Estaba pensando en la carrera presidencial que se desató
en Chile, con varias figuras conocidas y otros “figuretis” que dejan harto que
desear.
Si vemos bien este abanico de rostros que sueñan con ser
el presidente del país nos encontramos con varios humanoides de izquierda,
entre ellos ahora se ha sumado Gabriel Boric, un contradictorio candidatillo
que rema para el mundo rojo y que se mordió la lengua ofidia una vez más,
recordemos que hace tiempo, año pasado, si no me equivoco, cuando le
preguntaban por la posibilidad de ser candidato, en esa ocasión dijo que no
estaba preparado y dio varias razones. Bueno, ahora se postula como otra
alternativa zurda a este panorama, cada vez más oscuro y que nos deja con la
sensación de que nada bueno se ve en el horizonte de la política chilena.
Es sabido que los comunistas han soñado con tener una
continuación arrogante y añeja de ese izquierdismo socialista revolucionario y
allendista que fue coartado por la famosa dictadura de Pinochet. Y para que
esto suceda han usado todas las artimañas conocidas y por conocer para colocar
en el espectro social a un abanderado que los lleve, por fin, a colocarse la
banda presidencial y borrar de sopetón a esta derecha que ellos tanto odian y
critican.
Y esta estrategia ha sido la misma que usan otros
personajes del ambiente político, de cualquier color, y es la de crear nuevas
seudo-corrientes políticas, y quienes las crean son aquellos “tontorrones” que
de alguna forma se ven poco reconocidos y apartados de todos los procesos de
sus bancadas, y aparece la moda de crear nuevos nombres para la misma mierda.
Esta vez Gabriel Boric representa a un neo partido llamado
“Convergencia Social”, que viene siendo una simple fachada, un nuevo brazo
armado, o nueva sucursal del partido comunista, porque nadie puede creer que
este nuevo modelillo político nos venga a entregar nuevas ideas o guías de como
conducir con responsabilidad y sin populismos absurdos al país.
Y en esta secuencia de estupideces también está una figura
bastante nefasta para la política, y es este personaje femenino (incluso falsa feminazi), una mezcla entre travesti
desatado y una vieja refunfuñona de cuento alemán… me refiero - por supuesto - a
Pamela Jiles, una señora que trabajaba en televisión, periodista de profesión y
que de la noche a la mañana aparece en este escenario casi de “tony caluga” de
la política chilena de los últimos años.
Esta tipa se ha dedicado a ridiculizar el ambiente del
parlamento con sus constantes shows que son más para un escenario del
picaresque o de circo que para la política… y esto lo digo porque uno espera
que quienes dirigen nuestro país tengan, a lo menos, un modelo conductual que
no provoque risas ni burlas de los demás países. Esta señora es nefasta porque
es de esa vieja escuela izquierdista que nunca encontraba; ni encontrarán; nada
bueno en los demás, y su único trabajo ha sido “marketearse” con los famosos
retiros de las AFP’s, que ella rejura que son ideas propias... y casi como para patentarlas.
Y si sumamos a Daniel Jadue, un gallo un poco más
tranquilo y pensante, que bien puede ser una estrategia para no demostrar su
lado oscuro comunista… pero que de los demás, me refiero a Jiles y Boric, se
muestra más respetuoso y consciente del papel que significa dirigir a una
nación estable como la chilena.
Si vemos con ojos críticos estos presidenciables nos damos
cuenta que la política y su desarrollo no han evolucionado en más de 50 años, y
nos encontramos otra vez con políticos que velan más por las ideas de sus
partidos que por las ideas que lleven a Chile a un mejor sitial en este
concierto de aciertos y desaciertos con que nos tienen acostumbrados los
politiquillos neandertales de esta patria, ya cansada de tantas odiosidades que
muchos perpetúan como un canto inagotable de lamentos por historias pasadas,
que ya merecen naftalinas y un cierre total de puertas para seguir avanzando a
algo mejor, y no quedarnos en minucias asquerosas que terminan sepultando la
política nacional.
Considero que el izquierdismo clásico no va a aportar nada
a Chile, y menos estos dinosaurios del pensamiento que creen que cambiándolo
todo, la cosa va a mejorar de “rompe y raja”.
¿Y qué puedo decir sobre la derecha? – que por años han
estado más preocupados del poder que en analizar las verdaderas necesidades de
la población. Pudieron hacer cosas extraordinarias, y se perdieron en el bosque
de las ambiciones y las sorderas. Lo más criticable es que si la derecha
“chilensis” fuera un poco menos arrebatada, tradicionalista, parca e inflexible
podrían seguir en los próximos gobiernos, pero los candidatos que ponen en el
escenario son bastante pencas… y lo peor es que las nuevas generaciones son
de esa élite política que viene del mundo empresarial y de pocas carencias, por
ende, es muy difícil que entiendan lo que el pueblo necesita.
Ahora, si retrocedemos más, podemos decir lo mismo de la
democracia cristiana o el centro democrático, que estuvo mucho tiempo en el
poder y jamás tuvo una visión macro de lo que Chile necesitaba, y se dedicaron
a engordar los bolsillos mientras dejaban en el poder a Michelle Bachelet que
terminó por entregar nuestro país a la ONU, y que ahora Narváez podría seguir
perpetuando con tal de obtener migajas en algún alto puesto de esa terrible
seudo organización satanista e illuminati.
Al parecer, nada va a cambiar tanto mientras sigan estas
rencillas por el poder, y el control total de las decisiones políticas, y menos
aún si pensamos que los políticos con más aceptación son del movimiento
comunista.
Bye, niños y niñas, hasta otra ocasión.