[Escrito con 3 horas de sueño]
(¡Gracias Víctor!)
A falta del Fomestival de Viña del mar, a Joaquín Lavín, alcalde de la comuna de las condes, en Santiago (cuna de imbéciles y descerebrados), se le ocurre la brillante idea de realizar un mini fomestival, y uno de los invitados fue el humorista (en decadencia, porque es fome) Álvaro Salas…
¿Qué pasó? – al parecer; y digo esto porque yo no
miro nada de esas estupideces mundanas;... ... ... bueno… al parecer contó unos chistes de
haitianos… y como es costumbre… las redes sociales ardieron en llamas
criticando la rutina del dichoso humorista. Y los programas faranduleros
hicieron eco de lo que pasó en las RR.SS.
Desglosemos este asunto:
Ya es parte de la
cotidianeidad creer o darle un valor a lo que sucede en las redes sociales,
como si quienes escriben allí fueran expertos en sociología, psicología, etc. Y
hoy, todos los canales de televisión, radios, y etcétera nuevamente, le dan una
exagerada importancia a esa “supuesta” vox populi, algo que es una reverenda
estupidez, porque esas voces no representan a la mayoría, es más, no
representan a nadie… y este seudo valor aparece como una tendencia que es
inobjetable, prácticamente las voces de esos sótanos de cobardes hoy pesan más
que la voz de la razón, y esto se pone full escabroso cuando se piensa que
ellos representan un nuevo mundo, con más “tolerancia” y con más “visión”.
Es como si todos quienes
ladran en tuiter, wasáp, Facebook o instagram fueran los nuevos avatares de la
especie, como si ellos fueran los nuevos gurús del neo pensamiento del siglo
21, los guías celestes que nos llevarán en corceles rosados sobre arcos iris
gays, abrazados en una nueva mecánica universal donde es bien visto lo que
ellos dicten con sus parámetros que demostrarán que esta nueva humanidad va por
el sendero del cambio.
Cambios que han hecho
por la vía de la violencia, haciendo llamados a través de estas malditas redes
y su lema de victoria es: “Muerte a quien
no piense como nosotros, construyamos el mundo en base al caos”
Es penoso que todos
sigan a estos nuevos modelos de integridad, porque nos demuestran una y otra
vez que quienes comulgan con la violencia escrita, verbal y empírica, en los
mundos virtuales y en las calles, son los cobardes que mueven los hilos de las
mentes mediocres y débiles de seres que no son el “modelo dictatorial del homo
sapiens”.
Hoy la sapiencia tiene
un brazo que es una libertad falsa, un parámetro de libertinaje, y donde solo
ganan los que son serviles a la oscuridad.
La tolerancia es solo
un concepto lindo en el papel, porque en la práctica los que no representan
este valor son quienes imponen sus ideas en estos cuarteles del odio y de la
intolerancia, como si cada vez que recitan algo estuvieran defecando
diamantes.
Solo son serpientes
mordiéndose las colas. Esclavos del engaño.
Si hay algo que debemos
aprender en este corto viaje, es que, los valores de ayer… son los antivalores de
hoy.
Es el mundo al revés y
su dios navega en un mar multicolor de formas… y sus sacerdotes se esconden en
putas redes sociales que no miden ni medirán la temperatura de una humanidad
que está al borde del desastre.
La voracidad de quienes
critican todo y que se han transformado en “modelos a seguir” son quienes
tienen más esqueletos en el armario.
Las dictaduras hoy
amenazan detrás de celulares, pecés y notebooks… pero, al parecer, nadie lo ve.
Hoy quien mantiene sus
ideas es visto como alguien deplorable, obsoleto… ¿Eso no es parte de la
diversidad que ellos buscan?
Al parecer, no.
Sí, vivimos en un seudo
mundo creado por invisibles, parte del juego siniestro de quienes se esconden
como ratas detrás de grandes mansiones.
Sí, bienvenidos a este
mundo distópico donde las putas redes sociales dictan parámetros que no tienen
valores, y quienes siguen los comentarios de esta seudo visión no son más
inteligentes que una babosa arrastrándose en una hoja.
Toooooodo es una
aberración sin sentido.
Toooooodo es un
contrasentido.
¡Que se pudran los
imbéciles que siguen las putas redes sociales!
¡Que se pudran los
descerebrados que no se dan el tiempo de reflexionar!
¡Que se pudra todo!
Y……..¿hoy no podemos
reírnos de nada?
¿Es tanta la
“sensibilidad de un humorista fome que da para destrozarlo en las redes
sociales como si estuviera entregando un legado de odio?
En el momento que olvidemos reírnos de nuestra virtudes o carencias, volveremos al amargo recuerdo de civilizaciones que caen en pos de una falsa ilusión de evolución, creyendo que un mundo nuevo parte con la premisa de censurar a quienes también tiene derecho a voz y voto.
Hay cosas, pensamientos e ideas que son asquerosas
y deplorables,... nadie lo cuestiona,... ... ... pero si censuramos a quienes las dicen…. ¿es
más peligroso para todos que permanezcan en las sombras…?
Dense el tiempo,
muchachos… de pensar… no existe nada más lindo que reflexionar… y no hablo de
creer… solo pensar… donde estamos y hacia dónde vamos.
En las redes sociales no están los nuevos avatares de la evolución.
No están los nuevos sacerdotes
que nos salvarán, y tampoco son esos cobardes quienes los llevarán al seudo paraíso.
¿Sabrán ellos que con la vara que
mides serás medido?