Este
año los humanos tiene miles y miles de muertos que recordar…
… gente que partió de forma abrupta por las vacunas y muy pocas por el covid.
… ¿Da para celebrar? – No.
… ¿Da para recordar? – Sí. Todos aquellos que vieron irse de manera «forzada» a sus amigos o seres cercanos. Y pongo entre comillas la palabra forzada porque nadie te obligó a ponerte ese veneno, aparte de los médicos, fuentes de trabajo o autoridades… también quienes murieron tienen una cuota importante de responsabilidad en que se haya apagado su vida antes de tiempo… porque también es culpable la ignorancia, el miedo y el no informarse… seguir comandos sin saber o tener plena «info» de lo que sucede trae consecuencias nefastas, y hoy lo vemos con la cantidad de gente que está hospitalizada, y no precisamente por estar enferma del covid-19, sino que por los efectos adversos de las vacunas, que tiene a muchos con un pie dentro del cajón mortuario.
Paso
a algo más positivo en medio de tanto negativismo y mentiras:
Ya van 5 días de este mes de octubre y lo primero que pienso es en: «Ir de camping» … con la salvedad de que ahora, seguramente, no vamos a tener el inconveniente de que las carreteras estén bajo vigilancia militar o policial.
Esta región maravillosa – Región de Magellan – está en «apertura total», fase 5 – creo - y esto significa que podemos salir fuera de la ciudad para re-encontrarnos con nuestros lindos bosques, las hermosas lengas y ese frío patagónico que retuerce los huesos en las noches y madrugadas.
Si no pasa nada extraordinario, estaríamos saliendo de esta selva de cemento a fin de mes, antes de la celebración de «Halloween» (como la conocen todos, deben recordar que con el auge del catolicismo esta vieja y pagana tradición se cristianizó y se pasó a llamar «La víspera de todos los Santos»)
… para mí es el Samhain (palabra gaélica que significa «el final del verano»), celebración celta pagano ancestral que significaba el «final de la cosecha» y que derivó en estas fiestas de niños, monstruos y fantasmas, pero que representaba la despedida de LUGH, el dios del sol.
[Imagino
este Halloween, en un par de años más, pero diferente… y que todos los niños
usen verdaderas máscaras de monstruos: La cara de Rothchild, de Bill Gates, de
Anthony Fauci y de todas las bestias que han impulsado las vacunas y que
crearon el covid-19 y todas sus «variedades».
Si
la industria de cucos y que gana mucho dinero con esta fiesta, se pusiera las
pilas, podrían ganar millones vendiendo máscaras horribles de estos personajes
inframundanos que caminan entre nosotros.]
Este
campamento nos servirá para limpiar el aura, la mente y sanar en algo nuestros
heridos cuerpos… por la inmovilidad de tanto tiempo. Cuerpos azotados por la
dictadura sanitaria impuesta por los dementes psicópatas que lideran la O.M.S.,
y que cada gobierno del mundo impuso sin cuestionamientos ni consultas, siguiendo
a pie juntillas los parámetros de esas viejas hienas del «serengueti médico
mundial».
El remedio natural para un vikingo son buenos vodkas y whiskys, unos pedazos de carne, birras, metal pagano y disposición positiva para escapar de la presencia humana y de todo el entorno asqueroso que representa la ciudad.
Y antes de terminar:
«Debemos seguir en la lucha, nadie puede imponernos algo que no queremos. Apelemos al Tratado de Núremberg de 1947: “Nadie te puede obligar a vacunarte sin tu consentimiento”, y también apelemos al Tratado de Bio-Ética de 2005: “Nadie te puede prohibir trabajar, estudiar, viajar, reunirte ni discriminarte si no te has vacunado”».
Y como siempre digo:
«Que sea lo que los
viejos dioses decidan».
¡SKÅL, Y UN FELIZ
SAMHAIN PARA EL TRÄDENSBRÖDER KLAN!
¡TODAVÍA QUEDAN
CENIZAS!
¡HAIL WOTAN, THOR, FREYA, FREY Y TYR!