«… es la gleba, su color, su olor… es el contacto con ella lo
que le da sentido a todo.
… es la búsqueda del vacío la realidad suprema para avanzar…
siempre tan lejano, tan escurridizo, tan a la mano, tan difícil…
… es la soledad la reina de la verdad individual, la que
enseña a cortar ese cordón umbilical emocional y sentimental a todo lo que nos
lleva a tomar conciencia de quienes somos.
… es lo individual el gran maestro de la visión existencial.
… es la oscuridad que nos permite buscar y ver la luz. Y en
este sombrío desierto encontraremos los demonios que nos persiguen… que nos
atormentan.
… son las cadenas que nos impusieron las que susurran los
ecos de la liberación.
Estamos en medio de una guerra invisible… y es apenas el
comienzo.
Arden los hielos sacudidos por borrascas de odios.
Mares azotados por la inconsciencia del hombre atormentan la
vida de otros mundos aún por conocer en las realidades abisales de lo profundo.
El hombre cae como la estrella de la mañana sobre cúpulas
llenas de viejos símbolos que no representan a aquel que no tiene nombre.
… es la gleba, su color, su olor y sus formas… es el contacto
con ella lo que le da sentido a todo y al más allá.»