Estas fiestas no son
importantes. Al menos no para mí.
Prefiero el silencio y
la soledad.
Prefiero estar imbuido
en las ideas. Desapareciendo en las nieblas del alma.
El virus cada vez me cae
mejor.
Ya no hay alegrías
desbordantes y patéticas.
No suenan los tun-tun-tún
desde las casas colindantes.
Desaparecieron las
caminatas nocturnas de aquellos empapados en alcohol.
Ya no resuenan los
pavimentos con los autos en la madrugada.
Todo es silencio…
El aislamiento trajo de
regreso la ausencia…
¿Alguien seguirá
pensando que todo esto que se está viviendo cambiará a los humanos?
Solo se renueva la madre
naturaleza y lo demuestra con cada tormenta, con cada sacudida…
Este 18 y 19 no
significan nada.
Es una fecha… un número,
una estadística… como cada ser humano.
Los chilenos celebran
porque quieren olvidarse de ellos mismos, quieren “pasarla bien” a cualquier
costo, no les interesa Chile, les interesa solo lo que el Estado les puede dar.
Nadie piensa en el 18
como algo sublime o patriótico… es solo una anécdota, un día que sirve para
estar bebiendo y comiendo, para que las horas pasen… si Chile les pidiera algo…
el 90% no estaría dispuesto a morir por la Patria.
Es otro día más en este
infierno lleno de humanos estúpidos.