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escritas por otros y que debes leer.
EL CALENDARIO
QUE USAMOS
Por @RicadoPuentesM
Para
quienes nos llaman «conspiranoicos»:
No
olviden que un Papa, Gregorio XIII, lo implementó a la fuerza, mediante una
bula papal. Así, creyó burlar los tiempos de Dios, que son diferentes. La
corona española fue la primera en implementarlo.
La
idea de cambiar el calendario, tal y como lo maneja Dios, fue de los jesuitas.
Para ello delegaron al sacerdote Christopher Clavius y su ficha Galileo Galilei
(el «padre de la ciencia») que ya
habían hecho la labor de «demostrar» que, contrario a lo que dice la Biblia, el
dios Sol era el centro de un sistema donde la Tierra (que empezó a ser redonda) giraba alrededor de éste igual que otros
cuerpos a los que llamaron «planetas».
Ahí empieza el Humanismo como ideología impuesta y enfrentada al
cristianismo.
Esto
origina una serie de cambios revolucionarios en todo. Se inventan una supuesta
persecución de la Iglesia (creadora de la
idea) contra su muchacho Galileo («persecución»
cuyo castigo fue pagarle para que viviera a cuerpo de rey) y luego, por
orden del papa Benedicto XIV autoriza todas las consecuencias del invento de
los jesuitas y Galileo, en todas las áreas de la vida. Se implementa en todas
las universidades y escuelas del mundo bajo influencia papal. Humanismo contra
cristianismo.
Pío
XII ordena que se empiece a venerar al jesuita Galileo. En su primer discurso
en la Academia pontificia de las Ciencias, eleva a Galileo a las alturas de
«héroe» de la ciencia. Juan Pablo II ratifica a Galileo como mártir y, ante la
misma academia, en 1992, pide perdón por la «persecución» de la Iglesia a
Galileo, una persecución que nunca hubo, porque esto nace y progresa de la mano
de los jesuitas. Juan Pablo II exige una revisión, desde la fe, de las posturas
«científicas» de Galileo para establecer, desde la fe, el modelo heliocéntrico.
Esto,
para arreglar la «metida de pata» del cardenal Ratzinger (Benedicto XVI), quien en 1990 había dicho que Galileo se había
apartado del uso de la razón con sus postulados, y que ensalzar a Galileo en
este momento era solo «oportunismo político», nada más en 2009 la Federación
Mundial de Científicos, junto al Vaticano, organizan una misa de desagravio al
jesuita Galileo. Allí se aprovechó para rarificar que la Santa Sede se acogía
plenamente a los «descubrimientos» de Galileo y que los incorporaba plenamente
a la doctrina católica.
Así,
el calendario romano Gregoriano puso a funcionar la fecha del 25 de diciembre,
día del nacimiento del dios Sol, Zeus, Buda, Tamuz-Nimrod y otros, como fecha
del nacimiento de Jesús. Y asunto arreglado. Se desvió la adoración de Jesús
hacia el dios sol y se puso a girar todo alrededor del dios sol en un sistema
solar que fue necesario inventar donde una tierra redonda girando
vertiginosamente sobre su eje, gira alrededor de un sol, en un universo donde
todo es relativo y Dios no tiene cabida. Humanismo puro.
Piensen
en eso cuando digan «feliz navidad» o «feliz Año Nuevo», porque los nuevos años
no empiezan donde los jesuitas le ordenaron a un papa decir, ni Jesús nació
cuando estos mismos dicen, ni Galileo es un «gran científico» como les
enseñaron a creer.
Un
grupo de jesuitas dictaminaron un nuevo calendario, unas fechas para adorar al
dios Sol (no a Cristo), un sistema de
pensamiento que hoy gobierna el mundo: el Humanismo. No, esto no es asunto de
«conspiranoicos», es realmente una Conspiración.
PANDEMIA DE
COVID-19: ¿CUÁL ES LA VERDAD?
Russell L Blaylock
ABSTRACTO
La
«pandemia» en curso que involucra el virus del coronavirus 2 del síndrome
respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) tiene varias características que la
hacen única en la historia de las pandemias. Esto implica no solo las medidas
draconianas que algunos países y estados individuales dentro de los Estados
Unidos iniciaron y formularon políticas, la mayoría de las cuales no tienen
precedentes ni respaldo científico, sino también la forma completamente
acientífica en que se ha manejado la infección.
En
la historia de la medicina, los principales expertos en virología,
epidemiología, enfermedades infecciosas y vacunas no solo han sido ignorados,
sino también satanizados, marginados y, en algunos casos, víctimas de medidas
legales que solo pueden calificarse de totalitarias. Se han eliminado las
discusiones que involucran varias opiniones científicas, los principales
científicos han sido atemorizados hasta el silencio por las amenazas a sus
carreras, los médicos han perdido sus licencias y el concepto de tratamiento
temprano ha sido virtualmente eliminado. Cientos de miles de personas han
muerto innecesariamente como resultado, en mi opinión y en la opinión de otros,
de protocolos de tratamiento mal diseñados, en su mayoría provenientes del
Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, que se han aplicado
rígidamente en todos los hospitales… económico, psicológico, y el daño institucional causado
por estas políticas no científicas es virtualmente inconmensurable.
Generaciones enteras de jóvenes sufrirán daños irreparables, tanto físicos como
psicológicos, posiblemente para siempre.
La verdad ha de ser contada.
Edición
final: Gor'Khon Axelripper