lunes, 25 de octubre de 2021

P. D. L. V. XVIII : «Secuencia de Deconstrucción [Parte 2]

 


«Es una vieja plaga,

de libros, y cuentos vetustos.

Adornada con la corona de Anubis,

que nació entre tumbas con pasajes secretos.

 

Es una tormenta negra con olor a desierto.

Son como langostas hambrientas de pasto verde.

Monstruos disfrazados de ovejas tiernas,

pero son chacales que se mueven en la umbra.

 

Es una epidemia letal que dice vestirse de harapos

mientras devora riquezas, vidas y existencias.

 

Ruines, … … … de otro genus…

 

Se alimentan de todo, lo muerden todo,

como ratas…

llevan la marca de un demiurgo… de algo

que todavía la humanidad no conoce.

 

Es una peste carroñera, buitres rojos del abismo.

Bracatos de lo impío.

 

Ellos saben quiénes son…

ustedes no.

Sus cielos son rojos y manchan las dagas

de sus holocaustos.

 

El mundo es su patio de juegos macabros.

Sus juguetes están adornados de pirámides

y del ojo de Zabulus.

 

Endriagos del orcus cruel y artero.

Amorfios de los submundos del caos,

trabajando para el enemigo de Aquel que no tiene nombre.

 

Este es el holocausto…

pero no es el sacrificio final.

 

Los ofidios se mueven de arriba a abajo,

de lado a lado… entre el veneno etéreo

expelido por sus corazones negros.

 

Priman los tronos de las tinieblas,

se sacuden los vacíos que orbitan la matriz,

vuelan y sobre vuelan los dragones supuestamente olvidados,

y escupen sangre sobre el sol y la luna.

 

Pudren la sangre con ponzoñas negra,

rompen escaleras evolutivas.

 

Es otra ofrenda…

al servicio del Rex Regis Zabulus,

mientras el andar de 4 jinetes rompe

el asfalto de este incertus mundus».