«Los proto humanos siguen deambulando en
este bestiario... prisioneros bajo un techo invisible, sin poder escapar, sin
poder huir como ratas de un barco que se hunde lentamente.
Las bestias siguen dominando el curso de
los eventos.
Monstruos que son el Némesis de esta
atrofiada raza.
Las hienas y chacales siguen depredando,
sin miedos, sin remordimientos... este mundo distópico que está hecho a su
medida.
La pecera tiene demasiados tiburones y
especies ocultas en el submundo abisal, son estos los que sacuden el peligroso yermo, los
que crían bestias y que tienen este mar pedregoso en constantes tormentas, son los que
adoran a Leviatán.
Los borregos caerán cuando se levante la
bestia del mar.
El aire es de metal.
Las aguas son de plástico.
La tierra es un viejo negocio.
El fuego devora los bosques.
Tormentas y huracanes sacuden los
cimientos, gemelos del odio paridos de mentes siniestras.
Los misterios permanecen ocultos,
aquellos que lo pueden cambiar todo.
La ignorancia sigue siendo una dicha en
esta pecera eterna de la carne.
La evolución es una utopía... no hay
vestigios de cambios.
Las crisis son fabricadas en cuatro
paredes y las guerras son un negocio rentable.
Los borregos desfilan a paso cansino hacia el matadero, sin luchar, sin cuestionar nada, encorvados, a veces genuflectos, rodillas sangrantes ante sus ídolos de oro.
Los homo-plebs arrastran cadenas
oxidadas, orando en silencio al silencio sempiterno.
Reina la gran bestia, el ofidio
invisible, sobre las masas crepusculares.
El destino sigue plasmado y escrito con
letras sangrientas.
El bestiario ruge... y por ahora... nada
se puede hacer.
... la proto humanidad está en un punto
sin retorno.
Cacotopía y aniquilación es el nuevo
legado de este mundo».
Fuentes:
Imágenes: best-wallpaper.net / in.pinterest.com
Portada creada por: Jarl Asathørn.
Edición final: Jarl Asathørn.