Estamos a 40 días
para que todo este año desaparezca, y quedan en la retina solo imágenes de
hombres vestidos de blanco, mascarillas y filas de personas comprando, sumemos
calles casi vacías, patrullas y contingente militar custodiando carreteras y
avenidas… noches silenciosas, poco transitar de gente, fiscalizaciones y un
bombardeo constante en las noticias sobre esta seudo pandemia arrojada por los
poderosos y su nuevo orden mundial.
… para muchos, ese
año fue horrendo, para otros una pesadilla… pero, dentro de todo… no fue tan
malo.
A final de año y
cuando comiencen los recuentos solo verán lo malo de esta “plandemia” parida en
la oscuridad de algún laboratorio chino o tal vez, en algún laboratorio militar
norteamericano… la verdad no la sabremos nunca.
En otros artículos
que escribí comentaba que para mí hubo algo positivo del covid-19… y fue que se
detuvo toda la maquinaria pirañesca de las tiendas, malls y supermercados. Se
vaciaron las calles de la tonta marea humana que siempre buscaba llenar
espacios y ensuciarlos, se callaron los motores ensordecedores de los autos,
las carreras nocturnas, los paseos incesantes de borrachos… toda la humanidad
tuvo una especie de pausa obligada en esta vorágine del vivir al ritmo de la
sordera y la estupidez.
¿Habrán aprendido
algo? – No. El paso del tiempo lo comprobará. Los humanos son animales de
costumbres.
Se va un año
absolutamente inservible… caótico de muchas formas… gente perdió sus empleos y
murieron muchos ancianos… según las teorías conspirativas este virus estaba y está
destinado a mermar a la población de más edad… y en parte se cumplió. Si vemos
bien todo lo que ha pasado, el virus no fue tan letal, no era la gripe española
ni la peste negra, es más que nada un resfrío fuerte que atacó a la gente con
problemas pulmonares latentes, o con defensas bajas, o problemas pre
existentes, y posiblemente el C-19 ayudó a potenciar algunas de esas
enfermedades. Hasta el día de hoy no sabemos nada del dichoso virus.
Ahora, casi llegando
a las puertas de salida del 2020, las siniestras farmacéuticas se pelean el
estreno de una vacuna que engorde sus bolsillos, porque seamos francos, no lo
hacen por amor a la humanidad, lo hacen porque esas vacunas las pondrán en lo
más top de las corporaciones dedicadas a crear vacunas y remedios. Y es extraño
que tanto esfuerzo para curar este virus casi letal no se haya visto para curar
el cáncer u otras enfermedades que desgracian las vidas de muchos… extraño por
decir algo suave.
Tantas enfermedades
que han golpeado y siguen azotando a los humanos desde décadas, sin embargo, y
al parecer, no necesitan tanto esfuerzo de estas fábricas de vacunas que solo
intentan mantener y prolongar las enfermedades, si la gente se sanara se acaba
el negocio. Gracias al doctor Fauci, cabeza visible de la OMS, se han escondido
bajo la alfombra por años y años las verdaderas curas para eliminar
enfermedades letales y casi letales porque eso no le conviene a los que
controlan el mundo. Las farmacéuticas solo buscan enriquecerse y no sanar a los
humanos, y ahora, es bastante extraño que se esmeren tanto para sanar a la
gente. Quizá, estas vacunas solo sean el primer paso para crear algo peor,
parte del plan secreto para exterminar a gran parte de los terrestres.
Y la segunda parte
de este espectáculo sin misericordia han sido dignos de un show humorístico,
respecto a la información entregada sobre la efectividad de las vacunas… solo
en estos últimos días… si una farmacéutica decía que su vacuna era efectiva
91%, la otra salía con que su vacuna era bacán 94%, y hoy (fecha de publicación de este articulo) otra vacuna, la llamada
Pfizer, es efectiva un… ¡Prepárense!... 99%... ¡En 3 días la efectividad de una
vacuna pasó del 91 al 99%, así como por arte de magia, en 3 días se superaron más
rápido que Flash con diarrea yendo al baño desde Nueva York a Ganímedes!
¿Qué tan efectivas
serán las vacunas? – Nadie lo sabe. Hilemos delgado… si crees en la enfermedad
debes creer en las vacunas, por ende, estarás dispuesto a ser inyectado, y el
miedo debiera ser el menor de tus preocupaciones, entre enfermarte y morir en
un hospital y vacunarte… no hay donde perderse.
Ahora, si eres de
los que dudan de la enfermedad, hablo de su letalidad, ¿es obligación imperiosa
vacunarte? – No. No puedes inyectarte algo que no sabes qué es… y sería un
contrasentido hacerlo. Quienes estamos en contra de la vacunación creemos que
hay que dejar que el mismo cuerpo luche contra el virus para desarrollar
defensas fuertes contra la sintomatología del mismo.
Elon Musk duda de los
exámenes PCR y no está tan equivocado, él se hizo 4 veces el dichoso test y en
2 salió positivo falso, esto agrega un manto de dudas concretas sobre el
dichoso examen… ¿Cómo es posible que pueda dar falsos positivos?
Esto significa que
el PCR no detecta bien el famoso virus, y, por lo tanto, debemos cuestionar si
ese test dice o muestra la verdad sobre si estás enfermo o no.
Y siguiendo esa
línea, podemos cuestionar el vacunarse, porque no se sabe a ciencia cierta si convives
con el virus o no… vacunarte bajo estos parámetros es riesgoso, sería como
tomar medicamentos contra el cáncer cuando no lo tienes.
Las vacunas no son
un chiste y son peligrosas cuando atacan algo que no está presente en el
organismo, si el PCR muestra estas fallas ¿Por qué se debería confiar en
vacunas mágicas que en 3 días dicen ser la cura sanadora para un virus creado
por el hombre?... en la vida antes de actuar en forma apresurada hay que tomar
en consideración varias cosas: identificar lo que pasa, calcular los riesgos,
ver los pros y los contras, repensar lo que pasa y después actuar.
La vida, la quieras
o no, no es gratis y no debemos regalarla a un grupo de bárbaros siniestros que
lo único que buscan con la creación de enfermedades y curas, es deshacerse de
todos en beneficio del mundo que ellos quieren construir, a expensas de la
eliminación de más de la mitad de la población mundial, hay que dejar que la
misma naturaleza se encargue de castigar a esta especie voraz e irrespetuosa, no le quitemos ese derecho que le fue dado por la
eternidad vasta, fría y cruel.