sábado, 28 de noviembre de 2020

Primer Análisis del 2020

 


POST-EDITORIAL DE FINES DE NOVIEMBRE

Cada vez que se acerca diciembre los días se mueven como si estuvieran atados a cadenas inmensas, se arrastran, quizá, hacia el caos cósmico… o tal vez, hacia una última oportunidad.

Cuando uno se levanta, siempre queda un resabio de las ondas delta, y cuesta adaptarse a la vida cotidiana, que hoy, es mucho más densa y compleja que hace un año y medio atrás.

Este mundo sigue rotando en torno al covid-19, y los países luchan, primero, para comenzar a vacunar a su gente y volver a la normalidad, normalidad que; por cierto; ya no será la misma. Y segundo, que esta nueva vida, post vacunación mundial, reactive las economías que están acogotadas por tantos confinamientos y cuarentenas sin sentido, que, en la práctica, no sirvieron de nada.

Gracias OMS por tanta estupidez. Ustedes se llevan todos los premios.

El norte de Chile siente la furia de la Tierra y se sacude, como intentado recordarles a todos que ella está más viva que nunca, y que no encontrará consuelo hasta que todos los humanos paguen cuentas pendientes y le muestren algo de respeto.

Al otro lado de la cordillera muere un ser humano y los argentinos, como esas plagas bíblicas, se lanzan a las calles llorando a un tipo que solo fue bueno pateando una pelota y que hoy, en medio de esta crisis sanitaria, intenta ser recordado como alguien que estaba lleno de luces y sombras, un seudo título que solo intenta esconder que este hombre estaba lleno de oscuridad y de muy pocas luces, que convivió toda su vida adulta con unos demonios que ni siquiera su pie mágico pudo superar. Y como siempre, el periodismo chileno se suma a esta especie de cruzada para rendirle pleitesía a un tipo que no deja nada más que un legado de buen fútbol.

Se sigue manteniendo la consigna de que un hombre muerto, por malo que haya sido, cuando cruza el portal se transforma en un hombre bueno, digno de ser respetado y recordado.

Lo gracioso del asunto es que los argentinos siguen estupidizados con ese personaje y lo trataban y seguirán tratando como si fuera un seudo dios, hasta escuché una imbecilidad de un periodista que decía que Maradona siempre fue tratado como si se fuera un dios pagano del siglo 20 y 21. Comparar a un simple humano con un dios pagano es un insulto aberrante a quienes somos realmente paganos. Ese ex futbolista jamás se podría comparar con ningún dios de ninguna religión, es más, este concepto viene de Argentina y su pueblo, un pueblo carente de muchas cosas, que fue prácticamente entrenado para ver el fútbol como una vía de escape, para que se olviden de sus problemas, de sus líderes que les han despojado de todo por años, y, sobre todo, que les han robado la dignidad, la moral, la conciencia y racionalidad… conceptos que jamás podrán recuperar.

Sigue avanzando este mundo creado por manos negras.

Sigue y sigue girando esta especie de rueda de la negra fortuna para que todos los esclavos humanos sigan los comandos de los señores siniestros sin alegar, absortos en ese silencio pletórico de miedo…

Se acaba entre ruinas este 2020, y se acerca cada vez más la incertidumbre de un 2021 que trae bajo la manga la falsa ilusión de que todo volverá a la normalidad gracias a unas vacunas que nadie sabe que traen en su concepción.

Sigan soñando señores, sigan creyendo en falsas esperanzas, es lo único que tienen, porque es lo único que les han dado.