martes, 15 de julio de 2025

Paranormal Effect Nº16

 


En el mundo del ocultismo y lo paranormal, hay casos que se destacan por su misterio y por la cantidad de fenómenos inexplicables que los rodean.

Uno de esos casos es el famoso Expediente Vallecas, una historia que ha dejado a muchos con los pelos de punta y que ha sido objeto de debate y especulación durante años.

 


En el barrio de Vallecas, en el año 1992, se desencadenó un enigma que perduraría como uno de los casos paranormales más conocidos de España. Este evento culminó en la creación del único informe policial en el país que documenta sucesos de naturaleza paranormal. De hecho, el caso fue tan conocido que inspiró en 2017 la película 'Verónica'.

La protagonista de esta historia es Estefanía Gutiérrez Lázaro, una joven de 18 años que una tarde decidió realizar una ouija junto a algunas de sus compañeras de clase. Su objetivo era contactar con su novio fallecido en un trágico accidente de tráfico unos días antes.

Lo que ocurrió durante la sesión de ouija marcó el inicio de una serie de eventos inexplicables. Una de las profesoras descubrió lo que hacían, y en su intento de detenerla, destruyó el tablero de la ouija. En ese momento, se dice que un extraño humo blanco emergió del vaso y se introdujo en el cuerpo de Estefanía a través de su nariz.

A partir de ese instante, la vida de Estefanía se convirtió en una pesadilla. Experimentó síntomas psicológicos que dejaron sin respuesta a los médicos: insomnio, convulsiones, alucinaciones inexplicables, voces y sombras que la atormentaban... Los profesionales de la salud no pudieron ofrecer un diagnóstico, y la joven comenzó a ser percibida como una víctima de posesión demoníaca por algunos creyentes.

La familia de Estefanía, profundamente religiosa y compuesta por seis hermanos, abrazó la creencia de que el abuelo de la familia, con quien la relación había sido conflictiva, deseaba vengarse a través de su hija. Según su relato, los sucesos paranormales se intensificaron después de la muerte de Estefanía.

El 13 de julio de 1991, la situación alcanzó su punto culminante cuando Estefanía atacó violentamente a su hermana Marianela. Al día siguiente, Estefanía sufrió un severo episodio de catalepsia y entró en coma. Esa misma noche, falleció. La autopsia no pudo determinar las causas de su muerte, calificándola como «muerte súbita y sospechosa».

 


Después de la muerte de Estefanía, los fenómenos paranormales continuaron asediando a la familia Gutiérrez. La madre afirmó haber escuchado la voz de su hija llamándola desde distintas habitaciones de la casa, crucifijos que se movían involuntariamente, risas inquietantes de un anciano y vidrios que se rompían sin causa aparente. En una ocasión, la madre sintió que alguien le tocaba las manos y los pies mientras dormía. La familia también informó de que las muñecas de sus hijas eran golpeadas violentamente contra las paredes durante la noche.

El 1 de noviembre de 1992, la foto de Estefanía que colgaba en la sala de la casa se incendió misteriosamente.

Lo intrigante fue que solo se quemó la parte que representaba su rostro, sin causar daños a otros objetos cercanos ni al marco de la foto.

 


Finalmente, el 27 de noviembre de 1992, la familia llamó a la Policía. El inspector José Negri y su equipo llegaron a la vivienda y se encontraron con una familia atemorizada bajo la lluvia. Mientras algunos agentes recopilaban la historia de la familia, el inspector Negri y otros dos agentes ingresaron a la casa.

Lo que presenciaron fue desconcertante. Puertas de armarios que se abrían violentamente, a pesar de estar cerradas con llave, y rozaban los rostros de los agentes. Se escuchaban ruidos ensordecedores que parecían provenir del balcón, aunque no había nada allí. Una extraña baba marrón apareció en una mesita de noche.

Además, se encontraron con un crucifijo arrancado de la pared, con claras marcas de arañazos de tres garras.




Los agentes también inspeccionaron el baño, donde la temperatura disminuyó considerablemente, creando una sensación de frío inusual. Todos estos hechos se recogieron en un informe que se convirtió en el primero en admitir la existencia de «hechos inexplicables». Pero, a pesar de estos acontecimientos, el caso se archivó por «falta de coherencia».

 


Tras estos hechos, varios grupos de investigación paranormal se interesaron en el caso, sobre todo Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas (SEIP), capturando uno de ellos una psicofonía en la que se escucha «cuidado con el abuelo». Según la familia esto tenía sentido, pues la madre afirma que su padre, antes de morir, dijo que le haría la vida imposible desde el más allá.

La familia Gutiérrez vendió la casa y se mudó, poniendo fin a los eventos paranormales. Los nuevos propietarios nunca informaron de incidentes inexplicables en la vivienda. Sin embargo, una de las hermanas de Estefanía afirma que sigue viendo cosas extrañas y que es capaz de sentir cuando alguien va a morir.

 


El Espectro Sin Rostro es una entidad terrorífica y misteriosa que habita en un claro oscuro y prohibido en lo más profundo del bosque. Esta entidad se caracteriza por su falta de rostro visible y su forma etérea, envuelta en sombras que parecen retorcerse y moverse de manera sutil, como si estuvieran vivas.

Su presencia es palpable y llena de una energía inquietante, que causa opresión y malestar en aquellos que tienen la desgracia de encontrarse con ella. Aunque carece de rasgos faciales definidos, su figura inspira un profundo temor y desasosiego debido a su aspecto fantasmal y su naturaleza desconocida.

El Espectro Sin Rostro se desplaza en silencio, moviéndose con una gracia sobrenatural que le permite aparecer y desaparecer entre las sombras. Sus pasos son imperceptibles, lo que añade una cualidad sobrenatural a su presencia, como si flotara sobre el suelo en vez de caminar sobre él.

Aunque su apariencia es difusa y evasiva, su presencia se hace sentir a través de susurros indistinguibles que llenan el aire alrededor de él. Estos susurros son voces fantasmales que parecen emanar de todas partes y ninguna parte al mismo tiempo, creando una atmósfera aún más inquietante y desconcertante para quienes lo enfrentan. 

No se sabe con certeza la naturaleza o el origen del Espectro Sin Rostro. Algunos creen que es el espíritu de alguien que sufrió una muerte trágica en el bosque y quedó atrapado entre este mundo y el siguiente, mientras que otros lo consideran una manifestación de las fuerzas oscuras y ancestrales que habitan en los rincones más remotos de la naturaleza.

Lo que es seguro es que el Espectro Sin Rostro representa una amenaza para los intrépidos aventureros que se aventuran en el claro prohibido, sirviendo como un recordatorio sombrío de los peligros ocultos que acechan en los lugares olvidados por el tiempo. Su leyenda persiste como una advertencia para aquellos que buscan desafiar lo desconocido y explorar los límites de lo sobrenatural.

 

Alguna vez, estando en el bosque, ¿has sentido susurros extraños o has tenido la sensación de que alguien o algo te observa?

Puede ser esta entidad, y está más cerca de lo que puedes imaginar.

 

 

 

Fuente:

Telemadrid.es

historiasdelacripta.com

Edición final: V.D.M.