(Artículo
redactado a las 15:47)
Siento que mis bolas de macho nadan en una sopa... el sol está pegando
más fuerte que las patas de un zombie... ¡CSM! ¡Estoy recagao de calor! ¡Y la
peor weá es que no hay ni brisa!... mi caverna; del verbo casa; es un horno
infernal... intenté salir a «tomar un poco de aire» y en el bosque hace calor
hasta decir basta... ¡Tämä on perseestä!
Extraño alguna brisa polar y fría que baje la temperatura reinante el día
de hoy.
Lo que me da más rabia es que esta weá se parece al norte...
Los más felices con estas temperaturas veraniegas deben ser los weones y
weonas de estirpe nortina,... y los extranjeros, sobre todo los negroides
haitianos que están acostumbrados a este clima momentáneo, y es porque esos
weones se comían un sol todos los días en un su puta isla-vertedero de lúseres.
Si me bebo un whisky con este calor del demonio voy a andar con el medio
hachazo trollish, y no es nada gracioso estar como pico y transpirando más que
actor porno...
¡Puta la weá!
Tengo rabia… no tengo ni birras frías a mano.
¡Calor perrrkele! ¡GRRRRR!
Seguro que si ahora me pego un buen sexo con alguna mina... voy a terminar más deshidratado que momia. Fome la weá.
No tengo ganas ni de pulir
cohete.
En definitiva, no puedo beber, no puedo pegarme un polvazo, no puedo
salir... ¡Y todo por culpa de ese sol hdp!
Otra weá que no entiendo es como hay gente que ama estas temperaturas y
salen a gozar y a pasear... van a la playa, comen helados y están más felices
que la chucha...
Otr@s, en el norte del país, van a las playas a quemarse la piel con
el sol... creen que se ven lindos luciendo como bototos de milico.
¿Cuál será el gusto de quedar con la piel oscura?...
Aquí en Magallanes el sol es crudo y el ozono te hace bolsa la dermis, si salgo un rato a weviar por algún sendero en estos bosques, en 2 horas… vuelvo entero quemao y quedo como tocino.
Noooooo, quedai igualito indígena ecuatoriano... no pasa ná'... que
se vaya a la paska el sol y este «clima» asqueroso.
Prefiero un ocaso otoñal con tintes profundos de un invierno naciente… ni más
ni menos… entre la tristeza y
la agonía…
Espero que estas temperaturas no se vuelvan normales… y que llegue pronto
el otoño.
Odio la primavera y el verano.
Estoy cagao de sueño, sin ganas de ni una weá y lo peor… más transpirado que
«cacha de gordos…»