«... lo hacía a escondidas, era parte de mis rituales
nocturnos, en medio de las sombras, en silencio, ... subía al techo y me tendía
para mirar los cielos estrellados... era magia, era soledad, era mi escape, mi
mundo.
Me quedaba por horas contemplando la vastedad de la negrura
nocturna, en ese entonces no pensaba en Ovnis, solo quería escapar de todo. Ese
techo era mi cuarto de olvidos, era mi terapia mental... ahí olvidaba todo, la
pesadez del mundo, el asco que sentía cuando tenía que interactuar con otros
humanos. Lo hacía cada noche, ahora no recuerdo por cuanto tiempo lo hice...
¿Años?, ¿Meses?
Era un pre-adolescente tratando de entender la mierda que me
rodeaba, esa mierda que me hacía vomitar en las mañanas.
El awen, la fluidez del tiempo-no tiempo era viajar
mentalmente a los mundos de ensueño, planetas fríos, desolados, sin especies.
Ahora, ya en mi ocaso... rememoro esos minutos, esas horas
como tesoros.
Le enseñé a mi mente a olvidar... a olvidarlo todo... tal
vez, ese es otro sueño de niñez, ... sé que es imposible olvidar, borrar,
"deletear" mi DD...
... aprendí a encerrar lo malo, los recuerdos asquerosos,
aquellos que nos enojan, los que te hacen vulnerable... los encadené en cuartos
oscuros, en mazmorras de olvido, bajo llave.
[Hoy camino en esta vastedad llena de monstruos... y actuando
como niño, para no perder la inocencia del asombro.
Ellos nos han quitado la inocencia de la vida, nos han robado todo.]
Cuando escapo a los bosques... sigo buscando esa niñez
maravillosa, y el olor a madera, a humo desolado y reciclable me mantiene
alerta ante la panda de seres horrendos que pueblan el mundo que los humanos
han creado.
… los bosques de mi tierra natal se transformaron en mi nuevo
techo, más amplio y más lleno de vastedad, misterio y belleza.
Fueron muchas horas contemplando las estrellas, viendo luces desplazándose
muy allá en el espacio.
En un mundo asqueroso, lleno de nuevas sociedades «tolerantes»,
faltan espacios de reflexión y de escape… yo encontré ese lugar, algo que está
impregnado en mi memoria, algo que no quiero borrar.
¿Alguien ha visto la vacuidad hermosa de la noche?
¿Por qué siempre se asocia la noche o las tinieblas a lo
maligno cuando es parte de la creación?
Horrendos y perversos son los humanos de mierda que
contaminan todo. Siempre me cuestiono de qué lado estoy... ¿Debería aplaudir a
los monstruos que quieren llevar a cabo su puta agenda de exterminio? o........
¿Debo yo prepararme y mantener mi silencio como regla ante el horror?
Sí, no soy, precisamente, amante de la humanidad. Quienes me
conocen saben que tengo un alma algo misántropa.
... extraño mi techo.
... extraño mi falta de conocimiento.
... extraño la candidez de la niñez.
... extraño el awen del grupo, que hoy desapareció.
… el Sköll lo devora todo.
Ese techo fue, es y será siempre mi cuarto terapéutico, la
noche mi siquiatra... y las estrellas mi remedio.
Este mini artículo es también un pequeño escape, no hay
grandes ideas, ni grandes preguntas, menos respuestas.
Es un soplo de segundos en una eternidad que llevamos a
cuestas como una gran cruz cristiana que aplasta y sigue aplastando el
paganismo como si fuera el mal.».
*«Vengo a este mundo
de una tierra; hasta ahora;
donde la luz del día se está desvaneciendo,
de una estrella congelada (...)»
«No hay aire para abrazarme,
no hay calor para sentir,
y el sentimiento está ausente.
Un entumecimiento oculto,
debajo de un océano
de hielo y polvo».
«Gib mir ein Schwert, um alle
Monster der Welt zu vernichten.
Gib mir ein Schild, das mich
vor Keimen im Regenbogenkleid und vor denen schützt, die aus dunklem Willen
handeln.
Gib mir Krieg, um Fürstentümer
und finstere Mächte zu vernichten».
- Jarl Asathørn –
Fuente:
* Letras de una de mis bandas favoritas: Odisea Nocturna.