miércoles, 10 de julio de 2024

Rezyklon presenta: Melancolía de Friedrich Nietzsche



Muchos creen que la melancolía solo es un sinónimo de tristeza, pero es mucho más que eso, y no solamente define un estado sicológico permanente, a veces es esporádico y tampoco representa una debilidad... en el mundo que vivimos la melancolía aparece cuando vemos el desastre que los humanos construyen día a día: guerras, mentiras, crímenes, etc., y dependiendo; a veces del clima; esta diosa aparece y se posa en el fondo de nuestro ser. La melancolía es pesadumbre, nostalgia, o decaimiento.

 



A LA MELANCOLÍA

[Friedrich Nietzsche]

 

«No te enojes conmigo, melancolía,

porque tome la pluma para alabarte

y, alabándote, incline la cabeza

sentado sobre un tronco como un anacoreta.

Así me contemplaste ayer, como otras muchas veces,

bajo los matinales rayos del cálido sol:

Ávido el buitre graznaba en el valle,

soñándome carroña sobre madera muerta.

¡Te equivocaste, pájaro devastador,

aunque momificado descansara en mi leño!

No viste mi mirada llena de placer

pasear en derredor altiva y ufana;

y que cuando insidiosa no mira a tus alturas,

extinta para las nubes más lejanas,

se hunde en lo más profundo de sí misma

para radiante iluminar el abismo del ser.

Muchas veces sentado en soledad profunda,

encorvado, cual bárbaro oferente,

pensaba en ti, melancolía,

 

¡Penitente, pese a mis pocos años!

Sentado así, me complacía el vuelo del buitre,

el estruendo de la avalancha,

y tú, inepta quimera de los hombres,

me hablabas con verdad, mas con horrible y severo semblante.

Acerba diosa de la abrupta naturaleza,

amiga mía, te complaces en manifestarte a mi alrededor

y en mostrarme amenazante el rastro del buitre

y el goce de la avalancha, para aniquilarme.

En torno a mí respira enseñando los dientes

la apetencia de muerte:

¡torturante avidez que amenaza la vida!

Seductora sobre la inmóvil estructura de la roca

la flor suspira por las mariposas.

Todo esto soy —me estremezco al sentirlo—:

mariposa seducida, flor solitaria,

buitre y rápido torrente de hielo,

gemido de la tormenta — todo para ensalzarte,

fiera diosa, ante quien profundamente inclino la cabeza,

y suspirando entono un cántico monstruoso de alabanza,

sólo para ensalzarte, ¡que con cordura

de vida, vida, vida esté sediento!

No te enojes conmigo, divinidad malvada,

porque con rimas dulcemente te orne.

Aquel a quien te acercas se estremece ¡oh rostro terrorífico!

Aquel a quien alcanzas se conmueve, ¡oh malvado derecho!

Y yo aquí estremeciéndome balbuceo canto tras canto

y me convulsiono en rítmicas figuras:

fluye la tinta, salpica la pluma afilada,

¡oh diosa, diosa, déjame — déjame hacer mi voluntad!»

 

 




 

Fuente:

culturainquieta.com

Cover: pintura titulada Melancholy de Edvard Munch.

Edición final: V.D.M.