Se fue agosto, se fue también una pesadilla
marxista que fue parte de lo peor de esta patria querida, y desaparece un mes
que marcó a Chile por las inundaciones que dejaron varias cicatrices difíciles
de olvidar: calles anegadas, alza en el precio de las papas; que fue un tema
país; gente sin hogares, y vimos también el desastre y la estupidez de quienes
construyen viviendas y edificios en lugares no aptos, … algunos se dieron
cuenta que hay poca fiscalización,
un problema endémico en este país, algo que vengo criticando desde hace años, y
sin embargo, todo sigue igual, esa palabra NO existe en nuestro país.
Ahora comienza septiembre, un mes hostigoso,
lejos; junto a diciembre; los meses más aborrecibles para mí, pero este en
particular tiene esas luces y sombras tan propias de esta larga y angosta faja
de tierra… es el mes donde abundan las falsedades, las conmemoraciones
izquierdistas llenas de odio, donde la mayoría celebran algo que no comprenden,
donde se da esa tontera de creerse chileno solo porque beben y bailan durante
las fiestas patrias, y que durante su vida no han sido capaces de entender las
raíces y valores que nos identifican, hoy todo se ha vuelto tan light que defender
lo autóctono se transformó en un simbolismo retrógrado que solo impulsan «ultra
nacionalistas» o «derechistas», algo muy «alejado» a esta nueva visión de patria
de los nuevos tiempos, donde no hay cabida para nacionalismos extremos ni para
defensas de los valores chilenos… hoy todo debe ser una amalgama de costumbres
y tradiciones sudacas que «harán crecer» nuestra nación.
Este año en particular fue el trampolín para
que el gobierno marxista de Gabriel Boric impulsara esta maldita rememoración del golpe militar… y de lo único que se habla es de esto… dando
cabida a que ya se estén preparando los descerebrados de siempre que sacan a
las calles sus almas pútridas y pletóricas de insania, malevolencia y rabia.
Son hordas de «anarcos», delincuentes y
estúpidos que no saben nada de la historia, que con suerte leen y se informan,
porque para ellos es más fácil protestar por todo sin aportar nada a la patria.
Gustan de destruir en vez de construir, gozan con el caos y abrazan las llamas
que se identifican con lo profundo de sus almas rastreras y malvadas.
Odio septiembre… lo odio.
Detesto cada fibra que representan estas
fechas.
Aborrezco todo lo que huela a comunismo, a
odios sempiternos. A pasados que deben sepultarse para siempre.
«Ellos» no quieren avanzar.
«Ellos» no quieren olvidar.
No hay mejor ejercicio que el olvido. Sin
embargo, siempre le han lavado la cabeza a todos con: «quien olvida el pasado
no comprenderá el presente y por ende, no entenderá el futuro» … en la mecánica
suena bien, pero el olvido nos permite evolucionar, mejorar.
Alemania, Inglaterra y otras naciones en vez de
llorar y quejarse por los estragos de la guerra prefirieron construir,
reconstruir de las cenizas y seguir adelante, no sienten odios por Alemania y
viceversa. Japón recibió el peor de todos los castigos, 2 bombas nucleares,
millones de muertos, y siguieron avanzando, y hoy es un país muy alejado a la
destrucción que vivió, y se alza como un país desarrollado… y lo conquistaron
en pocos años.
Los únicos que han sacado ganancias eternas de
la guerra son los «innombrables», las serpientes del desierto… han crecido
gracias a que explotan una cantidad enorme de mentiras y siguen en el rol de
victimización para que les sigan dando millones y millones para avanzar. Se
parecen a los comunistas, y es obvio, son del mismo redil de pensamiento, del
mismo nido ofidio.
Ya van 50 años… y siguen revolviendo las
heridas, para que siga corriendo sangre, para que la sanidad no llegue jamás. Y
en el fondo, puedo especular que muchas de esas familias lo único que quieren
es «reparación» … y que sea monetaria, para seguir en la senda de perpetuar esas
memorias y legarlas a sus nuevas estirpes de neo monstruos que crecerán al
amparo del dinero del resto de los chilenos… que lo único que desean es
sobrevivir en una sociedad cada vez más peligrosa y convulsionada, en un mundo
tormentoso y cada vez más siniestro.
Ojalá se vaya rápido este pútrido mes… y que el legado de las
serpientes permanezca para siempre en el olvido.
“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única
venganza y el único perdón.”
JORGE LUIS BORGES