miércoles, 12 de octubre de 2022

P. D. L. V. [XXV] - «Skall allt rämna och allt skall förgås [Todos caerán y todos perecerán]




«Es lo evidente, aquello que se plasma en las sombras de la luz irreal…

Es esto lo que veo, oscuridad, sepulcros que aparentan hogares, cuerpos sin vida que cantan a los profundos, ideas creadas de vómitos, pensamientos defecados del umbral por el guardián de esos lóbregos lares.

 

Es lo evidente, lo que no ven... la respuesta a las preguntas.

Espantapájaros que fingen liderazgos, muertos que dictan las leyes, parásitos de la sangre que fingen virtudes mientras derraman sus copas sobre sus hijas y seudos servidores de dioses que fornican en secreto.

 

Todo se muere a mí alrededor.

 

El cielo sigue llorando veneno.

 

Los mares continúan entregado alimentos negros, con contenido atómico.

 

La tierra se viste de viejo faraón, pero falta la tumba final.

La madre desfallece... agonizante.

 

Es lo evidente... lo real, aquello de lo que escapan...

 

La muerte ya no huye.

Las parcas siguen cabalgando, esperando el holocausto de los servidores de la estrella celeste.

 

Desaparecen los bosques ante la mirada fría de los entes vestidos de verde.

 

Los amaneceres siempre son eternos otoños.

El invierno permanece silente.

 

Ya no es la realidad, es el limbo humano.

Ya la morte no significa nada en un mundo sin belleza.

 

Es todo... ¿Tan evidente?

Los ciegos siguen en el carnaval del tuerto, en el palacio de Eósforo...

... las horcas están deseosas de carne...

... hay tanta hambre y podredumbre...

Y todos siguen bailando felices, mientras la noche de los tiempos devora la sapiencia y la cordura...

Hay que amputar los brazos del destino siniestro.

Hay que sellar con cera los gritos de quienes alaban a los ausentes.

Hay que desterrarse de la manada miserable.

 

Es lo evidente, lo que no ven...

… es el fatídico «TODO» la ausencia,

Y la ausencia es la reflexión… llena de lágrimas que sanan, llena de fatalidad desoladora que enseña…

 

Todos caerán y todos perecerán… porque ya no hay belleza en este mundo».