viernes, 1 de septiembre de 2023

Arven Etter Slangene

 


Se fue agosto, se fue también una pesadilla marxista que fue parte de lo peor de esta patria querida, y desaparece un mes que marcó a Chile por las inundaciones que dejaron varias cicatrices difíciles de olvidar: calles anegadas, alza en el precio de las papas; que fue un tema país; gente sin hogares, y vimos también el desastre y la estupidez de quienes construyen viviendas y edificios en lugares no aptos, … algunos se dieron cuenta que hay poca fiscalización, un problema endémico en este país, algo que vengo criticando desde hace años, y sin embargo, todo sigue igual, esa palabra NO existe en nuestro país.

Ahora comienza septiembre, un mes hostigoso, lejos; junto a diciembre; los meses más aborrecibles para mí, pero este en particular tiene esas luces y sombras tan propias de esta larga y angosta faja de tierra… es el mes donde abundan las falsedades, las conmemoraciones izquierdistas llenas de odio, donde la mayoría celebran algo que no comprenden, donde se da esa tontera de creerse chileno solo porque beben y bailan durante las fiestas patrias, y que durante su vida no han sido capaces de entender las raíces y valores que nos identifican, hoy todo se ha vuelto tan light que defender lo autóctono se transformó en un simbolismo retrógrado que solo impulsan «ultra nacionalistas» o «derechistas», algo muy «alejado» a esta nueva visión de patria de los nuevos tiempos, donde no hay cabida para nacionalismos extremos ni para defensas de los valores chilenos… hoy todo debe ser una amalgama de costumbres y tradiciones sudacas que «harán crecer» nuestra nación.

Este año en particular fue el trampolín para que el gobierno marxista de Gabriel Boric impulsara esta maldita rememoración del golpe militar… y de lo único que se habla es de esto… dando cabida a que ya se estén preparando los descerebrados de siempre que sacan a las calles sus almas pútridas y pletóricas de insania, malevolencia y rabia.

Son hordas de «anarcos», delincuentes y estúpidos que no saben nada de la historia, que con suerte leen y se informan, porque para ellos es más fácil protestar por todo sin aportar nada a la patria. Gustan de destruir en vez de construir, gozan con el caos y abrazan las llamas que se identifican con lo profundo de sus almas rastreras y malvadas.

Odio septiembre… lo odio.

Detesto cada fibra que representan estas fechas.

Aborrezco todo lo que huela a comunismo, a odios sempiternos. A pasados que deben sepultarse para siempre.

«Ellos» no quieren avanzar.

«Ellos» no quieren olvidar.

No hay mejor ejercicio que el olvido. Sin embargo, siempre le han lavado la cabeza a todos con: «quien olvida el pasado no comprenderá el presente y por ende, no entenderá el futuro» … en la mecánica suena bien, pero el olvido nos permite evolucionar, mejorar.

Alemania, Inglaterra y otras naciones en vez de llorar y quejarse por los estragos de la guerra prefirieron construir, reconstruir de las cenizas y seguir adelante, no sienten odios por Alemania y viceversa. Japón recibió el peor de todos los castigos, 2 bombas nucleares, millones de muertos, y siguieron avanzando, y hoy es un país muy alejado a la destrucción que vivió, y se alza como un país desarrollado… y lo conquistaron en pocos años.

Los únicos que han sacado ganancias eternas de la guerra son los «innombrables», las serpientes del desierto… han crecido gracias a que explotan una cantidad enorme de mentiras y siguen en el rol de victimización para que les sigan dando millones y millones para avanzar. Se parecen a los comunistas, y es obvio, son del mismo redil de pensamiento, del mismo nido ofidio.

Ya van 50 años… y siguen revolviendo las heridas, para que siga corriendo sangre, para que la sanidad no llegue jamás. Y en el fondo, puedo especular que muchas de esas familias lo único que quieren es «reparación» … y que sea monetaria, para seguir en la senda de perpetuar esas memorias y legarlas a sus nuevas estirpes de neo monstruos que crecerán al amparo del dinero del resto de los chilenos… que lo único que desean es sobrevivir en una sociedad cada vez más peligrosa y convulsionada, en un mundo tormentoso y cada vez más siniestro.

Ojalá se vaya rápido este pútrido mes… y que el legado de las serpientes permanezca para siempre en el olvido.

 

“Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.”

JORGE LUIS BORGES