lunes, 7 de diciembre de 2020

P. D. L. V. [VIII]

 


“Hay que purgar la Tierra de los bastardos.

Hay que destruir sus templos de oprobio.

Las grandes mansiones deben nadar en sangre, para purificar los recuerdos.

Los monstruos que mancillaron la historia deben ser colgados boca abajo.

Hay que romper las cuerdas del destino.

Hay que matar a los seudos dioses.

¡Que ardan en los templos oscuros!

¡Que los suelos reciban su sangre amarga!

¡Que por fin haya justicia!

¡Que los vigilantes teman desde arriba!

¡Que por fin decidan acabar con la humanidad!

¡Jamás volverían a ser sus vasallos!

¡Que se sacudan las galaxias!

¡Que los universos nos teman!

¡La guerra ya ha sido desatada y pueden escribir otro libro de vida!

¡Que nunca sepan la duración de las generaciones.

Que revelen sus misterios a la nada.

Que conozcan la multiplicidad del fuego.

Que se olviden de la ligereza del viento.

Que exploren los límites de las esferas de negación.

Y que escudriñen las profundidades de la oscuridad.

Hay que purgar la Tierra de los bastardos…!”