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Los OVNIS de Hitler
¿Alguien ha pensado por qué los avistamientos OVNI empezaron a producirse
a partir de 1947 y no antes? Fue exactamente el 24 de Junio de 1947 a las 2 de
la tarde cuando el experimentado piloto norteamericano Kenneth Arnold, miembro
de la organización de seguimiento y rescate "Airafox", mientras
volaba con su avioneta desde Chelalis a Yakima, en el estado de Washington, con
la intención de encontrar un avión militar accidentado, avistó cerca del Monte
Rainer una formación de extrañas aeronaves circulares que le parecieron
"como platos deslizándose sobre el agua". Fue así como se acuñó el
término "platillo volante". Kenneth calculó su velocidad en 2.400
km/h, una velocidad desconocida en 1947. Y precisamente fue en 1947 cuando los
aliados lanzaron su fallida ‘Operación Highjump’ contra las bases del Tercer
Reich en la Antártida. También es en 1947 cuando se funda la CIA.
La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945, y dos años después empezaron a sucederse sin interrupción hasta la actualidad avistamientos de Objetos Voladores No Identificados, llamados UFOs en inglés y alemán (Unknown Flight Object y Unbekanntes Flugobjekt, respectivamente), que hacen maniobras imposibles para los aviones convencionales, como cambiar su dirección de vuelo en ángulo recto o pasar del reposo a una velocidad exorbitada en un instante.
La prodigiosa
tecnología del Tercer Reich
El Tercer Reich fue para Alemania una época de progreso en todos los
campos: Alemania poseía los autos más rápidos, los aviones más veloces y de
mayor autonomía de vuelo, la primera televisión (durante los Juegos Olímpicos de 1936), las mejores películas de
entretenimiento, la industria farmacéutica más pionera, etc. Pronto volaron los
primeros aviones a reacción (Me-262)
y los primeros misiles de largo alcance (V2).
Todo esto es conocido.
Mucho menos conocida es otra tecnología que, por razones obvias, los
alemanes del Reich mantuvieron en secreto y sobre la que los aliados, una vez
tuvieron noticia de ella, mantuvieron el más absoluto silencio. Basándose en la
filosofía ocultista del Tercer Reich (sociedades
Thule y Vril), científicos hitlerianos habrían conseguido avances
científicos (especialmente aeronáuticos y
astronáuticos) de una magnitud inimaginable.
El conocimiento de misteriosos aviones circulares alemanes propulsados por
motores anti- gravitacionales con el nombre en clave de “Vril” y “Haunebu”, que
supuestamente fueron desarrollados no basándose en la técnica convencional,
sino en una nueva técnica surgida de la filosofía ocultista NS, ha sido siempre
negado por las fuerzas aliadas. Muchos podrán pensar que es imposible que los
alemanes en tan corto espacio de tiempo desarrollaran tan fabulosa técnica,
pero olvidan que no se basaron en los principios científicos clásicos, si no,
como ya hemos apuntado, en la filosofía ocultista de las sociedades germánicas
como Thule y Vril.
Así por ejemplo, el científico alemán Viktor Schauberger era un convencido
defensor de la "implosión en lugar de explosión".
Rechazaba el motor de explosión, pues éste se basa en la destrucción (explosión), pero la Creación divina es
siempre constructiva. Por lo tanto, una técnica basada en la destrucción es
contraria a las leyes de Dios y puede denominarse como técnica satánica. En su
lugar, proponía los motores de implosión. Éste es tan sólo un ejemplo de la
filosofía de estos científicos. Gracias a la forma de pensar del Tercer Reich,
los alemanes avanzaron en técnica en pocos años lo que los aliados no
avanzarían en cien.
Proyecto Haunebu
El "Andrómeda-Gerät" o "aparato Andrómeda" era una
nave nodriza. Desconocemos si llegó a construirse antes de terminar la Segunda
Guerra Mundial, pero de no ser así se construyó en Neuschwabenland tras la
guerra con los planos y diseños previos.
Tenía forma de cigarro, y esto coincide con la descripción de muchos
pilotos de vuelo que dicen haber visto OVNIS con esa forma y de unos 130 metros
de longitud.
Reproducimos a continuación una noticia que apareció en el periódico
argentino "La Razón" de Buenos Aires hacia 1977/78.
Los Foo-fighters o
Kugelblitze
Los aliados los llamaban Foo-fighters y sus creadores alemanes
"Kugelblitze" ("rayos-bola")
o "Feuerbälle" ("pelotas
de fuego"). A partir de 1944, los pilotos aliados que sobrevolaban
Alemania para bombardearla empezaron a reportar informes sobre extrañas bolas
brillantes casi transparentes que se situaban junto a ellos y les acompañaban
durante kilómetros. Según estos informes, no podían derribarlas, aunque las
disparasen, y toda maniobra para despistarlas era inútil.
Mucho se ha especulado sobre la función de este arma antiaérea, pero al
parecer interfería los sistemas eléctricos y los radares de los bombarderos
aliados. En ocasiones, su presencia era tan molesta a los pilotos o les
causaban tantos trastornos, que un bombardeo previsto tenía que ser suspendido
y la escuadrilla de bombarderos regresaba a su base.
El 13 de Diciembre de 1944 el South Wales Argus publicaba un sorprendente
artículo en el que se decía: «Los alemanes han fabricado un arma secreta coincidiendo
con la estación navideña. El nuevo ingenio, que al parecer es un arma defensiva
aérea, se parece a las bolas de cristal que adornan los árboles navideños. Se
las ha visto suspendidas en el aire por territorio alemán, a veces solas, y
otras en grupo; son de color plateado y parecen transparentes».
Poco después,
el 2 de Enero de 1945, era el ‘Herald Tribune’ neoyorquino el que se expresaba
en los siguientes términos:
«Parece que los nazis
han proyectado una novedad en el cielo nocturno de Alemania. Se trata de los
misteriosos y extraños globos foo-fighters que corren por las alas de los
aparatos Beaufighters que sobrevuelan secretamente Alemania. Hace más de un mes
que los pilotos, en sus vuelos nocturnos, se encuentran con esas armas
fantásticas que, al parecer, nadie conoce.
Los globos de fuego
aparecen repentinamente, acompañan a los aviones durante kilómetros y, según
revelan los informes oficiales, parecen estar controlados por radio desde el
suelo».
Esos "globos de fuego" descritos por la prensa de la época son
conocidos por los ufólogos como foo-fighter. Y, como queda claro, eran
considerados por los pilotos aliados como algún tipo de arma secreta nazi.
Se identifican los "foo" con un arma secreta antiradar: «En el otoño de 1944, en Oberammenrgau, en la Baviera alpina, un centro experimental patrocinado por la Luftwaffe, en O.B.F, habrá ultimado una serie de investigaciones relacionadas con aparatos eléctricos capaces de interferir en el funcionamiento de los motores, hasta un máximo de 30 m. de distancia, mediante la producción de intensos campos electromagnéticos. Averiando el circuito de ignición de los motores de un aeroplano se habría provocado infaliblemente la caída de éste. Para convertir la invención en prácticamente eficaz, los técnicos alemanes se proponían, empero, triplicar por lo menos el radio de acción del arma, pero cuando el conflicto concluyó, los experimentos en tal sentido apenas habían sido esbozados. Entretanto, como infra producto de estas investigaciones para su inmediato empleo bélico, otro centro, regido combinadamente por el Ministerio Sperr y por el Estado Mayor Técnico de las SS, había adaptado la idea del "estorbo radiofónico de proximidad" a la interferencia sobre los mucho más delicados y vulnerables aparatos electrónicos de los cazas nocturnos americanos.
Así había nacido una original máquina voladora, redonda y acorazada, más o
menos semejante al caparazón de una gran tortuga. Se movería con un motor
especial de reacción, también aplanado y circular, que recordaba como principio
físico a la famosa ‘eolípila heroniana’ y generaba un vasto halo de llamas muy
luminoso. Por eso había sido llamada "Feuerball". No llevaba armas ni
pilotos.
Teledirigida en el acto de despegar, seguía después automáticamente a los
aparatos enemigos, atraída por sus llamas de escape y aproximándose a ellos sin
chocar, lo cual bastaba para poner en estado crítico sus aparatos de radar».
¿Por qué Alemania, si disponía de esta tecnología, no ganó la guerra?
Una pregunta que se formulará todo el mundo. Las razones que los autores
del hitlerismo esotérico apuntan son varias:
1.- El desarrollo de esa tecnología llegó demasiado tarde, más bien entre
1944 y 1945, y no se pudo llegar a emplear militarmente. Ciertamente disponían
de esa tecnología, pero no se llegó a tiempo a la fabricación masiva.
2.- Los OVNIS de Hitler ciertamente eran muchísimo más veloces que
cualquier avión existente, pero esto no bastaba. Se mostraron, al menos en esa
fecha, no aptos como aeronaves caza.
3.- Por alguna razón, los alemanes del Reich vieron la guerra
materialmente perdida y decidieron replegarse, esperar un momento futuro en que
la victoria del Reich fuese tan segura como contundente. Ese momento, está por
llegar.
Si efectivamente el Tercer Reich nunca fue completamente destruido y
subsiste actualmente oculto, no podría hablarse en absoluto de que el Reich
perdiera la guerra. El propio Hitler había declarado:
"En esta guerra no
habrá vencedores ni vencidos, tan sólo muertos y supervivientes". La madre patria
Alemania fue ocupada y lo sigue hoy, pero otra Alemania, la verdadera y
legítima, existe fuera del territorio tradicionalmente alemán.
¿Qué fue de la prodigiosa tecnología hitleriana?
No puede descartarse que poco antes del fin de la guerra se llegase a
fabricar una limitada serie de platillos Haunebu II. Ésta posibilidad es
apoyada por las numerosas fotos de OVNIS tras 1945, que tienen un asombroso
parecido con el modelo Haunebu II.
¿Consiguieron los aliados esta prodigiosa tecnología como parte del botín
de guerra? En absoluto.
Sería una verdadera contradicción pensar que los alemanes fueran capaces
de desarrollar semejante tecnología para luego dejarla caer en falsas manos.
Los científicos alemanes responsables del desarrollo de esta tecnología y todas
sus creaciones habían desaparecido a tiempo de Alemania para cuando la guerra
"terminó".
Así por ejemplo, el terreno de la firma Arado en Brandenburgo,
supuestamente empleado por la Vril-Gesellschaft, fue completamente dinamitado y
no quedó nada. Los alemanes dejaron a propósito señuelos para despistar y
distraer a los aliados. Estos señuelos eran flamantes proyectos aeronáuticos
del Tercer Reich, así como científicos como Werner von Braun (gracias al cual los americanos lograrían
realizar el programa Apolo y llegar a la Luna), pero estaban basados en la técnica
convencional (motores de propulsión a
reacción o de hélice, a lo sumo). La técnica anti gravitacional fue puesta
a salvo con antelación.
Según algunos autores, los OVNIS de Hitler fueron escondidos en algún lugar
de la Antártida, razón por la cual se pondría en marcha la Operación Highjump.
Aun hoy hay gente convencida de que los alemanes aun poseen una base de OVNIS y
que los llevaron allí desmontados en submarinos.
Los avistamientos OVNIS que en la actualidad se producen se deben a la
actividad de los platillos alemanes, pues los alemanes del Reich están
vigilando el planeta. Estos platillos serían pilotados por pilotos del
"último batallón". Éste "último batallón" intervendrá en el
momento preciso durante la próxima caída de la civilización occidental.
Supuestas Fotografías de un Modelo Vril en vuelo, se
puede observar su caños y las letras "SS" en la parte baja de la
aeronave.
Las bases lunar y
marciana del Reich
Han sido muchos los autores que sostienen que los alemanes del Reich hace
muchos años (unos sesenta años) que
poseen una base en la Luna (si no un
auténtico país). Disponiendo de semejantes astronaves, no es ningún
problema para ellos alcanzar la Luna o Marte. Los OVNIS del Reich no tienen que
preocuparse de llevar miles de toneladas en combustible líquido, ni del costo,
como los programas espaciales de la NASA o la ESA.
Durante la misión Apolo 11 a la Luna, los tripulantes del Apolo 11
mantuvieron una conversación con el centro de control en Houston, casualmente
captada por unos radio aficionados que escuchaban un "canal
reservado", que revela que tuvieron un encuentro con aeronaves "muy
superiores en tamaño y tecnología a las nuestras". Toda la Luna estaría en
manos de los alemanes del Reich, razón por la cual los norteamericanos no han
vuelto a ella: tienen "Hausverbot", es decir, los alemanes del Reich les
han prohibido poner un pie en la Luna. Es por ello que ahora la NASA dice con
cierto tono de desprecio que "la Luna ya no constituye un objetivo
interesante para la Agencia Espacial".
La NASA declara que se interesa más por Marte, donde según autores como
Jan Udo Holey o Hans Altmann también los alemanes están establecidos en
construcciones subterráneas desde hace decenios. Los repetidos fracasos de la
NASA en Marte tendrían su explicación en la actuación de los alemanes del
Reich.
Fuente de Información: LibreOpinión.com