jueves, 23 de abril de 2020

(Cuarentena Parte 7) - La Vida de Krevalora: "Salir a comprar"

KREVALORA, EL TROLLISH MAS PODEROSO Y MACHO DE LA PATAGONIA
¡NO PUEDER LA WEÁ!

¡Todavía siguen sumándose los contagiados en la región de Magallanes!

¡¿Cómo rechucha puede ser que siga el fókin contagio?!

En parte la culpa de la weá es del gobierno… ¡Sí sé, la otra vez dije que no hay que culpar nada de la weá al gobierno! Pero esta vez sí tienen culpa.

Los ciudadanos pedían - ya en marzo – que se cerraran los accesos a la ciudad de Punta Arenas y no nos pescaron ni por weviar. Seguían llegando los buques QLs con pasajeros infectados y que se paseaban sueltos de raja por la city y ahí quedó la cagá. Comenzaron a aparecer los enfermos y la weá se extendió hasta la chucha.

¿Saben qué? – es tan penca estar tan al tanto de la weá porque llega a deprimir y uno empieza a pensar: “Esta weá no va a terminar nunca”.

Una lata… hay que pedir permiso pa’ comprar copete, o sea, comida… (¡Ups!)… y debes tener por obligación internet para hacer el weveo online. Y como todos sabemos… no todos tienen internet porque la weá es cara… esa es la verdad, y ahora que hay caleta de gente sin mucho dinero la weá es penca. Lo peor es pedirle favores al resto porque es como mendigar un favor… y siempre te pueden decir que sí, y por dentro lo hacen de mala gana.

MI HISTORIA EN LA MAÑANA


Me levanté temprano para pedir ese papel virtual que te dan para salir a comprar tus vodkas y tus whiskys… o sea, tus alimentos. 
Eee... ya po’… la weá es que salí e iba escuchando música, fumándome un pipazo y de pronto… THE NIGHTMARE.

¿Me creerán la mala cuea de encontrarme con una patrulla de pacolines y en ella estaba… mi suegro? ¡CSM!

Me detienen para fiscalizarme… y se baja el viejo QL, o sea, mi suegro,… y me mira fijo con cara de oso hambriento frente a un salmón y no me saca ni un gramo. Obvio que ya cachaba que yo había sido el weón que lo agarró a putiadas en la historia que les conté la otra vez.

- Buenos días. Su permiso. ¿Va de compras?

- (Yo, intentando deshielar la weá) Nop. Voy a un carrete con 100 weones.

Los pacos me miran y uno se ríe… pero la sonrisa desapareció de su rostro más rápido que eyaculación de flash porque mi suegro lo mira y la weá se puso de nuevo más fría que lesbiana en carrete hetero.

- No es gracioso. ¿Encuentra usted chistoso lo que está pasando?

- Nop. Era una broma. Voy a comprar.

- ¿Sabe que tiene 4 horas?

- Yep, no soy weveta.

- ¿Qué está fumando? Espero que no sea marihuana.

- ¿Usted cree que soy tan weón que voy a salir en medio de una cuarentena a comprar y entero de aweonao fumando un caño, sabiendo que las calles están llenas de carabineros y militares?

- Puede ser ¿Por qué no tendría que sospechar?

- No es marihuana… es crack… son bromas. 
No sea tan serio.

- Conteste bien y sea educado joven. Puede seguir.


Caminé más rápido que conejo con churretera al supermercado. Chuuu, y la fila QL era más larga que eructo de jirafa… la weá era laaaaarga… pero delante mío había una mina con un buen culo, por lo tanto, mientras escuchaba música me entretuve viéndole la cola a la galla. 

De pronto se da vuelta y… ¡¡¡OMG, por los insanos monstruos del abismo de Lovecraft!!!... UUUHHH, la weona feeeeeea… era más fea que el difunto Hugo Chávez intentando defecar… 
del cogote pa’ abajo era “folleable full”, y del cogote pa’ arriba… era pa’ restaurar la pena capital de la decapitación. 
Coooncha su maaadre… si se hubiera desnudado en ese instante mi tula no se hubiera levantado ni con 10 viagras…

Una vez dentro del “súper” fui directo a las góndolas del copete… pesqué 10 botellas de vodka, 10 de whisky, 10 de ron, y 5 packs de chelas… el weonaje que estaba buscando comida me quedan mirando con unos carachos de sorpresa que ni les digo… la weá es que un weón se me acerca y me dice que no podía llevar tanto copete… y ahí…GRRR… me deprimí hasta el pico. Me tuve que conformar con llevar poco trago y poca comida. La weá penca… yo como más que sangre de alien y esa poca comida me la “engullaba” en 2 días…

Al salir de la weá llamé desesperado a un weón - que es medio “siciliano” - y le dije que me moviera caleta de copete y corderos y chanchos y todas las wéas que me gustan. 
En la tarde llegan 2 camiones a mi caverna y tenía todo lo que necesitaba.

Ahora me pregunto: 
¿Pa’ que chucha salí a weviar en la mañana?

… en todo caso… me hizo bien caminar.