«... mientras el reloj del oscurantismo sigue
su marcha... siempre me quedo en las sombras... intentando despejar dudas...
analizando lo creo saber, o entender.
¿Cuántos harán lo mismo en el mundo? – pocos...
nadie.
... mientras este mundo errático intenta
mantenerse en su «órbita de estupidez» ...
¿Cuántos estarán dispuestos a despellejar su
mente para resetearla y sacar los contenidos falsos que nos impusieron para
partir de cero y comenzar la búsqueda de la verdad?
... sigo desmotivado, como perdido. No quiero
forzar mi mente para buscar frases, ideas o pensamientos... solo busco el awen,
o el susurro de alguna musa dispuesta a dictarme verdades secretas.
... nulo, cero...
... a ratos llueve, todo es gris, como la vida.
Comenzó este año entre terremotos, muertes y
accidentes, tal vez sea el presagio soslayado de castigos que vienen en más.
... los países nórdicos crujen bajo el manto de
la nieve y las tormentas blancas de muerte, y en otros lares el calor consume
pieles y glebas arruinadas por los pasos cansinos de gente que no entiende
nada.
… extraño el otoño-invierno.
... tengo sueños erráticos, confusos,
extraños... muy alejados de lo que soy o de lo que conozco.
Es como si dentro de mí se abrieran prisiones y
escaparan máscaras y monstruos.
... sigo perdido dentro de estas paredes de
miseria.
... sigo buscando la forma de entrar a lo
profundo del mundo escondido, ese lugar que permanece lejos pero dentro de esta
cascara de materia negra imperfecta.
... ... mientras el reloj de lo imposible sigue
su cansina marcha... siempre me quedo en las tinieblas buscando la luz... y los
atávicos vientos y soplos de lo invisible.
Sigo caminando por esos polvorientos pasillos
de un lugar umbrío... queriendo salir y ver un mundo nuevo.
... desmotivado... nulo... cero».
Fuente:
Portada creada por Simon Heath y editada para propósitos del artículo
por: Jarl Asathørn.