Hubo un tiempo donde los bosques significaban algo, no
eran solo un espacio amplio para perder las horas, significaban honor,
tradición, y herencia. Todo eso se esfumó, fue devorado por la costumbre, por
el ritmo del ‘establishment’, por vivir dos mundos, por olvido, por no creer
interiormente en las viejas palabras y en los viejos cantos.
Los bosques, los fríos vientos, la oscuridad y las
fogatas son ganancias, no pérdidas. Cuando ya no está el espíritu ancestral, ya
no tiene sentido ir al hogar de las viejas almas.
Perdieron la conexión con lo sagrado, y todo por
seguir la marcha de los ahorcados.
Aquí dejo un tema de una de mis bandas favoritas.
ODAL
Somos
un viejo árbol
con
brotes recién nacidos
y nos
estiramos hacia el sol
para
crecer.
(¡Escucha!)
Profundo
en las raíces y en los anillos de los años
cantan
los antiguos.
(¡Escucha!)
Profundo
en las raíces y en los anillos de los años.
En la
corteza hay heridas,
testimonian
honor,
testimonian
deshonra.
(Algunas
arden más que otras)
(Algunas
arden más que otras)
Mírame
profundamente
en los
ojos azules,
debes
entender.
Recuerda
que todos
una
vez se van.
La
noche llega.
Te doy
tu herencia
si la
quieres.
No se aleja.
Pesada
carga.
Recuerda,
no tomes más de lo que puedas soportar.
Profundo
en la tierra
las
raíces te guían.
Cuando
las tormentas pasan
crujen.
(Cantan)
(Cantan)
Mírame
profundamente
en los
ojos azules,
debes
entender.
Recuerda
que todos
una
vez se van.
La
noche llega.
Te doy
tu herencia
si la
quieres.
No se
aleja.
Pesada
carga.
Recuerda,
no tomes más de lo que puedas soportar.
Por
cada brote
nos
elevamos más alto y más profundo.
Por
cada brote
nos
elevamos más alto y más profundo.
¡Herencia!
¡Herencia!
Fuente:
letras.com
thesymbolism.com
symbolsandmeaning.net
Edición final: Jarl Asathørn.