EL DOCTOR Y EL EXTRATERRESTRE
Edmundo, 65
«Yo soy un doctor
respetable, ahora estoy jubilado. Pero mucho tiempo trabajé para el sector
público de salud. Me considero un hombre de ciencia y bastante razonable, no
creo en fantasmas, ni en brujería. Ni siquiera creo en Dios y tampoco creía en
los OVNIS o extraterrestres. Si bien sabía que podían existir, me parecía una
patraña pensar que había quien aseguraba haberlos visto, hasta que fui testigo
de una extraña presencia que todavía no me puedo explicar. Yo acostumbraba
jugar frontón después de dar consulta y antes de llegar a casa. Una noche que
no llevaba auto por alguna avería, después del frontón decidí regresarme
caminando, mi casa estaba cerca de la cancha, a menos de medio kilómetro.
Era una noche particularmente
oscura, noté que no todos los faros de luz estaban prendidos, decidí acelerar
el paso, pensé en que los maleantes podían aprovechar la oscuridad para
asaltar. Al llegar a una glorieta, pude observar lo que parecía un cuerpo desnudo,
de piel oscura y estructura muy delgada, con la cabeza fuera de toda
proporción, sin cabello, incluso puedo decir que le vi las nalgas, este cuerpo
flotó delicadamente y desapareció en el cielo, a la par de que vi un OVNI, una
nave dirigirse rápidamente, pero sin producir ningún silencio [sic] hacia donde
él estaba.
Al llegar a casa,
debo reconocer que sentía que algo o alguien me perseguía, decidí no contarle
nada a mi esposa. Al llegar a casa me di cuenta de que no había luz. Al otro
día la electricidad corrió con naturalidad y algunos vecinos comentaron que
vieron un OVNI, una nave silenciosa volando muy cerca de sus casas. Coincidía
con la descripción de lo que yo había visto. Pocos me creyeron».
CRIATURA EXTRAÑA EN UN CAMPAMENTO EN TEPOZTLÁN
Fernando, 24
«Un fin de semana
salimos a acampar cerca de Tepoztlán, en el estado de Morelos, dicen que por
allá hay mucho avistamiento OVNI. Nosotros solo queríamos un lugar lejos de la
ciudad para pasarla entre amigos. Íbamos en 4 semestre y festejábamos que nos
había ido bien, estábamos tomando y oyendo música por la noche cuando el perro
(que era muy tranquilo) de un amigo comenzó a ladrar y a ladrar bien fuerte
hacia el bosque. Tontamente andábamos envalentonados, ya que éramos varios que
teníamos buena condición física, pensábamos que era un ladrón o algún mal
viviente que se iba aprovechar de nosotros cuando nos durmiéramos. Así que nos
levantamos con chela en mano y fuimos hacia dónde ladraba el perro.
No avanzamos mucho
pero sí vimos una sombra, como de un niño, digo sombra porque se veía oscuro,
pero clarito que era la figura de una persona de pie, pero pequeña además de
que se escuchaba y se veía cuando movía las ramas de los árboles. De repente,
quién sabe cómo, pero se subió a un árbol, yo le vi un pie, tenía la piel muy
oscura y no tenía dedos, como si fuera un tronco. Sabíamos que subía porque las
ramas se iban moviendo bruscamente. De repente ya no se vio ni se escuchó nada.
Pasamos las
linternas por las ramas y no se veía ya nada. Decidimos levantar el campamento
y rentar un cuarto en Tepoz, no nos daba confianza dormir ahí. Ya luego
platicando unos dicen que le vieron las manos, pero sólo tenía dos dedos. Lo
que todos recordamos es que era de piel oscura y que olía como a jabón de
trastes (vajilla). Les contamos a unas personas que vivían ahí en Tepoz y nos
dijeron que cosas así ya les habían pasado a otras personas, que luego los
perros amanecían muertos».
LA CRIATURA DEL CAMPO DE MAÍZ
«Solía trabajar en
una fábrica de queso en el borde de un campo de maíz en el suroeste de
Minnesota. Hubo una serie de días en el verano de 2004 o 2005 en los que hacía
tanto calor que la leche que nos llegaba en camiones se evaporaba antes de que
la recibiéramos. Facilitó el trabajo; la escasez de leche nos negaba cualquier
trabajo real, pero la gerencia no nos dejaba ir a trabajar, así que aparecíamos
y perdíamos todo el turno.
Estaba trabajando de
noche en ese momento. Eran las 2 o 3 de la madrugada y estaba en el muelle de
carga viendo a los murciélagos volar alrededor de los focos, porque me gustaba
estar al aire libre en el aire fresco de la noche. El maíz me llegaba a la
altura del hombro, por lo que medía unos 5'10.
Mientras miraba a
los murciélagos, Miré hacia el borde del campo de maíz. Algo se movía allí. Era
del tamaño de un niño pequeño y muy, muy flaco. Pálido, con algo que parecía
una cabeza de cabello negro y liso. Se movía en una especie de Marcha
espasmódica, como alguien que baila mal "el robot". Se movía en
trozos: piernas, luego caderas, luego torso, hombros, cuello y finalmente
cabeza. Estaba mirando hacia atrás en el campo de maíz, o al menos me sentí
así.
Sentí un pinchazo en
todo el cuerpo. No sabía qué era. Pensé que era una garza o algo en primero,
pero se parecía demasiado a una persona. Sin embargo, no se movía como una
persona. Gradualmente, paso a paso, se movió hacia mí. Dejando que mi
curiosidad mejorara mi miedo, me moví hacia el borde del muelle, que se levantó
a unos pocos pies del suelo.
Cuando llegué a unos
pocos pies del borde, la cosa me miró. Estaba paralizado. habría corrido, pero
estaba atrapado en algún lugar entre aterrorizado e intrigado.
Se movió, su
"cara" todavía me apuntaba. Sacudió su cuerpo en ese desconcertante y
brusco movimiento hacia el campo de maíz y entró en él. Traté de ver dónde se
movía el campo a su paso, pero el maíz permanecía perfectamente quieto. Noté
que todos los grillos estaban en silencio. Después de unos minutos, no pasó
nada. Me quedé parado allí durante una hora, pero nunca regresó.
Nunca lo volví a
ver».
(Frank Semko)
CRÍPTIDO FORESTAL
«Mi extraña historia
tuvo lugar el 26 de septiembre de 2009. Mi iglesia estaba en un retiro en
Indiana, en un bosque. El lugar donde nos quedamos era un pequeño edificio en
el centro del bosque. Decidimos esa noche salir a jugar al bosque con los
niños, así que se nos ocurrió un juego para jugar. Era como la policía: los
niños eran la policía y elegíamos a un adulto para que fuera el rehén.
Entonces, cuando comenzamos el juego, tuvimos que encontrar al adulto escondido
en el bosque en medio de la noche.
Así que comenzamos a
dar la vuelta a la parte trasera del edificio y vimos una figura alta. Tenía
que tener al menos dos metros de altura. Corría hacia los árboles donde había
una pequeña área abierta con hierba alta que llega hasta las rodillas. Corrió
con los brazos a los lados, pero se detuvo en el borde de la hierba alta, como
para esperar a que nos acercáramos.
Lo perseguimos,
pensando que era el adulto. Cuando finalmente estuvimos a unos metros de
distancia, se zambulló en la hierba y comenzó a gatear muy rápido, casi como
una serpiente.
Nos extrañamos, pero
nos quedamos mirándolo. Cuando cruzó la hierba alta, ¡comenzó a trepar a un
árbol! Parecía un animal deformado parecido a un gato cuando estaba trepando.
Luego, unos momentos
después, un niño gritó: "¡Lo veo!" y apuntaba en una dirección
opuesta. Vimos una figura similar corriendo a un par de metros de distancia,
así que la perseguimos. ¡Pero luego desapareció detrás de un árbol!
Resulta que unos
minutos después encontramos al adulto escondido en el estacionamiento en el
frente del edificio todo el tiempo. Entonces, quién sabe lo que vimos esa noche
en ese bosque. Al menos 15 niños vieron la cosa conmigo, ¡así que sé que no
estoy loca!
(Joanna H.)
LA CRIATURA DEL PANTANO PRIMEHOOK
«Estaba conduciendo
por Broadkill Road en Broadkill Beach Delaware al anochecer de julio de 2007.
Esta carretera bordea una zona pantanosa. Parados al costado del camino junto
al pantano, mi hija y yo vimos una criatura como nunca antes habíamos visto.
Medía de 2-1 / 2 a 3 pies de alto con piernas largas, un cuerpo bronceado, una
cara plana, casi *puggish, y una cola larga. Tenía orejas pequeñas y parecía
pesar unas 30 libras.
(V.D.M: puggish: característica de una raza pequeña y compacta de perro con una capa lisa, una cola ligeramente curvada y una nariz corta y arrugada)
Mi otra hija y un
amigo también vio a este mismo animal el año anterior en la misma área, excepto
que era de noche y corría frente a su auto. Le pregunté a la dueña de la tienda
de Broadkill Beach al respecto y dijo que lo había visto una vez cuando andaba
en bicicleta con su papá en esa área años antes, y tanto ella como su papá no
tenían idea de qué era a pesar de que ella se había criado alrededor de
Broadkill.
Ella dijo que
teníamos suerte de haberlo visto porque muy pocas personas lo han visto. Fuimos
al museo Primehook Reserve (así se llama la zona pantanosa) y no tenían idea de
lo que podría ser.
Me pregunto si
alguien más lo ha visto y qué diablos es».
(Helen J.)
Fuentes:
Veintipico.com
Artenarede.com
youtube
Culturacolectiva.com
Edición final:
V.D.M.