domingo, 14 de febrero de 2021

Rezyklon - Cuentos de amor

 


Como soy bacán y para que celebren bien su día… les dejo unas historias de amor para que las disfruten…

¡MUUUUUUAJAJAJAJA! ¡SORRY!

Estos cuentos hay que disfrutarlos bebiendo una birra, tabaqueando o comiendo un buen pedazo de meat.

¡FELIZ DÍA DEL AMOR!

¡MUAAAAAAJAJAJAJA!

¡OTRA VEZ SE ME ESCAPÓ EL UNCORNIO AL MONTE!

¡SORRY!

 

LA DAMA DE SAN VALENTIN

Se había organizado una fiesta de San Valentín en una casa en construcción montaña arriba, Claudia no asistiría porque sus padres le negaron el permiso, se quedó en casa esperando la visita de su novio, pero en lugar de eso, recibió la llamada de una de sus amigas, avisándole que su novio se encontraba en la fiesta con otra chica. Claudia de inmediato se las ideó para salir, y como no acostumbraba mentir, sus padres no dudaron en dejarla marcharse.

Tomó un taxi hasta la fiesta, y no tardó mucho en encontrar a su novio, efectivamente con otra mujer, en un par de minutos su novio convenció de que subiera con él al coche, discutían mientras él conducía, y en una curva, chocó con otro auto. Claudia salió disparada por el parabrisas, estrellándose contra en pavimento pues no llevaba el cinturón puesto.

Los conductores de los dos autos bajaron de inmediato, se acercaron a la chica y esta no respiraba, sabiendo que los dos habían bebido, temían ser culpados de homicidio imprudencial y arrojaron el cuerpo en un desnivel, cayó boca abajo, pero ella seguía viva y no podía moverse, pasó así tres días y murió desangrada, los trabajadores que se dirigían a terminar la casa la encontraron muerta, su vestido crema era ya rojo, de tanta sangre.

Nadie fue culpado por el hecho, pues no se encontraron pruebas, y el novio permaneció en silencio, pero años más tarde, el cómplice confesó al saber que habían encontrado jóvenes con sus mismas características muertos en aquella zanja donde tiraron a la chica, entró en histeria total, diciendo que la ella había vuelto por su venganza.

Y es por eso, que cada día se San Valentín, Claudia se aparece en la carretera, pidiendo aventón, esperando que alguno de los chicos que ataca, sea uno de los culpables de haberla abandonado aquella noche, se dice que los encanta con su sexy vestido rojo, los convence de quitarse el cinturón para besarla, en el momento que la tocan sus manos se llenan de sangre y pierden el control del volante en la curva, donde igual que ella se estrella en el pavimento al salir despedidos por el parabrisas.

 

LA MUJER SIN CORAZÓN

En un pueblo de España, cuyo nombre se ha decidido olvidar, sucedió un evento terrible, capaz de asustar a más de uno.

Existía un feliz matrimonio, que se amaba como ningún otro, de aquella unión, nació una niña, que conforme crecía, desarrollaba un amor enfermizo hacia su padre y un odio desmedido por su propia madre. Constantemente le decía a su padre que quería casarse con él, y que deseaba la muerte de su madre para poder ser felices para siempre. La reacción del hombre era de enojo por supuesto, no quería pensar en una situación similar. Pero aquello no tardó mucho en cumplirse.

Durante el funeral, el pobre hombre se hacía pedazos del dolor, mientras la niña trataba a toda costa de esconder una sonrisa diabólica, que a duras penas contenía, pues sus sueños estaban convirtiéndose en realidad, parecía haber hecho un pacto con el señor de las tinieblas, ¿Cómo es posible tanta maldad en una niña tan pequeña?

Al pasar de los días, el hombre se sumía en una profunda depresión, pero no podía evitar notar que su pequeña mostraba total entereza ante el hecho, animándolo en todo momento.

Sin saber que en realidad el buen ánimo de su hija se debía a saber que su madre ya no estaba.

El día de San Valentín salió con unas amigas, y su padre le encargó un corazón de cerdo para la cena. Pero cuando terminó de jugar la carnicería estaba cerrada, así que tuvo la macabra idea de profanar la tumba de su madre y arrancarle el corazón… así tampoco dudo en comerlo durante la cena junto a su padre.

Cuando se encontraba en su cama, la niña empezó a escuchar un susurro, una tenue y familiar voz, parecía ir adentrándose en la casa, hasta en punto en que la niña alcanzó a escuchar: -Hija, ¡devuélveme el corazón que me has robado! - junto a esta frase las escaleras crujían, unos pasos se aproximaban a la entrada… la perilla giraba lentamente, hasta que la puerta se abrió, el espectro de la madre entró en la habitación, extendiendo su dedo acusador hasta el corazón de la pequeña, que junto a un último suspiro de horror, dejó de latir… murió de puro pavor.

Desde entonces se ha visto vagar al espíritu de “La Mujer sin Corazón”, algunos dicen que, atacando niñas para saciar su sed de venganza, otros dicen que simplemente llora por el amor perdido…y así seguirá por toda una eternidad.

 

EL HORNO

Era el día de San Valentine y Marisol estaba muy emocionada, pues su marido le había prometido un nuevo horno, ya que el anterior se había estropeado. Fueron a la casa de electrodomésticos y preguntaron los precios, y pese a que el vendedor trató de tentarlos con una “imperdible oferta” y un método de pago basado en “cómodas y sorprendentes cuotas fijas”, los esposos se dieron cuenta de que nunca podrían pagar aquel “nuevo y fabuloso horno”. “Tendremos que comprar uno usado”, se dijeron entre sí. Así que fueron a una casa de empeños y se hicieron de un viejo horno marca Orbis, que poseía cuatro hornallas y un botón de encendido eléctrico. Luis lo llevó en la parte trasera de la chata y luego hizo la instalación esa misma tarde. Y ahí fue que comenzaron los problemas.

Primero fue “Church”, el gato. Marisol se levantó a las dos de la madrugada a tomar un vaso de agua y escuchó unos maullidos provenientes de la cocina. Fue a ver y allí, metido en el horno y maullando de desesperación y terror, estaba el gato. La mujer abrió la puerta del horno y el gato salió disparado rumbo a los interiores de la casa.

Días después Marisol vio otra cosa todavía más inquietante. Era de noche y se encontraba sola porque Luis había salido a beber con unos amigos. La mujer estaba entretenida horneando unas cupcakes, cuando de repente escuchó un ruido que provenía desde el interior del horno. Pensó que eran las cupcakes que habían reventado, y se inclinó parar mirar a través del vidrio. No eran las cupcakes: había una mano allí, ennegrecida por el fuego. Marisol dio un alarido y cerró la llave del gas y luego llamó por celular a su marido, pero éste no le contestó.

¿Qué diablos había sido eso? Comenzaba a sospechar que aquel horno estaba embrujado o algo así. Sabía que podían ocurrir esas cosas. Los objetos a veces quedan impregnados por la maldad de su antiguo dueño. Quizás el anterior propietario había sido un psicópata que cocinaba a sus víctimas en el horno, aunque la idea le pareció descabellada. Volvió a llamar a su marido y tampoco obtuvo respuesta. Marisol mientras tanto se había encerrado en el dormitorio, porque tenía miedo de volver a la cocina. En algún momento de aquella larga noche se durmió, y se despertó por los maullidos insistentes del gato. Había olor a gas, y cuando la mujer corrió hacia la cocina, se encontró con su esposo, que había metido la cabeza

en el horno y le había dejado una nota de suicido sobre la mesa.

Nunca más se supo de Marisol. Enloquecida por el dolor se alejó de la casa y se perdió en la noche. La casa quedó en venta, con todos los muebles dentro. Un año después, un agente inmobiliario se encontraba mostrándole la casa a una joven pareja, cuando sintieron un hedor proveniente del horno. Abrieron la puerta y allí estaba el pobre Church, ennegrecido y cocinado hasta la muerte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:

taringa.net