Es interesante ver los procesos sociales que
están ocurriendo en algunas sociedades de este iracundo mundo de… “otrora
sapiens”. Tenemos varias sub especies que están intentando tener un
protagonismo casi esquizoide con tal de reafirmar ideas que presuponen
trasfondos pro humanitarios, pro “educación”, etcétera.
Y este mundo social se sacude porque los cambios
son necesarios, no todos, pero son necesarios si buscamos “mejorar” un
sinnúmero de falencias críticas que tienen como raza social.
Considero que las principales son eliminar los
monopolios, las monarquías… o sea, todo lo que implique absolutos que pisoteen
a los pueblos. Esto, por obviedad, no sucederá a corto plazo, y si lo vemos con
la mirada pesimista… no sucederá jamás.
Ya están implantando ideas, para este nuevo
“cambio”, para esta neo-educación, y neo-historia humana… pero con bastantes
contrasentidos, porque de paso se llevan lo mejor del pensamiento, de la
cultura y de la historia.
Han sido años donde pequeños grandes corpúsculos
de humanoides enfermos han sembrado la semilla del homosexualismo como si esta
condición sexual-espiritual fuera un valor agregado que contribuye a los
mejores procesos sociales y humanos por venir. Y se han agregado varias cosas
más: travestismo, transexualismo, etc. Solo falta que en un par de años más se
agregue como algo normal la pedofilia, y que nos digan que no es una
deformación sexual, sino que es una mirada vieja de las relaciones que los
antepasados humanos veían como normal, y que hoy se ha satanizado por las
culturas añejas basadas en la cristiandad, en la moral y en la tan cuestionable
ética.
Lo peor de esto es que si no aceptas estos
nuevos parámetros sociales tú recibes la marca de este nuevo mundo, de esta
nueva especie en proceso evolutivo y te señalan como si fueras un ser
retrógrado, inculto y con poca capacidad de tolerancia.
Para ser sincero, esos humanoides me tienen sin
cuidado. Este es un análisis, una crítica y un valor del pensamiento, lo
acepten o no.
No es un llamado a la violencia ni al caos, es
una reflexión… para que los “nuevos pensadores” y “escuderos” de la sociedad no
se asusten.
Sigamos:
Y en los últimos años los homo-plebs no
encontraron nada más interesante que llamar a las marchas y a las revueltas
sociales como medio para exigir a los estados gubernamentales que cambien todo,
que les den todo… es como si fueran niñitos caprichosos llorando por mas teta.
No se ven seres racionales ni sabios en las marchas, ellas solo son un desfile
interminable de payasos, incultos paranoicos, perturbados emocionales,
sentimentalistas de novela y estúpidos parasitoides que se pegan a estos
movimientos para dejar escapar sus frustraciones sexuales y monetarias, se
hacen llamar anarquistas y no son más que unos miles de imbéciles descerebrados
que son movidos por los instintos más básicos del primitivismo caníbal, mediocres
envidiosos, llenos de la misma mierda que los poderosos, rebalsados de bilis
ambiciosa que los corroe hasta la médula.
Y si a esto sumamos que no encontraron nada más educativo
que comenzar a incendiar los monumentos de los llamados héroes, esos hombres y
mujeres que ayudaron a la refundación de nuestra patria, soldados y generales
que lucharon por la libertad de este país, y que hoy unos miles de sabandijas
consideran un oprobio para la historia y la neo cultura chilena.
Incluso, se instaló la idea de que esas estatuas
representan una especie de adoración y respeto a la guerra. Sí, estos
monumentos empiezan a ser vistos como una exaltación a la muerte y a la beligerancia.
¿Por qué se mira el pasado con los ojos de hoy?
¿No es una estupidez comenzar ahora a cuestionar
decisiones y acciones que se dieron en un momento dado en cualquier historia de
cualquier país?
Lo que son hoy, es fruto de la beligerancia en
otra época, y ese contexto fue el ayer, y todo lo que disfrutan en el presente
es el resultado de miles de muertes de otros chilenos, en otro tiempo, con
otras circunstancias. Considero que se empezó a hilar demasiado fino con
algunas cosas, y lo peor es que nos intentan imponer esas ideas absurdas, y
solo con el pretexto de decirnos que las guerras son malas.
¿Qué país no ha basado su hoy en un pretérito
que no tenga sangre y guerras? - ¡NINGUNO!
Y son unos pocos los que crean este caos
incendiando estatuas que no molestan a nadie. Lo más ridículo del incendio al
monumento del General Baquedano (en
Santiago, capital de las ratas y cucarachas) es que los “aneuronales” que
se encontraban ahí eran barristas del colo, y tal vez de otros equipos… una
manada de delincuentes, de cobardes, de seres de poca o nula capacidad de
racionalidad… y son ellos los que precisamente nos quieren re-educar, mediante
el odio y mediante la fuerza.
En el instante que comencemos a escuchar a estas
bestias incultas empezaremos a darnos cuenta que una sociedad que basa sus
principios en escuchar a estos proto-humanoides ratoniles, es una sociedad que
nivela hacia el abismo “anti-docto”.
Tal vez, estamos viviendo un oscurantismo social-intelecto-sapiente,
porque estas nuevas luces cegadoras no te llevan exactamente al paraíso de la
luminiscencia racional o intelectual… y menos aún a una evolución con tintes paradisíacos.
Quieren deconstruir la historia, una historia
que no tiene vuelta atrás. Quieren borrar con el codo lo que fue escrito con la
mano.
Lo único que pueden hacer como sociedad es
aprender del pasado de ella, para no repetir guerras ni nada de lo hoy se
empieza a cuestionar.