DÍA 1 (LA IDEA NACE)
(Aclaración: este reportaje es del 2005)
Un día me levanté
“atravesado”, del verbo “enojado” y del verbo “triste”, y salí a caminar para
olvidarme de las weás depresivas, caminé más lento que una tortuga con muletas
y bajé al centro de la ciudad, encendí un cigarrillo... ¿Han cachado que siempre
que uno “anda en otra” prende un cigarro?, es como si el tabaco te alivianara
la weonera y no es así... me quedé pensando un rato en la plaza y de pronto
empecé a observar mi entorno... pasaban minitas con los medios culos y les cachaba
la cara... todas tienen en el día caritas de niñitas buenas ¡Quién las viera en
las discos los fines de semana tirando y emborrachándose como esponjas
secas!... observé a los de edad avanzada, o sea a los viejos, y todos tenían
cara de “¡Qué cagá de vida por la chucha!”, es como si estuvieran escapando de
la vejez, tienen rostros de hombres tristes, también caché a los matrimonios,
algunos andaban de la mano, pero ni se miraban, era extraño, daba la impresión que
anduvieran paseando a su perrito... Ustedes dirán: ¿Qué tiene que ver esta weá
con el reportaje de los curas? ¡Tranquilein... ya voy a llegar a eso!
Del puro
aburrimiento me puse a mirar los “edificios”, para ser más preciso, las construcciones...
y ahí, frente a mis bellos y pícaros ojos calentones estaba la Catedral de
Punta Arenas. Me puse de pie - como
Carcuro - y partí rumbo a ese sacro lugar donde todos los creyentes y seudo-creyentes humanos se dejan caer los domingos para escuchar a los sacerdotes... llamados
cariñosamente “curitas”, ese lugar donde van a olvidar los pecadillos de la
semana y de los fines de semana, que asisten para recibir la absolución o el
perdón por las cagaditas que cometen y que seguirán cometiendo, o para lucirse y
aparentar ser un cristiano decente (Weá
que no les compra nadie que se considere cristiano decente) Mientras estaba
meditando sobre mi existencia maravillosa me dije a mí mismo:
“Ahí está la weá,
voy a escribir sobre los curas”, por lo tanto, aproveché de observar lo que de
alguna manera me inspiró e iluminó a redactar este valioso documento, o sea, la
Iglesia, los curas y su funcionamiento.
Para los que nunca
han ingresado a ese recinto les puedo contar que es grande (Por una weá de comodidad, pa’ qué construir
una cajita de zapatos si por fe cachai que tendrían que llegar unos cientos),
silencioso, un tanto “depre”, yo cacho que es por la cantidad de karma de los pecadores
crudos que van. Es cómodo y hay bancas de madera (Si hubiera sillones los weones que van a puro weviar caerían raja del
aburrimiento), nadie te wevea, podís leer tranquilo, obvio que algunas veces
llegan pendejos o minas que andan puro weviando y te desconcentran ene, y dan
ganas de levantarte y sacarles la chucha a patadas, pero se vería feo - desde
el punto de vista espiritual - no podís pegarte una rayada en la iglesia... en
otras ocasiones llegaban viejitas onda poblacionales y se sentaban y comenzaban
a orar con los ojos cerrados y luego de un rato miraban de un lado pa’ otro
para cachar si veían a un “curita” que hablara con ella y no aparecía
ninguno... de vez en cuando se “paseaba” alguno y ¡PLUF! “desaparecía” ... yo
me cuestionaba y reflexionaba:
¿Qué onda?
¿Qué hacen los curas
que no están nunca?
¿Están llenos de pega,
salvando almas que no aparecen cuando alguien los necesita?
¿No será que las
viejitas que van son ignorantes y no saben que deben pedir hora para ser
atendidas?... ustedes cachan, son mis tonteras y desvaríos de escritor.
Otras de mis
inquietudes periodísticas eran:
¿Cuántos curas hay
en Punta Arenas?
¿Existen 2 o 3? Me lo preguntaba porque estuve 4 horas dentro
de la catedral y con “muuucha cuea” caché uno... y de paso, era un “curita-cometa”
... LO VÍ-PASÓ-SE FUE.
¿Dónde se meten?
¿Dónde
están? Ese era mi desafío, desentrañar el misterio que rodea a los curas,
descifrar lo que hacen y cómo lo hacen, la cantidad de trabajo que tienen, etc.
Mientras estuve ahí
redacté una carta dirigida a Tomás González – que viene siendo como el patrón
del fundo católico - para pedirle formalmente una entrevista.
Salí bastante
decepcionado de la Catedral, con un gusto amargo en mi boca y no era
precisamente por haberme tomado un copete malo... sino que fue por la cantidad
de interrogantes a las cuales debía - por una obligación moral - responder.
Días después recibí
respuesta y la entrevista sería en un lugar X a una hora X.… pero a pesar de
este pequeño triunfo quedé con más preguntas:
¿Por qué se demoró
tanto en responder?
¿Andaba de viaje
salvando almas en la China o en Corea del Norte?
¿Por qué si vivimos
en Punta Arenas la carta de respuesta llegó tarde, será que ellos reciben
caleta de cartas en la semana?
¿Ocuparán su tiempo
en contestar cada carta que les llega? En
todo caso sería
extraño que recibieran “taantas cartas”, son curas, no viejitos pascueros.
DÍA 11 (EL MOMENTO DE CONFRONTACIÓN)
El momento había
llegado, frente a mí aparece en persona y en vivo... Tomás González, cuando lo
caché de lejos me dije: “Son weás mías o este viejo anda “arriba de la pelota”
... me equivoqué, el tipo tiene cara de borrachín y nada más, lo juzgué mal”.
ENTREVISTA (sin censura)
KREVALORA: Gracias por concederme la entrevista, me imagino lo “ocupado”
que está en la semana.
TOMÁS G: La verdad es que estoy muy ocupado, mis obligaciones eclesiásticas,
tu entiendes.
KREVALORA: Eeeh, no, no entiendo. Quiero preguntarle sobre los demás sacerdotes.
Hace una semana y algo fui a la Catedral y estuve 4 horas sentado, entraron
alrededor de 23 personas y en esas horas no vi a ningún sacerdote ayudando a la
gente. Me puede explicar ¿En qué ocupan el tiempo? O ¿En qué lo pierden?
TOMÁS G: Para un momento. Nosotros somos responsables y sabemos la misión
que tenemos, si alguien quiere cuestionar nuestra labor que nos den pruebas
concretas de lo que dicen. Tú no puedes dar por cierto un rumor o lo que se te
ocurra.
KREVALORA: Yo... y no tú... estuvo sentado como imbécil en la iglesia y
en 4 horas no apareció ni un solo sacerdote, no es algo que se me ocurrió en el
camino, yo lo vi. El cuestionamiento es mío y no de la revista para la que
trabajo, para que nos entendamos bien. ¿Está conforme con el funcionamiento de
la Iglesia Católica regional?
TOMÁS G: ¿Sabes? No me gusta tu manera de encarar una entrevista. Como
periodista debes ser más respetuoso e informarte más sobre lo que vas a
reportear.
KREVALORA: Me imagino que esperabas a un periodista aweonao que te lamiera
el culo y que te hiciera reír. De cómo encaro mi trabajo es problema mío y no
tuyo, si hago como las wéas mi pega me echan cagando... Si tú hacís tu pega
como la mierda a ti no te echan a menos que te mandís una cagaíta jevi, y no
siquiera eso, hay caleta de weones que están en líos por la weá de la pedofilia
y no los sacan del sacerdocio, los mandan lejos po’ weón, y la weá queda en
nada ¿cachai? Diosito no va a bajar y te va a decir: Tomás, estai despedío. No
seai weón... tú tenís una gran responsabilidad... tenís que salvar almas pos weón,
esa es tu pega y la hacís como las wéas ¿cachai?... no podís vender la pomada
que la iglesia está bien y to’a la weá porque tu iglesia está como la mierda. Ese
día - weón - yo me levanté como el hoyo y estuve en tu iglesia “que funciona la
raja” según tú, y no había ni un cura weón, ni uno solo, llegó una viejita que
se le notaba en la cara que estaba pa’ la cagá y quería conversar o confesarse
y se fue porque nadie la pescó... ¿a esa weá le decís bien? Para de gozar. Nunca tan cara de raja.
TOMÁS G: ¿Sabe joven? Esta entrevista llegó hasta acá. Eres un maleducado
e ignorante.
KREVALORA: No podís irte pos weón... tenís que responder mis preguntas porque
los weones que leen la revista van a decir: ¡Cacha, el viejo oculta alguna weá!
y tú vai a quedar como las wéas... De buena fuente supe también que vivís como
rey, tomai los mejores copetes, comís lo mejor y tirai la comida en vez de
dársela a la gente que te cocina o que trabaja para la iglesia y esa weá no es
mentira ni un rumor.
TOMÁS G: ¡Eres de lo peor! ¿Podría decirme su fuente?
KREVALORA: Seguro que tendré cara de weón... ¿No tenís una preguntita más
weona?
TOMÁS G: ¡Tú no entiendes nuestra misión y jamás la entenderás!... la
gente me quiere y me respeta, las autoridades buscan en mí consuelo, tú no
entiendes nada.
KREVALORA: Me imagino que tu misión es engordar antes de morir pos weón...
o sea, no me engrupai... hay gente que no tiene na’ que comer y tú vivís
comiendo como un cerdo... ¿Y estai conforme con tu labor? Te conformai con poco
en todo caso... la gente que te rodea son cínicos de mierda ¡Las autoridades
valen hongo!... esos weones van los domingos a puro weviar para mostrarse
piadosos y no salvan a nadie... tu trabajo es más que simple... ¡Salvar las
almas de los pecadores! Incluyendo la tuya ¿Alguna vez le has pedido a Diosito
que te dé humildad? ¿Le has pedido que él te guíe y no al revés? ¿Serías capaz
de dejar toda la comodidad por una casita humilde y vivir como lo hicieron los
apóstoles? ¡No podrías weón!, estai bien así, estai cómodo viviendo como rey,
jamás podrías vivir como el pueblo, estai perdío en tu fe y lo peor de todo es
que no cachai pa’ donde vamos. Eres apóstol de Satanás, apoyai el comunismo, apoyai
el terrorismo de izquierda... estai haciendo tu pega “bien como las wéas” ¿cachai?
De pronto el tipo se
levantó emputecido y se fue y yo quedé sentado con ene preguntas sin responder.
DÍA 22 (FINAL AMARGO)
Una semana después,
un día domingo, fui a una misa que se llevaba a cabo en la Catedral, y ahí
estaba “El Gonza” con su cara de cínico y de cerdo... orando a su Dios fantasma
y pidiendo para que Dios fuera propicio a todos los presentes. Obvio que
Diosito lo escuchó porque es bueno, me escucha a mí que soy “entero pecador” y
por lógica escuchó a ese imbécil falso. Después de eso me quedé sentado un rato
hasta que me “pidieron amablemente” que me retirara y ahí surgió otra de mis preguntas:
¿No fueron
construidas las iglesias para reposar en ellas y para que los pecadores
meditemos y nos pongamos en contacto con Diosito?
¿Si me siento como
el hoyo y quiero estar sentado en un lugar santo debo esperar los horarios
impuestos por estos weones?
¿Dónde puedo ir
cuando me sienta mal?...
Y la pregunta del
palo verde:
¿Estos mismos weones, “pastores” de las ovejas perdidas, usarán
estas iglesias para limpiar sus pecadillos mentales o pedir perdón por sus
acciones aberrantes?
REFLEXIONES FINALES ACERCA DE LOS CURITAS CATÓLICOS
Al final de estas
semanas de investigación saqué varias conclusiones y dudas:
1.
No me quedó claro en qué gastan su tiempo los curitas. Andar weviando y
palmoteando el hombro del Intendente o el Alcalde debe cansar. Supongo.
2.
Si tienen una misión, que es salvar almas, la están llevando a cabo como las
“reverendas” wéas. Ahora existen más pecadores y Punta Arenas se ha
transformado en un antro de perdición, si no me creen péguense un paseo los
fines de semana a las discos o a la plaza de armas.
3.
La oración más recurrente de Tomás González debe ser: “Bendice estos alimentos
(Buen vino, quesos caros, buenas carnes,
postres ricos, ensaladas de todo tipo) que humildemente me voy a servir”.
4.
Que a los únicos weones que escucha es al Intendente y su séquito de viejos y
viejas de mierda en las “misas sociales” de los cócteles a los que va.
5.
Que el Satanás del mundo cristiano está ganando la batalla por culpa de estos
curitas que se dedican a la política y eventos “palurdos”.
6.
Que los curas perdieron el rumbo y el mundo está al revés, los siquiatras nos
intentan salvar con sus teorías que no se aplican ni a ellos mismos porque
lamentablemente para todos nosotros los “curitas” ya no se dedican a salvar,
ellos no salvan... a nadie.
DÍA 23
No pude dormir
tranquilo en toda la noche y amanecí como las wéas, con los párpados pegados,
los ojos llenos de venas rojas, parecía un zombie, al mirarme al espejo me veía
como Tomás González después de un carrete, me cachaba perseguido... alucinaba,
quizás era porque sentía que mi reportaje estaba incompleto... me di nuevos
ánimos, me tomé una cerveza Imperial y salí nuevamente a investigar, pero esta
vez me fui a la Iglesia de los Testigos de Jehová, necesitaba comprobar una vez
más que la weá no estaba tan mal como yo pensaba.
Esperé como santo weón
a que llegara la gente y de pronto aparecen una manada de viejos y viejas
vestidos súper cartuchos, esto es, de corbatas negras o azules, vestidos de
colores oscuros, con unas caras decrépitas, serios, enojados, con la mirada
perdida, parecían posesos por alguna fuerza de la tristeza, en algún instante
de mi weonera pensé que me había equivocado de iglesia ¿Estaría frente a la
iglesia de Satán o estaban filmando Men in Black 4 y yo no sabía nada? Un gallo
de unos 45 años me miró con un “carachito” que me anduvo asustando, y me dije:
“Seguro que este
viejo me viene a pintar los monos”, se acerca y me pregunta si buscaba a
alguien y yo le dije que deseaba conocer su religión, me hizo pasar
amablemente... y al entrar el murmullo era casi diabólico: los viejos gritaban,
saltaban, reían, escuché de lejos la palabra “ayuya” y pensé: “Qué onda, ¿quién
es el perdido que vende pan dentro de una iglesia?”
Y como estaba cagado de
hambre grité onda-crudo: “Yo quiero tres kilos de ayuyas, por aquí, por aquí”
... todos se quedan callados y me miran... una viejita onda “Mum-rá” se acerca
a mí y con su aliento senil y su ropa con olor a naftalina me dice: Hijito,
nadie está vendiendo “ayuyas” ... están gritando “aleluya” --- y yo quedé
marcando ocupado y con mi rostro ardiendo y cocinándose al vapor.
Después de “mamarme”
3 horas de ese griterío ensordecedor lo único que ansiaba era salir corriendo e
internarme en el siquiátrico... la gente de esta iglesia estaba peor que yo,
lloraban, gritaban, se desesperaban y no entendí por qué ¿No se supone que la
casa de Dios es un lugar donde reina la paz? Obvio que la culpa no es de
Diosito (Rivfader), luego me pregunté:
¿Qué clase de
líderes tienen en esta iglesia que dejan que la weá se transforme en un
concierto de gritos y caos?
¿Estaba en una iglesia o en un concierto Black
Metal?
¡¿TAN CURAO ESTABA?!
Después que terminó
“la misa” pedí audiencia con un tipo que estaba a cargo, de nombre Carlos y
esto fue lo poco que hablamos:
KREVALORA: ¿Sabís? Estoy un poco confundido... ¿Cuál es el propósito de
permitir tanta locura en un recinto supuestamente santo?
CARLOS: ¿Por qué dice supuestamente? Este lugar es absolutamente santo
y lo que viste no es locura... es devoción al Señor, a nuestro Dios Jehová.
Aleluya hermano.
KREVALORA: No le llama locura a un grupo de personas gritando como
malos de la cabeza, que saltan como si estuvieran poseídos por algo maligno y que
lloran como si el mundo estuviera cayéndose a pedazos ¿Eso no es locura?
CARLOS: (El tipo me miró onda
“te voy a sacar la chucha”) ¿Qué tiene de malo expresar nuestro amor por
Jehová de esa manera? en las escrituras... blá-bla-bla (Aquí me recitó de memoria varios pasajes escogidos al azar de antiguo
testamento).
KREVALORA: ¿No es la iglesia el lugar donde reposa el espíritu de
Diosito, no debe ser un lugar de tranquilidad en vez de gritos, no debe ser un
lugar de reflexión y meditación profunda en vez de un ensordecedor penatorio de
egos? Me vai a decir weón fresco de raja (Aquí
me calenté) que Diosito es feliz en medio de un “cardumen” de weones que
gritan sus pecados a los 4 vientos ¡NO ME WEVÍS!...
CARLOS: Tu boca es la boca de Satanás, tú eres un enviado de las
hordas infernales que pretenden destruir a los Testigos de Jehová ¡OH JEHOVÁ (El viejo se levantó y miró hacia arriba y yo
me anduve asustando porque pensé que se caía el techo) DÁME LA FUERZA PARA
COMBATIR CON EL ENEMIGO DE NUESTRA IGLESIA (El
viejo weón era más raya’o que “cerco de gato”) ¡Oh Jehová!...
KREVALORA: (Aquí me enojé y
empecé a gritarle) ¡OYE MERMELÁ DE WEONERA, PARA POS WEÓN! Relájate po’ aweonao,
no soy na’ Osama Bin Laden, corta el weveo... para de gozar po’ weón ¡TREMENDO
GRITERÍO QUE TENÍS, VAN A PENSAR QUE TE ESTOY VIOLANDO! “Ovni que arranca sirve
para otro avistamiento”, apreté cuea y salí volando a mil por hora de ese
lugar... yo cacho que ni en un concierto de ‘noise metal’ se grita tanto como
en esa iglesia.
Más tarde me senté
en mi patio a pensar en mi reportaje y con más
calma. Me fumé un
cigarro y saqué una sola conclusión:
“El mundo está tan mal, en todo orden de
cosas, que no es de asombrarse que las instituciones “espirituales” sean
gobernadas por weones mundanos que intentan descifrar a Diosito (como quiera que lo llamen) y sus enseñanzas”
... y tampoco me asombra el por qué el 80% de la población intenta creer en
Dios “a su propia manera” ...
¿Sirven de algo los curas? Según yo: SÍ. Para
comprobar que estamos cuesta abajo”.