“ENTRE LAS LÁGRIMAS
Y EL MURO”
Capítulo uno:
“LÁGRIMAS”
Me gusta
pensar y creer que cada vez que llueve se lavan los pecados y las asquerosidades
del mundo, es como si la naturaleza en su sabiduría hiciera un MEA CULPA por
nosotros, porque, sinceramente, los humanos son un asco existencial.
Comenzamos
un nuevo milenio entre confusiones y caos, ignorancia y perplejidad, arrogancia
y debilidad y más temprano que tarde el universo inmaterial aparecerá en gloria
y terror y nos veremos forzados a postrarnos ante lo desconocido, viviremos genuflectos
y sangrantes y rogaremos por misericordia.
Llorar hace
bien; Dicen los antiguos maestros; llorar es meditar sobre la real vida que se
presenta de vez en cuando abofeteando tu cara de vil ser casi pensante, porque
digamos las cosas como son... lloras cuando las situaciones de la vida común y
corriente te violan y te dejan con las piernas abiertas y sangrando, porque así
llega la sabiduría, con dolor, con angustia y la vida te demuestra una y otra vez
que tú no eres un dios, te grita en tu imbécil cara de “humano” que tú no eres
quien manda, que no tienes el poder ni tendrás jamás un poder que no sabes cómo
ni cuándo se maneja.
¿Sabes cuándo
lloras?, Cuando estás al borde de enloquecer, cuando algo o alguien te
sobrepasa, cuando tu pareja te traiciona o cuando tu ego no puede imponerse.
¿Alguna vez
lloras por algo importante? Nunca.
Tus llantos
son llantos de un ser débil y patético, tus lágrimas son egoístas, siempre
llorando por cosas inútiles, por cosas vanas y sutiles, tan sutiles como el gas,
como el aire, como las partículas del polvo contaminante de la ciudad, eres liviano
en tu llanto, eres un asco.
Detestas lo
que digo y no me conoces, pero sabes dentro de ti que tengo razón.
Me detestas,
pero no eres tú sino tu ego, ese ser mentiroso que habita en ti y que te
manosea y te prostituye, lo conoces bien y no lo reconoces. Estás a su merced...
por eso eres ignorante y es esa arrogancia la que te enferma ahora mientras me
lees.
Llorar es
malo y llorar es bueno... no gastes tus lágrimas en necedades porque te harán
falta cuando de verdad las necesites, son como esas cosas que desperdicias a
diario y que sí valen... pero que sacrificas por estupideces superficiales.
Utiliza la razón y la lógica de vez en cuando, sobre todo en lo fácil, no te
preocupes que la estupidez no se desvanece.
Llora por
ti, por tu ser íntimo, el profundo ser, la deidad espiritual que sufre cuando
bebes en exceso, que se marea con tus drogas, que se asquea en las mañanas
cuando te ves en el espejo, que te obliga a vomitarte a ti mismo cuando su
vehículo externo se satura en cocaína o mariguana, deja de lastimarte y llora,
que el llanto, en definitiva, es lo único real y auténtico que tienes... porque
estás solo (a).
Capítulo dos: EL
MURO
Siempre es
necesario cambiar lo malo por lo bueno y no es un secreto para nadie que a
diario te confundes, que tus genes desean prolongarse y tu “yo” imbécil te pide
ser aceptado por todos y chocas una y otra vez contigo mismo... porque tú eres
tu propio muro de contención, no deseas ser mejor y te conformas con la mediocridad
en que vives.
Sé que
siempre estás rodeada (o) de weonas y
weones que hablan estupideces, son los sin-cerebro, que parecen muertos
vivientes y tú soportas eso a diario y sabes que no puedes hablar nada interesante
para no parecer un (a) idiota sabelotodo
y no eres capaz de decirles que te apestan sus conversaciones cíclicas:
... estuvo
bueno el carrete, vi a esa weona, anoche me comí a la polola de ese weón, atraqué
con ese tipo, tiré con este, tiré con esta galla... blá, bla, bla.
Quieres ser
uno de “ellos”, esa especie que encuentras en cualquier lugar, revisa los
lugares a los que asistes, están ahí... en las discos, los pubs, las fiestas,
en los moteles... son los de tu especie, se visten como tú, se ríen como tú, hablan
la misma “shit” que tu desparramas, hacen lo mismo que tú, no hacen nada por
nadie, se succionan unos a otros, como mosquitos sedientos de nada, se acuestan
entre ellos, se gustan, se huelen... una plaga... ¿a ellos te quieres
parecer?... ¡¡¡FELICITACIONES!!!... SON PERFECTOS... SE MERECEN.
Antes de
terminar piensa en lo siguiente: todos ansiamos algo o soñamos algo (me excluyo) y hacemos cualquier cosa por
obtenerlo, pero el costo es demasiado grande... pertenecer a una especie que se
destruye a sí misma... ese es el futuro... la destrucción... es mentira que
serás eterno en este planeta, esta sociedad está colapsando desde adentro, no
tiene moral ni ética, no tiene espíritu... igual que tú.
La religión
no puede hacer más porque no te puede obligar a creer en algo, sin embargo,
eres el primero en apuntar con el dedo a la religión cuando se trata de culpar
a alguno de lo que está pasando, siempre será más fácil acusar a Dios por no
intervenir o será más fácil encontrar los defectos en “lo otro” y nunca serán capaces
de auto culparse por haber creado ustedes mismos un mundo carroñero que está al
filo de su muerte.
Estás entre
las lágrimas y el muro...
¿Qué harás
al respecto?... yo creo que nada, te sientes cómodo (a) siendo quien eres, tienes cero auto estima, el amor que te
tienes es patético e incestuoso... y no mereces compasión de los dioses.
“Cuando uno deja de temer a su
soledad, una nueva creatividad despierta en su seno. La riqueza interior
olvidada o descuidada empieza a revelarse. Uno vuelve a su casa interior y
aprende a descansar en ella. Los pensamientos son los sentidos interiores. infundidos
de silencio y soledad, revelan el misterio del paisaje interior” (Sabiduría
Celta)
“El misterio del paisaje interior
muchas veces se revela solo a quienes no tienen miedo a la aventura en un mundo
donde las reglas propias son dominadas por fuerzas externas y donde los cambios
vienen- siempre y cuando- no le temas a tu propia verdad” (Yarr Asathørn - The
cold void of desolation)