lunes, 20 de diciembre de 2021

El «Nuevo» y rojo Chile

 


El triunfo de Gabriel Boric es el resultado de muchos factores que se fueron sumando en este pedregoso camino a la Moneda. Si el gobierno de Michelle Bachelet había dejado descontentos a los chilenos, el siguiente fue empeorando todo, recordemos que entre Bachelet y Piñera se fueron alternando el poder en los últimos 16 años.

Sebastián Piñera terminó por dejar casi destruida a la derecha chilensis; sin ser él de derecha, sino por asociación; por su mala administración, errores nefastos, decisiones absurdas y una continuidad patética del gobierno de Bachelet. Aquí debo señalar que fue Sebastián Piñera quien terminó sepultando las esperanzas de un gobierno de continuidad de la derecha chilena, y en el camino no hizo NADA para enmendar el rumbo perdido. Tuvo asesores nefastos y una comitiva digna de un octavo básico. A esto sumemos esa parsimonia tonta de José Antonio Kast, que casi arrastraba una mochila pesada de frases y discursos muy poco productivos. Lo vimos en los debates... un poco lento en sus propuestas, cansado, a ratos belicoso, que en la práctica ayudó de forma muy notoria a su contendiente Gabriel Boric. 

En la recta final se fue desinflando por un muy mal asesoramiento de su círculo cercano. 

Nunca lo vi hablando con convicción suprema, con voz fuerte… cada intervención era una canción soporífera para bailar un lento a las 3 de la mañana. En cambio, se vio a Boric hablando con fuerza, directo al grano y entonando cada frase y cada falsa promesa con claridad. Lo que ayudó bastante fue esa postura zen que adoptó, evitando las confrontaciones, y la única vez que despotricó no le restó puntos.

Hay que sumar los últimos 3 días donde todo se fue aclarando; por lo menos para mí; cuando aparece de la nada este sujeto de ultraderecha – Sebastián Izquierdo – que envió el siguiente y estúpido mensaje a través de las RRSS:

«Más que defender los votos de Kast, objeten todos los votos de Boric. Cabros, vayan y hagan trampa, sean apoderados de mesa y objeten todos los votos de Boric, no uno ni dos, todos los votos se los objetan», recogió NYC.

«La victoria es más importante, la forma da lo mismo», afirmó Izquierdo, pidiendo además que los adherentes de José Antonio Kast «sean despiadados por Chile».



Estos dichos fueron de inmediato recogidos por los adherentes de Boric y los replicaron una y otra vez para enlodar; asunto que resultó; la campaña de Kast, pero no solo su carrera presidencial, sino que también a su persona, dejando entrever que Kast era un candidato ultra derecha tramposo, sucio, y que él representaba una derecha dura que traería más perjuicios que beneficios para nuestro país.

Todo este embrollo también fue recogido por los canales izquierdistas del país que hablaron día y noche sobre la petición imbécil que realizó Izquierdo.

Tampoco colaboró en nada la inoportuna muerte de Lucia Hiriart de Pinochet, un deceso que cayó en el peor momento de la campaña de Kast porque salieron temas sobre violaciones a los derechos humanos durante la «dictadura militar» por parte de la familia Kast, hechos que, hasta el día de hoy, que yo sepa, no hay pruebas concretas sobre el tema, pero eso no impide que todo lo que se hable afecte la imagen de un candidato que está a horas de competir por la banda presidencial. El pueblo siempre se queda con la primera impresión, no les importa si es verídica o no.

Todos estos eventos inoportunos terminaron sepultando cualquier opción de Kast de llegar a la Moneda.

Gabriel Boric representa una coalición de seres oscuros que aman el poder, esperaron años y años, trabajando en las sombras para llegar por fin a esa casa de gobierno y ser los soberanos de Chile. 

Ahora todo queda en la incertidumbre, el temor a convertirnos en una eventual Venezuela es el miedo que tiene en ascuas a muchos chilenos.

Un gobierno de comunistas no da confianza, sabemos lo que ellos representan y lo que buscan… lo más extraño es que quienes votaron por Boric creen a pie juntillas que él es una especie de «salvador» que traerá «paz», «armonía» y «progreso» a niveles mega industriales. 

Aquellos ilusos que ayer marcharon, cantaron, saltaron y eran felices como si hubiera llegado un mesías a sacarlos del infierno no ven la realidad del mundo, incluso no ven ni entienden la realidad global… «El infierno está pavimentado de buenas intenciones

Considero que es muy apresurado sacar conclusiones absolutas sobre un gobierno que aún no asume su rol… no podemos sacar deducciones «sanedrínicas» sobre quién es Boric, los monstruos no muestran su esencia cuando los conoces, eso hay que dejárselo a la marcha carnívora del tiempo.

Las expectativas sobre el nuevo elegido para dirigir el destino de la Patria son muy bajas para quienes son anticomunistas, y demasiado altas para quienes añoran cambiar sus vidas solo por elegir un presidente.

El comunismo es una creación judía para dividir las masas, una sopa agria creada para los ilusos, y este movimiento político tan repudiable solo suma desgracias, millones de muertes y hambre. Ejemplos son muchos.

Boric es un convencido de que él será quien gobierne y repitió muchas veces que nadie decidirá por él, ni personajes ni partidos… bueno, esa está por verse, tal vez el mejor estreno del 2022 sea ver a Boric-títere.

Muchos saben que si el nuevo mandatario no cumple con las promesas de campaña comenzarán las marchas y todo el canibalismo criollo-nortino que estamos ya – negativamente – acostumbrados a ver.

¿Cuánto durará la paz y armonía de los adherentes al nuevo mandamás de la patria?

¿Veremos a la indecente y rota de Izkia Siches dominando al presidente «de todos los chilenos»?

¿Qué pasará con aquellos personajes repugnantes y agrios que rodean el izquierdismo nacional?

¿Qué será de Daniel Jadue, Pamela Jiles, Guillermo Teillier y otros chacales del comunismo?

¿Llegarán a ser parte de la nueva administración «Borichiana»?

¿Los veremos como nuevos ministros en alguna cartera?

Cuando Gabriel Boric dice que él quiere ser el presidente de todos los chilenos suena a verborrea mediática y no a una realidad, sabemos que este nuevo gobierno izquierdista será el gobierno de gays, mujeres pro aborto, feminazis, mapuches terroristas, LGBTIQ+, lumpen y escorias variadas. Esa es la realidad.

¿Cuántos meses pasarán para que aparezca una dictadura izquierdista o sanitaria en Chile?

Son muchas las preguntas que quedarán en el tintero.

«El preludio a la muerte es peor que la muerte misma.»