¿Desde cuándo el hombre y su masculinidad se transformaron en un peligro para la
humanidad?
¿Desde cuándo ser hombre implica negatividad o ser un sicópata para estas
nuevas corrientes feministas que atacan con todo nuestra masculinidad?
No voy a negar que quienes nos han dejado mal son esas bestias que usan su
locura celópata para matar, acosar o golpear a las mujeres. Eso es real,
patético, lamentable, deplorable, y a cualquier hombre, con sangre masculina
recorriendo sus venas, esas abominaciones deben ser castigadas duramente. Sin
lugar a dudas.
Y nuevamente me pregunto:
¿Todos los hombres deben ser castigados por la locura de unos tantos? - si
siguiéramos esa lógica castiguemos también a cualquier médico o enfermera que
fueron partícipes en el genocidio producido por la vacunación mundial. No todos
son malos ni perversos.
¿Por qué los hombres están siendo emasculados en el cine o en la
televisión?
Desde hace años se puso de moda colocar a las mujeres como el eje
principal en el cine, mostrando y empoderando al género femenino por encima de
la fuerza natural del hombre, y ellas pasaron a ser las heroínas de cualquier
película donde el malo y asesino de turno es un hombre, nunca fue al revés. Y esta
nueva realidad fantástica se potenció con los años, hoy ya no existen pelis
donde haya un solo hombre peleando contra monstruos o psicópatas, ahora son
siempre las mujeres, y siendo sinceros eso es tan absurdo como poner a una foca
cazando una orca.
El feminismo se transformó en una bandera de lucha de un grupo de mujeres
odiosas, trastornadas y manipulables, cuyo único objetivo es destruir la figura
del hombre, una ridiculez, y esto, con los años ha sumado un desprecio absoluto
a esas mujeres que gritan y marchan vociferando pestes en contra de los
hombres, y no pueden enojarse si con el paso del tiempo terminaron
etiquetándolas de feminazis, porque su actuar es tan prepotente y dictatorial
que no solo se han llevado las odiosidades de los hombres sino que también de
las propias mujeres, que son muchas, y que no se ven identificadas con el
feminismo asqueroso que se ve hoy... en estas sociedades cada vez más separadas
por conceptos y políticas que solo benefician a unos pocos, y sabemos a
quiénes.
Recuerden que el primer movimiento feminista fue creado por judías, y esto
sigue siendo así hasta el día de hoy. Pensadoras, filósofas, maestras, etc.,
todas sionistas que lideran este grupo de mujeres deseosas de destruir los
valores familiares de los goyim, porque, todo este aparataje de neo valores
feministas no son más que patrañas que ocultan su real intención: destruir las
familias de los no judíos y destruit de paso la figura masculina, para dar paso
a una nueva especie de humanos con características similares al símbolo
satanista de Baphomet, una criatura que semeja a un hombre y a una mujer, un
ser andrógino que no depende de las convencionales formas reproductivas, un ser
que ya en muchas partes del mundo convive libremente con los antivalores de la
especie humana. Con esto se instalaría la partenogénesis y esto daría un vuelco
en la forma de percibir el fundamental propósito de hombres y mujeres. De paso
se instala la idea de que los seres andróginos son seres divinales y que deben
ser respetados y tratados como tales. Estos seres son parte de la cultura
judía, porque algunos creen que su dios es andrógino, y como sabemos el único
ser con estas formas es el Lucifer cristiano.
Como hombres debemos seguir en nuestra por establecer nuestra
masculinidad, pero, ¿De qué forma? – siendo respetuosos en el trato a nuestras
mujeres, responsables con los hijos y su crianza, y no cambiando ni maquillando
el modelo hombre, esto es, dejar de ser tan suaves, sumisos y actuar como los
entes que somos y para lo que fuimos diseñados.
No más metrosexuales.
No aceptemos las reglas del mundo.
No sentir vergüenza de expresar lo que pensamos.
Y luchar con todas nuestras fuerzas en contra de la homosexualidad y todas
sus aberrantes corrientes que siguen promoviendo los buitres y monstruos del nuevo orden mundial y de la agenda 2030.
Sigamos el sendero de la masculinidad y jamás permitir que emasculen
nuestra esencia, aquella que fue diseñada en las esferas perfectas de la
creación invisible universal.