viernes, 2 de febrero de 2024

Rezyklon presenta: «Antes de Nacer» de C.K. Chesterton

 




G. K. CHESTERTON

(Gilbert Keith Chesterton; Campden Hill, 1874 - Londres, 1936) Crítico, novelista y poeta inglés, cuya obra de ficción lo califica entre los narradores más brillantes e ingeniosos de la literatura de su lengua. El padre de Chesterton era un agente inmobiliario que envió a su hijo a la prestigiosa St. Paul School y luego a la Slade School of Art; poco después de graduarse se dedicó por completo al periodismo y llegó incluso a editar su propio semanario, G.Ks Weekly.

Desde joven se sintió atraído por el catolicismo, como su amigo el poeta Hilaire Belloc, y en 1922 abandonó el protestantismo en una ceremonia oficiada por su amigo el padre O'Connor, modelo de su detective Brown, un cura católico inventado años antes.

Además de poesía (El caballero salvaje, 1900) y excelentes y agudos estudios literarios (como los dedicados a Robert Browning, Charles Dickens o Bernard Shaw, publicados entre 1903 y 1909), este conservador estetizante, similar al mismo Belloc o al gran novelista Ford Madox Ford, se dedicó a la narrativa detectivesca, con «El hombre que fue Jueves», una de sus obras maestras, aparecida en 1908.

 

A partir de 1911 empezaron las series del padre Brown, inauguradas por «El candor del padre Brown», novelas protagonizadas por ese brillante sacerdote-detective que, muy tempranamente traducidas al castellano por Alfonso Reyes, consolidaron su fama. De hecho, Chesterton inventó, como lo harían un poco más tarde T. S. Eliot o Evelyn Waugh, una suerte de nostalgia católica anglosajona que celebraba la jocundia medieval y la vida feudal reflejada, por ejemplo, en Chaucer (a quien dedicó un ensayo), a la vez que abominaba de la Reforma protestante y, sobre todo, del puritanismo.

 

Maestro de la ironía y del juego de la paradoja lógica como motor de la narración, polígrafo, excéntrico, orfebre de sentencias de deslumbrante precisión, en su abundantísima obra (más de cien volúmenes) aparecen todos los géneros de la prosa, incluido el tratado de teología divulgativa y de gran poder de persuasión.

Los ya citados relatos del padre Brown siguen la línea de Arthur Conan Doyle, mientras que los dedicados a un investigador sedente, el gordo y plácido Mr. Pond (literalmente «estanque»), inauguraron la tradición de detectives que especulan sobre la conducta humana a través de fuentes indirectas, desde Nero Wolf hasta Bustos Domecq, el policía encarcelado que forjaron Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges, dos de los lectores más devotos que Chesterton ha tenido en el siglo XX.

 

Chesterton escribió un hermoso poema, publicado en España por Renacimiento en Lepanto y otros poemas en 2003, y traducido bellamente por Enrique García-Máiquez.

Dice así:

 


ANTES DE NACER

«Si hubiese árboles altos y hierba corta

como en un increíble cuento,

si hubiese un mar azul, azul marino,

y azul celeste hubiese un viento,

 

si colgase del aire un fuego afable

que calentase todo el día,

si le creciese barba verde al prado,

¡oh qué espectáculo sería!

 

Duermo en la oscuridad, soñando que

hay ojos grandes y además

sombrías calles y calladas puertas

con gente viva por detrás.

 

Que venga una tormenta y me despierte,

y lloraré todo el derroche

de los sueños de vida que he soñado

en los imperios de mi noche…

 

Y si una vez pudiese caminar

por esos sueños unas millas,

sería el más alegre peregrino

del País de las Maravillas.

 

No me oiríais palabras de desdén

ni una palabra lastimera,

si encontrara la puerta de ese mundo

alucinante, si naciera».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:

biografiasyvidas.com

Logo circular de Chesterton creado por mí.

Edición final: vikingodemagellan.blogspot.com