El paso – de lo que llamamos
tiempo - ¿nos hace “madurar” o simplemente algo en el interior clama por
algo más que no seas tú mismo?...
El tiempo no existe, todo es un eterno no-presente… solo percibimos
el tiempo por los cambios aparentes, todo bajo el prisma de la ilusión
existencial material.
Las necesidades humanas hacen que cambien, y todo en pos de
sentirse acompañados en este pequeño e insignificante viaje
vivencial-existencial.
¿Existe esa maduración que nos convierte en seres adultos?
Yo afirmo que no.
Ser adulto es asumir responsabilidades, bajo el yugo de las
necesidades tan “típicamente humanas”, esto es, la eterna justa para
sentirse competente frente a los demás. Es una especie de carrera de ciegos y estúpidos
que se dejan esclavizar por los juicios de “los otros” … aquellos que los rodean
y que en silencio y con acciones influyen de forma implícita en los cambios que
van sufriendo en este espacio-tiempo atemporal.
Somos reales cuando asumimos compromisos, (en la post-adolescencia) sean estos de orden filosófico, religioso,
espiritual, político, etcétera… pero ¿Cuánto duran esos compromisos?... muy
poco tiempo-no tiempo.
Es una carencia, una necesidad biológica… son los genes que quieren multiplicarse, el diseño de los dioses… sin embargo… esto no justifica que se cambien los paradigmas profundos que se adoptan, aunque si son verdaderos son: 'No Transables'… algunos son mutables, porque la mente es mutable, asimila, se redirige para aprender… el ego se potencia a medida que las sociedades se vuelven hormigas… y es el ego el que se vende al mejor postor, y ya no necesita nada más que su autocomplacencia, y copia lo peor de otros, y en este viaje sin sentido las convicciones cambian o desaparecen… la familia se busca en los cuerpos del sexo opuesto, y el humano quiere perpetuarse en otros… y los ideales perecen en las sombras más profundas del ser, y los “sapiens” se vuelven solo un desfile de máscaras con muecas horribles…
La maduración es solo olvidarse de lo que te hace real, y es culpa
del ego, de la competencia, de querer ser mejor que otros, de tener lo que los demás sueñan, de ganar lo material para sentirse superior…
y lo niegan… pero existen momentos de soledad, porque ella convive con nosotros, seas quien seas, y esos instantes mínimos se observan en los espejos, ¿Qué hacen frente a la verdad que tiene rostro?...
... se intentan convencer de que todo está bien en su vida…
Y la farsa sigue... ¡A vestirse con los disfraces de marca, a sobrevivir en el mundo maravilloso creado por las potencias oscuras, que las cadenas suenen!… es otro día para seguir engañándose, para seguir mintiendo, para seguir falseando su seudo realidad.
y lo niegan… pero existen momentos de soledad, porque ella convive con nosotros, seas quien seas, y esos instantes mínimos se observan en los espejos, ¿Qué hacen frente a la verdad que tiene rostro?...
... se intentan convencer de que todo está bien en su vida…
Y la farsa sigue... ¡A vestirse con los disfraces de marca, a sobrevivir en el mundo maravilloso creado por las potencias oscuras, que las cadenas suenen!… es otro día para seguir engañándose, para seguir mintiendo, para seguir falseando su seudo realidad.
A veces hablo con mi camarada Boromhyrr sobre esto y siempre
llegamos a la misma conclusión:
‘Todos son falsos’…
‘Todos abandonan lo que creen por unas migajas de sonrisas y aceptación’...
‘Todos conviven con las mentiras y las defienden como si fueran verdades’…
‘Es preferible la locura a la “razón del mundo”’
‘Todos son falsos’…
‘Todos abandonan lo que creen por unas migajas de sonrisas y aceptación’...
‘Todos conviven con las mentiras y las defienden como si fueran verdades’…
‘Es preferible la locura a la “razón del mundo”’
¿Cuál es el límite de la razón?:...... es el mismo de la locura…
Hoy la razón y las falsas verdades se llaman sentido común.
Y todos saltan en carnavales dedicados al absurdo, a lo grotesco. Y si no estás de acuerdo a sus mandatos y a sus opiniones eres rechazado, porque no cumples los nuevos requisitos de este gargólico mundo de apariencias.
Y todos saltan en carnavales dedicados al absurdo, a lo grotesco. Y si no estás de acuerdo a sus mandatos y a sus opiniones eres rechazado, porque no cumples los nuevos requisitos de este gargólico mundo de apariencias.
¿Dónde están tus batallas?
Al final del día… ¿En qué mierda crees?
¿Qué ideales dejaste abandonado en el camino en pos de un futuro
que vas creando con piedras y barro?
Lo último que se debe descuidar es lo que te acompañó en esas horas
de angustia… pero ya no hay nada...
... y ahora, cuando estás agobiado, solo dependes de palabras sosas de seres funestos que no saben nada de la vida… no saben nada de ellos mismos.
... y ahora, cuando estás agobiado, solo dependes de palabras sosas de seres funestos que no saben nada de la vida… no saben nada de ellos mismos.
¿Sabes en qué crees?
¿Sigues pensando que el “sentido común” es la nueva tabla de la
ley?
¿Dónde está tu sentido propio?
¿Puedes oírme en estas letras?
… este es mi grito ancestral…
“Se necesita una determinada forma de excavar, un cierto tipo
de arqueología interna, para llegar a descubrir nuestra totalidad, aunque esté
muy bien cubierta bajo capas de opiniones, de cosas que nos gustan y nos
disgustan y por la densa niebla de los pensamientos y hábitos inconscientes y
automáticos, por no mencionar el dolor.”
(Jon Kabat-Zinn)