jueves, 1 de mayo de 2025

Casi un Editorial [Die Zukunft ist ominös]



Llega el mes de Harpa, recién saliendo de unos días convulsionados; para el mundo católico apostólico romano; donde ver partir a un Papa —Bergoglio— que, según algunos, deja un legado interesante... cuestionable diría yo. Y, durante su sepelio, se ve rodeado por esta maraña de simbologías masónicas y satanistas que nos tienen podridos a todos, y que demuestra que el Vaticano es un pozo que está conectado con el mismísimo infierno.

 

En Estados Unidos, Trump y compañía siguen en este rumbo frenético de cambiarlo todo y su guerra de aranceles comienza una serie de movimientos de piezas con su mayor enemigo —hoy comercial— China, esto de paso, trae coletazos en el mundo entero, es como si EE.UU. quisiera a toda costa ser el nuevo imperio de este milenio, que hasta ahora, no nos ha traído nada nuevo ni interesante, no hay avatares, ni apóstoles... y los niños que llegan a este laboratorio bajo la cúpula no han cambiado nada de nada, los niños índigo desaparecieron en el ocaso del tiempo, los de cristal están en el suelo, como vasos rotos después de una infernal fiesta.

 

¡El mundo sigue en caída libre señores!

 

Canadá tiene nuevo líder, nuevo gobernante, y cuando todos pensaban que el lapidado pueblo canadiense daría con la tecla del piano nos damos cuenta que otra vez gana el mal... porque su nuevo mandamás es otro secuaz de los genocidas mundiales: un miembro del Foro Económico Mundial y del panel de Cambio Climático de la ONU, ideólogo de los impuestos al carbono por el «cambio climático», ex presidente del Banco Central de Canadá y luego del de Inglaterra, o sea, otro monstruo con mentalidad globalista.

Todo esto demuestra que a final de cuentas los pueblos no eligen por voluntad propia a sus gobernantes... los que manejan el mundo ponen en la mesa los candidatos que ellos quieren que tú elijas.

 

Así fue, así es y así será siempre.

 

Nuestro país está en una especie de pausa, en un eterno y somnoliento limbo donde Gabriel Boric y su panda de inútiles solo están preocupados de cosas menores, porque, las cosas mayores o no quieren solucionarlas o sencillamente no pueden cambiarlas, ya sea por ignorancia, inutilidad o inoperancia mayúscula.

Mientras, en materia de candidatos al sillón presidencial del otro año, ya se comienza a desgranar el choclo, y de a poco vemos quienes serán los que representen a su sector de la mejor manera.

¿Llegan los mejores? Lo dudo.

 

Seguramente a corto plazo nos asombremos con la bajada de alguno que tenía posibilidades, o a fin de año, cerca de las votaciones veamos por fin a los 3 candidatos que luchen ferozmente por este Chile lleno de desilusiones por parte de la clase política que nunca nos termina de asombrar con sus aberraciones políticas, entiéndase: corrupciones, dineros que desaparecen, traiciones, etc.

 

Sociedades infectas hasta la médula.

Justicias corruptas, leyes en el suelo.

Políticos hambrientos de poder, engullendo a los pobres e incautos ciudadanos.

Sabandijas controlando las oscuras calles.

Criminales haciendo de la muerte su trabajo.

Economías a media máquina, dependiendo del perro imperialista que ladre más fuerte.

… por eso estamos enclaustrados en el centro de los tres «cristales», como animales, esperando compasión de los dioses carcelarios.

Y así debe ser.

Quiero finalizar con un poema que no es de mi autoría, para redondear este mini Casi Editorial:

 

Ruinas del Alma

«En lo más profundo de mi ser yace una ruina,

restos de sueños rotos y promesas olvidadas,

la destrucción interna, lenta pero continua,

va carcomiendo mi esencia, dejando huellas marcadas.

 

Cada recuerdo es un escombro en mi memoria,

cada suspiro, un lamento de lo que pudo ser,

la destrucción del alma es una historia,

que se escribe en silencio, sin saber qué hacer.

 

Mis huesos son columnas que se derrumban,

mis pensamientos son escombros dispersos,

la destrucción me consume y me sumerge en penumbras,

en este paisaje desolado y adverso».

 

Bienvenidos al mes de Harpa.

 

 


Fuente:

Poemacreativo.com

Artículo escrito por: Jarl Asathørn.