jueves, 24 de abril de 2025

Vatican: The sinister city of the Papacy

 




Los creyentes en el catolicismo apostólico romano son ovejas bastantes contradictorias, por un lado, lloran a un Papa bastante polémico, y, por otro lado, agradecen que hayan tenido un Papa muy humanitario, bueno, santo, etc., todas esas tonteras sin sentido que se dicen después de que alguien muere.

Hace años, cuando asume Jorge M. Bergoglio el papado, ya arrastraba consigo un pasado bastante controversial desde sus años en Argentina, donde se le acusaba de haber apoyado la dictadura militar y luego todo quedó en el olvido cuando asume como la máxima autoridad de la «Santa Sede» en el Vaticano.

En los años que estuvo en ese nido de serpientes hizo declaraciones bastante polémicas sobre Jesucristo, mostró un ferviente apoyo a las minorías sexuales, puso en el escenario a drag queens y otras especies en «suelo santo del Vaticano», estaba abierto a permitir sacerdotes mujeres, sacerdotes homosexuales y esto, por obviedad, abría las puertas para que cualquier pederasta fuera parte de toda esa panda de serviles seguidores a Lucifer.

El homosexualismo y la pederastia son cosas comunes dentro del catolicismo, y esto los ha perseguido por décadas, no podemos ni siquiera imaginar lo que sucedía en siglos anteriores donde el poder era absoluto y donde nadie investigaba estas aberraciones… porque todo se cubría y se escondía en secreto.  

Salón principal en forma de serpiente


En el Vaticano antes de las ceremonias se cantan loas a Lucifer; el ángel caído; las vestimentas sacerdotales están llenas de símbolos satánicos, masones y pedófilos, hay esculturas que enaltecen la figura de la serpiente y de Satán, y hoy nadie se asombra ni se tapa la cara frente a toda esta parafernalia oscura.


 

EL CANTO A LUCIFER EN EL VATICANO

«Flammas eius lucifer matutinus inveniat:

Ille, inquam, lucifer, qui nescit occasum:

Christus Filius tuus, qui, regressus ab inferis,

humano generi serenus illuxit,

et tecum vivit et regnat

in saecula saeculorum.

Amén.

 

TRADUCCION

«Flamas de Lucifer matutinas ardiendo:

Él, yo digo, Oh Lucifer, que no conoces el ocaso,

Cristo tu hijo, que regresa del infierno,

brilla sereno para el linaje humano,

y vive y reina

por siglos de los siglos.

Amén».

 

Como vemos, este país dentro de otro país es independiente, por ende, no es extraño que se haya descubierto hace años los vínculos entre el Vaticano y la mafia, o que haya lavado de dinero, o que su propia policía papal tenga graves cuestionamientos.

Nada de lo que salga de este lugar siniestro puede asombrarnos, lo raro es a quienes sí les debería preocupar —católicos— callan, con una docilidad tan culpable y vergonzosa que se han hecho cómplices de tanta aberración.

 

El poder que ostentan viene precedido por siglos y ha sido cultivado en terrenos ahogados de sangre, tanto del pueblo humilde de los reinos como de quienes eran paganos. Recuerden que todos los Papas hacían tratos oscuros con los reyes para sostenerse en el poder, era una simbiosis perfecta excretada por dos bandos que jamás velaron por el bienestar de los pueblos... solo querían potestad, a cualquier costo.

Las manos del Vaticano siempre han estado sucias, y todos quienes sostienen esa cloaca de ratas son partícipes de tanto mal.

Muere otro Papa, ¿A quién le importa? Se suponía que este era el último Papa, el Papa negro, y todos los tontitos que aman a Nostradamus hacían malabares para que las predicciones encajaran con Bergoglio, y todo hacía suponer que era así… negro porque el Papa Francisco pertenecía a la orden jesuita, y como saben ellos se visten de negro (Para seguir adorando a Saturno). Bueno, ya muerto, nuevamente aparecen nuevas directrices respecto al nuevo Papa, y ahora sí se cumpliría la vieja profecía… el que elijan es el Papa Negro definitivo.

El Vaticano y todas esas serpientes, ¿Realmente representan a Dios en esta convulsionada Tierra? Si no es así, ¿Qué religión sí lo es?

Yo creo que ninguna. El mayor mal y el peor error es creer en la religión, o religiones creadas, manipuladas y dirigidas por hombres y mujeres que no son perfectos son la salvación, porque solamente usan a Dios para sus propósitos oscuros… todos bajo el yugo de entidades sombrías que están más allá de la simple comprensión humana.

El Vaticano es un claro ejemplo de esto, y sus Papas no representan nada valórico, ninguna virtud, todos han caído en las garras de las tinieblas, en los brazos de un ente lleno de odio, ponle el nombre que quieras, un ser maligno que juega con la materia y la perpetúa en las eras para que todos los espíritus permanezcan somnolientos en estos infernales ciclos de existencia hasta desaparecer.

El Vaticano y sus huestes han ocultado la verdad, viven del secretismo y simbologías que no tienen nada que ver con la luz que dicen impulsar.

Bergoglio, el Papa muerto, era uno más en esta extensa lista de servidores de la oscuridad que usan el nombre de Dios para sus propósitos, que no es más que destruir la fe, pisotear el nombre de su salvador y llevar al abismo a todas las legiones de creyentes que creen que el Vaticano es la copia perfecta del edén en la Tierra.

Nada más lejano a la realidad.