martes, 15 de agosto de 2023

Emanaciones de la Realidad: «De glemtes grav [El sepulcro de los olvidados]»



«Hay algo en el invierno, en el alma de los cristales, en el corazón de esas viejas lágrimas.

Es un llamado a la ausencia, a la soledad que es parte esencial de nuestro hado.

Y su presencia es un reflejo de nuestro abandono en esta bóveda creada para nosotros.

 

Arriba se mueven los mares... y la vieja patria se alza sobre las ondas.

Y abajo se sacuden con furia, entre sonidos secretos y ondas de los mundos abisales.

 

El secreto está lejos de los viejos muros de cristal.

Allá están las viejas tierras de atávicos dioses, mares llenos de monstruos, de secretos y tierras de leyendas.

Tan lejanas, pero cercanas a los sueños de quienes aún quieren soñar...

 

Abajo arde la otra tierra, mundo insondable de los muertos... donde yace el trono de Hela.

 

Seguimos inmovibles, aunque nos lluevan las mentiras.

Todo gira en torno nuestro... y las tormentas se alzan sobre los suelos.

Es el castigo de la Tierra... la natura bailando entre los ciegos.

 

Es el edén de los monstruos que se perpetúa entre signos del inframundo, creado por ofidios frágiles que siguen al condenado tuerto.

 

Somos espíritus encerrados en este mundo de carne y dolor, seguimos siendo prisioneros de la ausencia.

 

Hay algo en el invierno, en el alma de los cristales, que ilumina...

Hay algo en su nívea sombra que me cobija...

Hay algo en su mirada mortuoria que sobrecoje.

 

Arriba está el ojo de siempre, la mirada de polaris, más abajo el sol y la luna,…

… y si ves en lo profundo puedes trazar las líneas del compás y la regla, símbolos de la opresión de esclavos demiúrgicos.

 

Es la esfera prisión... o la necrosis de la vida que nos llama a combatir las mentiras.

Es la planicie que susurra nuevos viajes para encontrar nuevos rumbos...

 

Hay algo en la nieve, en las vestiduras y corazas de los invisibles, en las espadas flamígeras que llaman a la guerra.

 

... entre el mundo de arriba y el de abajo... sigue el ancestral carnaval de las máscaras... nada muta, todo es impávido en la gleba de los difuntos que expelen tristeza.

Es el fenotipo de la estirpe olvidada, estatuas de sal que prefieren usar máscaras para olvidarse de su esencia... y para seguir genuflectándose ante el máshara.

Es la mojiganga ofidia en la tierra de los necios, donde el loco es el rey...

... y las sombras dictan siempre: Cual es el rey, tal la grey.

 

Hay algo en el invierno del páramo súdrico ... en la bruma, en esa niebla densa olvidada de los bosques...

... hay algo en su mirada, y en el murmullo de los vientos... que vuela sobre los coirones…

Hay que ver hacia la lejanía, donde se alza la petra polaria, que yace sobre las tumbas de los olvidados.

Para no olvidar sus voces y su sangre, para no caer en la constante inframundana del tuerto».

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Portada creada por Simon Heath y editada para este artículo por Jarl Asathørn.