar pocazas pruebas para incriminar o acusar a alguien... tal vez,… no tal
vez, seguramente, ya no deben quedar evidencias concretas de los delitos que se
cometieron o,
¿Ustedes creen que la
Camila y sus secuaces ya hace tiempo que se deshicieron de cualquier prueba
incriminatoria? y aquí cabe una pregunta:
¿Por qué la fiscalía
se tardó tanto en recabar pruebas y lo hacen semanas tarde cuando ya no debe
quedar un atisbo de corrupción en papeles o computadores?
Y, ante los requerimientos de la prensa, Polizzi
se mantiene con una leve sonrisa, con la cara inmutable, como sabiendo que no hay nada en su contra, o posiblemente esté muy
segura que ella es inocente, ante lo cual nosotros decimos que no es así.
Cuando le preguntan
sobre los audios ella prefiere no hablar de eso y sigue sosteniendo con firmeza
rocosa de gárgola demoníaca que es víctima, ahora, del gobernador del Bío Bío Rodrigo Díaz.
En el intertanto su ex
pareja; Sebastián Polanco; pierde la compostura ante una periodista y la
insulta, como sintiéndose agravado por tanta pregunta «maliciosa y
malintencionada» cuando él también es víctima de los caprichos y dictámenes de
Camila Polizzi.
Este jueguito de echarse la culpa unos a otros es un acto vil y despreciable de desviar la atención a otras cosas, de alargar en demasía todo el asunto, y una cobardía de marca mayor el no aceptar sus responsabilidades en las desapariciones de millones de pesos, dineros que le pertenecen a todos los chilenos, y que ellos usaron para sus propósitos caprichosos de corrupción.
Camila Polizzi niega TODO
lo que se le acusa, todo… para ella las grabaciones no son importantes ni
tampoco incriminatorias, niega de plano la compra de lencería, según dijo… eso
también es una falacia… tampoco contrató a esa fundación, y no hizo nada reñido
con la ley. Como vemos, pasado el tiempo… todo se va diluyendo, la historia,
las pruebas, los dineros, las acusaciones y todo emerge como un complot de
todos contra todos, cada uno buscando pruebas que lo saque de este entuerto en
el que están acogotados y ahogados hasta el tuétano.
¿Logrará la fiscalía
acreditar el dolo en este caso por parte de Polizzi y secuaces?
¿Encontrarán pruebas?
¿Pagarán con cárcel?
¿Cuánto tiempo pasará hasta que se acuse formalmente a los implicados?
¿Serán 2, 3 años?
¿Qué pasó con el
primer caso en Antofagasta?
¿Karen Oliva volverá
al ruedo de los acusados por corrupción y esta vez pagará como corresponde?
¿Alguien se acuerda de
Karen Oliva, por ejemplo?
Todo esto que pasa con
Camila y asociados «cuatreriles» ¿se convertirá en otro «olivazo» que se
desvanecerá en el tiempo?
Siguiendo con el caso:
Los audios conocidos
fueron entregados por Matías Godoy, audios grabados por él y que luego, en un
harakiri de conciencia o cobardía, los fue a entregar al ministerio público
como una especie de auto denuncia, tal vez sabiendo que todo esto se iba a dar
a conocer y tal vez pensó que haciendo estas grabaciones zafaría o recibiría un castigo menos
duro por parte de la justicia.
En esas grabaciones
queda claro que tanto como Polizzi y Polanco «estaban al tanto de
los alcances del posible fraude al fisco. Y en el caso de Godoy, de su implicancia como
representante legal de la OTEC que firmó con la Fundación En Ti».
¿Cachemos algo de los dichosos audios?
«Evidentemente nunca
pensamos, yo nunca pensé que iba a quedar la cagá con el tema de las
fundaciones y ahora están todos perseguidos y quieren ver las güeás hechas
(...) Hay que hacer una ceremonia de cierre donde se le entregue un cartón a
alguien, que diga ‘capacitado’. ‘Capacitación de...’ no sé, de seguridad
ciudadana, de mi barrio no sé qué güeá, de lo que sea”, dice Camila Polizzi.
«Yo estoy tratando
de que seamos vivos. De que no nos pase lo que les pasó a los otros güeones.
Eso significa que cuando vaya una güeona del GORE a pararse a una cancha, la
cancha no puede estar pelá. Tiene que estar pintá, tiene que estar la güeá de
la cámara, tiene que estar la luz, ¿cachai?”, agregó.
«Yo pienso que con
los cinco millones que hay en la tarjeta no alcanza para hacer lo que
hay que hacer... que las luces, las cámaras y la güeá (...) Transfiero toda la
plata (de la fundación) a la cuenta de la OTEC, tú te quedas con la cuenta de
la OTEC, se hace lo que hay que hacer, y después, de lo que quede, conversamos
si quieres dividirlo, cómo nos vamos a ir... eso después ¿Me entendís?», se oye
señalar a Camila.
Pero según ella… es
una dulce e inocente paloma.
Hoy ya nadie se
asombra de todos estos casos que aparecen y aparecen. Y cada vez se conocen más
antecedentes del desvío de dineros a fundaciones de dudosa reputación, o de políticos
del gobierno actual, cercanos a Gabriel Boric, que a sabiendas movieron dineros a
fundaciones en las cuales habían sido parte…
¿Se habrá convertido la corrupción en un
deporte nacional?
¡EXIJO AL MENOS UNA EXPLICACIÓN COHERENTE
DE TODO ESTE ENTRAMADO DE PODREDUMBRE POLÍTICA!
O SEA, ¡EXIJO UNA EXPLICACIÓN DE LA GÜEÁ!
Fuentes:
Meganoticias.cl
Otras fuentes que se me olvidaron.